Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
—¡Argentina, vuelve a la cama!
México perseguía al menor quien corria por toda la casa sin querer ir a la cama, no tenía sueño ni nada de eso, por lo que solo corria por ahí en espera de que el mexicano lo atrape en cualquier segundo para que lo lleve casi arrastrado a la habitación.
—¡Argentina, solecito, a la cama!
—¡No!
Justo cuando México lo agarró por detrás, Argentina rió, ya cansado de haber estado corriendo por diez minutos alrededor de toda la casa.
—Dale, amonos... Órale, a la cama.
Lo dejó en la cama, tapándolo rápidamente con la sábana y arropando su cuerpo muy bien para que no salga de la cama, no otra vez.
—México~
—¿Si, mi amor?
—¿Vas a dormir conmigo?
—Tengo que trabajar en algo, cariño, terminaré en unos veinte minutos y vuelvo a dormir contigo.—México le dió un besito en la frente, cuando iba a irse, Argentina le agarró del brazo, no queriendo que se vaya.
—Quedate...
México terminó trabajando en la cama con Argentina acostado a su lado abrazándolo.