15. El ayudante del profesor

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Taehyung no podía negar que cuando se había ido de casa de Jimin el día anterior estaba medio picado.

Estaba de más decir que Jimin era la mamá del grupo, y que Taehyung por supuesto sabía que tenía razón de mandarlo a su casa, pero igual era molesto no poder hacer lo que a él le daba la gana cuando veía que todos a su alrededor lo hacían sin ninguna consecuencia.

Era solo una rabieta, así que sabía que se le iba a pasar. Él amaba a su mamá sobre todas las cosas y no iba a dejar de amarla por preocuparse por él, que a fin de cuentas seguía siendo un mantenido y un menor de edad.

Además, si se comparaba con otros casos, su libertad para salir era bastante más amplia que la de personas que eran extremadamente controladas por sus padres. Taehyung por lo menos tenía la oportunidad de mentir e irse a donde la provocara.

Menos mal Taehyung era muy maduro y no dejó que aquello le afectara.

Por supuesto que fue su madurez. Su madurez y tal vez algún comentario de su padre en la cena de esa misma noche.

¿Miedo a su papá? Nada que ver. Solamente afrontaría los problemas como un joven adulto. Un muy maduro joven adulto que debía recordar llegar a casa antes que su padre de ahora en adelante.

Nada de miedo, solo responsabilidad.

Taehyung.

Una voz lo hizo detenerse en su camino por el pasillo. Había llegado algo tarde esa mañana, así que todos ya estaban formados para el acto cívico, aunque todavía no había empezado.

—Buenos días, profesor —respondió Taehyung. Por un momento pensó que lo iban a regañar, pero era el profesor Namjoon.

—Taehyung, ¿Tienes algo que hacer hoy? En la última junta los profesores decidimos que necesitamos algo de ayuda para montar las elecciones del consejo estudiantil. No necesitas participar en la elección, de hecho, si participas en la elección no puedes ayudarnos. Solo es ayudarnos un poco después de clases unos días.

Si ese momento fuera una escena de una comiquita, un bombillo encendido hubiese aparecido sobre la cabeza de Taehyung.

—Ohhh —exclamó Taehyung pensativo, buscando la respuesta indicada—. Entonces no puedo. Planeo lanzarme a la elección.

—¿En serio? No te veía con ánimos de algo así.

—No para presidente, pero si podría ayudar en otras cosas. ¿Sabe lo aburridas que son las fiestas del colegio? Por eso nadie viene. Tengo toda una visión al respecto. Pero no te voy a hacer spoiler de mi campaña.

—Oh, bien —respondió Namjoon, dudoso, a punto de retirarse—, entonces...

—Pero —interrumpió Taehyung—. Estoy seguro de que Jimin podría ayudarte. Sería bueno para que se integre más a la escuela y así.

Taehyung sabía que la mitad de lo que estaba diciendo carecía de sentido, pero Namjoon no pareció encontrarle fallas a su lógica.

—Le preguntaré entonces —concluyó—. Gracias, Taehyung. Ve a formarte.

—Hasta luego, profe.

En su camino hacia su fila, Taehyumg no pudo evitar reírse un poco. Tal vez él también podía hacer de casamentero.

***

"Si metieran presos a los profesores de este liceo por cuadrar con alumnos nada más tendríamos profesora de química."

El comentario estúpido y no solicitado de Jungkook, cuando se enteró de su crush por Namjoon, solía pasarse de visita por los pensamientos de Jimin con más frecuencia de lo que a él le gustaría.

En primer lugar, porque era una información que le hubiese gustado que no estuviera en los saberes ni de Jungkook, ni de nadie. Para Jimin, tener sentimientos por su profesor era más bien un asunto ligeramente molesto, que nunca estuvo en sus planes, y que prefería mantener para sí mismo.

Cosa que por primera vez en su vida no logró. No por su propio descuido, si no por un ojo analítico y una insistencia casi desesperante de Taehyung por meterse en su vida amorosa inexistente.

Jimin no llevaba tanto tiempo en ese liceo para saberse tan bien los amoríos de profesores y alumnos como Jungkook parecía saberlos, pero sabía tanto como los demás que las relaciones íntimas entre profesores y alumnos eran una posibilidad más real de lo que debería.

En segundo lugar, Jimin prefería que nadie se metiera en sus asuntos, porque aunque sabía eso, eso no significaba que él quisiera ser parte de algo así.

Tal vez sonaba muy cursi y mongólico de su parte, pero veía su pequeño enamoramiento hacía Namjoon como un sentimiento puro. Los días en la escuela lo habían llevado a conocer mejor a su profesor, y más que el pensamiento sobre su apariencia física, lo que ahora causaba mariposas en el estómago de Jimin era su forma de ser.

Su dedicación al trabajo, su forma de pensar, como buscaba crear confianza con sus alumnos para cumplir mejor su trabajo de guía.

El solo pensar que Namjoon fuera capaz de tener una relación con un estudiante, peligraba la pura imagen mental que tenía de él, que ya más que un simple crush, era una persona que admiraba.

Por supuesto, esos pensamientos sí que no de saldrían de su boca nunca por más que lo torturaran. Al menos si quería evitar que Jungkook se riera un mes y Taehyung le diera una charla sobre las pasiones de un amor prohibido.

Lo que sí pudo admitir en voz alta, con solo Taehyung escuchándolo, fue un agradecimiento por ofrecerlo para ayudar a Namjoon. Pasar tiempo con él no tenía nada de malo.

—Profesor, termine —anunció Jimin, una vez estuvo cerca del escritorio del profesor. La mitad del salón ya se había terminado su evaluación y se habían retirado, pero aún quedaban unos cuantos tratando de adivinar alguna respuesta para pegar un par de puntos más.

—Déjalo por acá —contestó Namjoon, sin levantar la mirada del examen que estaba corrigiendo—. Y no te vayas a ir. Hoy ensayamos una vez más el acto de este lunes.

—¿Lo espero en el patio?

—Si —contestó, observando su reloj—. Y dile a los demás que voy para allá en 15 minutos.

Jimin salió del salón escuchando sonidos de desesperación por parte de sus compañeros.

—Jóvenes entreguen.

—PROFE, NO. AGUANTE UN MOMENTO —gritó Jungkook.

Mala Junta || BTSHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin