42. Para hacer el cuento corto...

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Entre una cosa y otra, las siguientes semanas pasaron volando. 

Jungkook y Jimin volvieron a clases el lunes. Mismo día que Sunhee los volvió a llamar a coordinación, para investigar el supuesto caso de bullying a Soojin. 

La novela de Soojin duró poco, porque Jeongyeon fue a meter una queja con Namjoon sobre cómo ella realmente fue la afectada. 

Razón no le faltaba. Su mamá no le dirigía la palabra desde todo el asunto y ahora estaba viviendo con su madrina mientras su papá resolvía. No eran días fáciles, pero al menos en el colegio las cosas no eran tan insoportables. Taehyung y Jeongyeon se habían hecho bastante amigos y le estaba dando bastante apoyo moral. Por otro lado, Namjoon se estaba encargando de que Soojin y Yuqi recibieran un castigo, porque lo que habían hecho no era una gracia. El único profesor decente del colegio, si le preguntaban a Jimin. Aún así, todos habían quedado en tener que ir con el psicólogo de la escuela de forma indefinida. 

Sana y Nayeon tenían su propia tragedia aparte. Sunhee se había arrepentido de mandarlas a su casa suspendidas tantos días, y el mismo lunes que Jungkook y Jimin volvieron a clases, las había puesto a pagar su suspensión ayudando a las monjas en horas escolares. 

Nayeon desbloqueo un nuevo odio a Sunhee. Había planificado sus semanas de suspensión casi como unas vacaciones, y hasta viaje a la playa tuvo que cancelar. Además tuvo que faltar a unos talleres que ya había pagado. 

Cada mañana que la saludaba, Jimin juraba que la veía más y más de mal humor. Aunque cuando la volvía a ver a la salida siempre estaba de mejor humor. Se había metido a las monjas en los bolsillos, y todos los días tenía un cuento nuevo de alguna de las señoras. 

Que distinto era su caso del de Sana, a quien ir a ayudar a las monjas le sentó más como una ayuda que como un castigo. Jimin no hablaba mucho con ella, pero había escuchado que su mamá la tenía requeté castigada hasta el final de los tiempos. 

Dentro de todo eso, el principal problema de Sana, seguía siendo Kim Taehyung, quién no le dirigía la palabra para lo más mínimo.  

Taehyung, que seguía molesto por la forma de actuar de Sana, le estaba aplicando la ley del hielo. No ayudó mucho que Jeongyeon, en vez de defender a su novia, le diera razón a Taehyung. 

—Realmente entendería si estuviera molesto hasta conmigo —decía Jeongyeon—. No puedo hacer nada para que te disculpe a ti.  

Igual, ahí iba Sana. Jalando bolas. En tres semana había pasado de no conseguir ni una sola respuesta, a conseguir respuestas en forma de monosílabos a la mitad de sus preguntas. 

—A este ritmo Taehyung te va a hablar para navidad de 2032 —se burlaba Nayeon.

Jimin pensaba que la actitud de Taehyung no era la más madura, pero su molestia era razonable. 

Yoongi concordaba con que Sana tenía que haber buscado una mejor forma de hacer las cosas, pero le daba a Taehyung una semana antes de volver a hablarle a Sana como si nada hubiera pasado. 

Lo peor del caso de Sana era, que apesar de todo, no era la más chalequeada de esos días. Ese premio se lo llevaba por goleada Jungkook.

Jimin había pasado todo el mes entre ayudar a Jackson a mover sus corotos  y pensar en cómo coño de la madre sus amigos descubrieron que Jungkook se le había confesado. 

Sobre la primera, estaba más que encantado. Su mamá le había formado un verguero a Suzy el día de la llamada, y Jackson que dentro de todo era más razonable que Suzy, empezó a buscar como irse "pal' coño". 

"Pal' coño", aparentemente, era otra casa en el barrio, a 5 minutos caminando de la de Jimin, que Jackson estaba negociando a precio de gallina flaca. 

Mala Junta || BTSDove le storie prendono vita. Scoprilo ora