45. El virus que está dando

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A razón del moribundo, Hoseok, Nayeon y Jeongyeon, fueron a hacer una vuelta rápida en el carro para comprarle unas pastillas a Jimin, y algunas otras cosas ya que estaban.

—¿Hoseok puedo manejar? —pidió Nayeon, con un tono dulce y amable poco característico de ella. 

—No —contestó Hoseok bajándose del ascensor. Jeongyeon los siguió hacia el estacionamiento, pasos atrás, mirando su teléfono.  

—¿Comó que no? —preguntó, ahora molesta—. ¿Acaso ya no me amas?

La conversación se alejó de Jeongyeon en la puerta del edificio, donde se detuvo a terminar de escribir su mensaje.  Su papá la había dejado ir de chiste y tenía que estar constantemente reportándose. 

Aunque no se lo había dicho, Jeongyeon sabía que solo había cedido porque iba Jimin. Tenía bolas que confiara en Jimin y en ella no, pero bueno, machismo. No quería más rollos, así que mandaba los mensajes cada 2 horas que su papá le pidió. 

Más por el bien personal que por el de Jimin, Jeongyeon se ahorró contarle a su papá que Jimin estaba enfermo y se estaba quedando en la casa. No era un detalle que su papá necesitará saber. Tampoco es que pudiera hacer mucho por Jimin tan lejos. 

Cuando terminó de responder, bajó el teléfono y se fue corriendo al carro antes de que la dejarán botada.

—¿Coño Nayeon en serio vas a ser tan malcriada? —todavia peleaba Hoseok, parado en la puerta del carro—. Acá no vamos a estar chocando carro prestado. Te dije que no y punto. 

—Ahh… ¿Así es la vaina?

***

Mientras Sana se vestía, Yoongi hacía las arepas y Jungkook se bañaba, Taehyung aprovechó para revisar el estado de su amigo, quien todavía estaba acostado en la colchoneta de la sala.

—¿Jimin no prefieres ir a dormir al cuarto? —le ofreció.

—Nop.

—¿Necesitas que te traigan algo más? Aún puedo llamar a Jeongyeon. 

—Estoy bien.

—¿Seguro?

—Seguro.

—¿No prefieres irte a Caracas? 

—Tengo gripe, Taehyung. No me estoy muriendo. 

Taehyung sabía que su amigo tenía razón, pero aún así le sentaba mal no poder hacer algo más por él. Irse todos a Caracas lo dejaría sintiéndose como que arruinó el viaje, y además, tenía razón que no se estaba muriendo. 

—Sabes que en China un bicho se comió un murciélago y ahora todos se están enfermando con una vaina rara —se metió Yoongi, asomado en el mesón que separaba la sala de la cocina.

—Ay, por el amor de Dios, cállate. Eso es por allá por China y Jimin no tiene nada de eso. Me pones nervioso. 

—Que nervioso, que nada chico —dijo Yoongi—. Que va a estar llegando esa verga acá tan lejos. Eso que tiene Jimin es un virus que está dando. 

—¿Bueno entonces para que te pones a hablar de virus chinos entonces? 

—Ni virus chinos, ni virus que está dando —habló Jimin, para luego tomar una pausa para estornudar—. Eso fue que me moje de lluvia el otro día. 

—Bueno, espero que se te pase con lo que te van a traer.

—Claro que se le va a pasar, Taehyung. Jimin lo que tiene es que aprovechar su tarde libre. Nosotros te dejamos casa sola y el hombre ya está engatuzado. Cualquier cosa, en el bolso de Taehyung en el primer bolsillo hay…

Mala Junta || BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora