47. La magia de la comunicación

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Taehyung tardó dos días en irse de jeta con Yoongi sobre lo que había visto cuando abrió la puerta, y Yoongi tardó 5 minutos en irse de jeta con Nayeon sobre el mismo tema.

Taehyung había querido mantener el asunto en silencio, porque sentía que tal vez si nadie se metía, Jimin y Jungkook por fin iban a dar el paso. Así que cuando le contó a Yoongi, y este de inmediato llamó a Nayeon para echarle el chisme, por un momento pensó que la había cagado.

Pero su grupo de amigos estaba tan desilusionado al ver que Jimin y Jungkook no habían aprovechado la oportunidad que les sirvieron en bandeja de oro para llegar a algo, que Nayeon no tuvo ni voluntad de regar el chisme como siempre hacía.

—¿Nada más eso? —preguntó Nayeon—. ¿No cogieron, no hablaron, ni nada?

—Yo creo que nada —dijo Yoongi—. Porque por ahí anda Jungkook ignorando a Jimin y por ahí anda Jimin con cara de perro sin dueño.

—Literalmente tienen un mes en ese peo.

Mientras Nayeon rodaba los ojos, sin más nada que comentar, y Yoongi cambiaba el tema de conversación, Taehyung no dejaba de pensar en que podía hacer para resolver ese peo de una vez. Tal vez se iba a tener que robar unas esposas y amarrarlos a los dos por un mes.

Dejó a Yoongi y Nayeon en su tarea de planificar la caravana y fiesta de promoción de la promo, y se devolvió a su salón, donde encontró a Jimin viendo por la ventana a la cancha, efectivamente como un perro sin dueño.

—¿Sabes, Jimin? Jungkook no recibe señales telepáticas —dijo.

—Dejame intentar con señales telepáticas hasta el viernes —respondió Jimin.

***

Tal vez la semana de Jungkook no hubiese sido tan mierda si no hubiese decidido ser un orgulloso de mierda (otra vez).

El estaba tranquilo. Se había levantado al liceo reventado, pero renovado. Realmente no tenía razones para ir, además de ir a lucir su bronceado y joder. Las tareas habían terminado, y ahora solo esperaban por las notas. En otra situación capaz se hubiese quedado en su casa durmiendo.

Aun así, se levantó de su cama solo porque sabía que Jimin iba a ir.

¿Qué obtuvo cuando vio a Jimin?

Nada, porque no fue a hablarle.

Y luego Jimin tampoco fue a hablarle en todo el día.

Luego, Jungkook se molestó porque Jimin no fue a buscarlo, y no quiso hablarle al día siguiente tampoco.

Y cuando se dio cuenta, era viernes y pasaron toda la semana sin hablar.

Fue a la caravana, porque Nayeon lo llevó arrastrado del brazo.

***

—Bueno me estaba preguntando si querías ir al cine o algo —concluyó la chamita—. Otro día, claro.

Jungkook se quedó pegado. Aunque lo habían arrastrado ahí, se había ido tranquilo sentado al lado de Hoseok que manejaba, demasiado metido en sus pensamientos y en su arrechera autoprovocada como para estar consiente de la vida real.

Sabía que Nayeon y Hoseok lo trajeron, pero lo dejaron botado casi al llegar. Sabía que se había sentado al lado de Mingyu y los muchachos, pero no tenía ni puta idea de que le estaban hablando.

Luego vio a esta caraja acercarse. Le costó darse cuenta que hablaba con él.

Primera vez en su vida que le tocaba rechazar a alguien. Siempre era él a quien lo mandaban a comer mierda. Todas las veces que alguien lo invitaba, él estaba libre y aceptaba a ver qué tal.

Mala Junta || BTSWhere stories live. Discover now