40. ¿Coñazos? Espera, ¡hay más!

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Su papá los pasó buscando el sábado, a Jeongyeon y a él, a las 12 del mediodía, directo desde el aeropuerto.

—¡¿Cómo se les ocurre no llamar a tu mamá para avisar que estabas bien?! —les gritó su papá, a ambos, apenas se subieron al carro. 

—¿Yo? —preguntó Jeongyeon, haciéndose la loca—. ¿Y por qué no tú? ¿Sabías de mí y no se te ocurrió llamar a tu esposa?

Su padre no estaba para bromitas, aparentemente.

—Jeongyeon esa es tu madre y te estoy perdonando tu gracia porque se lo difícil que puede ser esa señora, pero…

Mientras pasaban los minutos, y la discusión seguía y seguía, Jimin se encogía cada vez más en su asiento, preguntándose para qué tenía que ir él también. 

La cola en la autopista no estaba ayudando, y para empeorar la situación, Jimin era el que estaba sentado de copiloto. 

—¿Entonces tú qué eres? —le preguntó su papá a Jeongyeon—. ¿Quieres ser niño? 

La lógica había abandonado el chat. 

—¿Papá qué coño estás diciendo? 

—Bueno yo no entendi una verga de lo que ustedes me dijeron.

—Me gustan las mujeres —aclaró Jeongyeon.

—Y a Jimin los hombres. Y no se escapa de su casa, ni hace un escándalo, ni mortifica a su madre, ni arma un lío en el liceo.

A Jimin la conversación le estaba entrando por una oreja y saliendo por la otra, hasta que oyó su nombre, y aterrizó de nuevo en la realidad. 

—¿Ah? —balbuceó Jimin, confundido. 

—Lo tenías escrito en la cara todo el tiempo —dijo su papá—. Además, tu mamá me lo dijo. Solo que era graciosa tu reacción al preguntarte por tu novia. 

***

Jimin pensaba con frecuencia en su mamá los últimos días. 

No era que no lo hacía normalmente, porque por supuesto extrañaba a su mamá. Solo que, en la última semana, la pensaba con un tipo diferente de sentimiento.

No pensaba en ella como la mamá que siempre había conocido, sino como una especie de protagonista en una novela.

Una novela donde su mamá había renunciando antes del momento cumbre. En las novelas era la protagonista la que tenía que enfrentar a su primer amor y a su mujer loca. No el hijo. En las novelas el hijo solo andaba por ahí de guevon y ya. 

El guión se esfarato cuando la protagonista agarró un autobús a Cúcuta, al parecer. 

Además, su mamá era la peor protagonista de novela de todas. No sólo se borró de la narrativa antes de tiempo, si no que de paso, le mentía. Le había dicho que no hablaba con su papá y no tenía ni idea de nada, y ahora resultaba que sí.

Jenny le debía un par de explicaciones.  

Recordó el sueño que había tenido el primer día que fue a Santa ARMY. Un sueño estúpido, donde el liceo era ridículamente grande, y lleno de gente rica, y en general era absurdo. 

Mala Junta || BTSWhere stories live. Discover now