Mala Junta || BTS

32. Tipos de Borrachos: El Despechado

Cuando Jungkook llegó a la casa de Jimin a las 9 pm, la cosa apenas estaba empezando.

Soojin a su lado, no lucía muy convencida de querer estar ahí. Cuando la había pasado buscando, prácticamente tuvo que rogarle para convencerla de ir.

Habían ido a muchísimas fiestas juntos, pero acá no había mucha gente del liceo o gente que Soojin tratara. Solo estaban algunos del combo de Jungkook y tal vez las amigas de Tzuyu por ahí coladas. Definitivamente no gente con la que Soojin se juntaba.

La intención era que se integrara un poco a sus amigos. No sabía cómo le iba a salir eso, porque Soojin era bastante antipática, pero esperaba por lo menos pasarla bien los dos.
Jungkook le echo un vistazo a la sala, y se sorprendió cuando a la primera persona que vio en bailando, fue a su hermano Seokjin.

Y tristemente me dijiste así: Me tengo que ir. Y no es por lo contigo está mi corazón. Tomó el amor de mis entrañas, de mi pecho y de mi alma, algún día volveré a estar aquí...

Se quedó viendo a su hermano tan impresionado, no sólo porque no tenía ni idea de que estaba invitado, sino porque bailando con Suzy hasta parecía que sabía bailar.

Jungkook lo decía todo el tiempo. En la repartición familiar, él se había llevado las habilidades sociales: bailar, ser gracioso, encantador, etc, y Seokjin se había llevado las habilidades que si generaban dinero.

Pero, o su hermano había agarrado clases de salsa y no le había dicho nada, o lo que siempre le faltó a Seokjin para bailar bien fue una buena compañera.

Jungkook tomó nota mental de mínimo bailar una canción con Suzy esa noche.

Su hermano rápidamente también notó su presencia.

—¿Qué me ves, cara de pez? —le gritó Seokjin, y con la mano le hizo un gesto, indicándole que se largara y lo dejara en paz.

Con todo el respeto que no tenía por él, Jungkook le sacó el dedo a su hermano, sin moverse de donde estaba.

Cuando la canción acabo, Suzy apenas le dio tiempo a Seokjin de respirar. Lo agarró y siguió bailando.

—CHACHAAA, SUELTATEEE —exclamó Jungkook—. GUÁRDATE LOS PASOS PROHIBIDOS PARA MÁS TARDE.

—Ah, pues. Estoy es empezando —le respondió Suzy.

—Así es que se habla, no jodaaa.

Con eso, Jungkook se sintió en ambiente y empezó a medio bailar y cantar la canción, aún sosteniendo a Soojin de la mano.

Su novia también tenía sus dotes de baile. De hecho, esa era una de las razones por las que Soojin le gustaba. Jungkook sabía la importancia de tener una buena compañera de baile. Pero se recordó que antes de ponerse a joder, tenía que ser educado y saludar al patrón de la fiesta, quien ahora que lo pensaba, no debía estar divirtiéndose mucho.

—¿Vamos a saludar? —preguntó Jungkook.

—¿Sabes dónde está el baño? —le preguntó, al mismo tiempo. Jungkook le dijo cómo llegar y Soojin quedó en ir a saludar ella después de saldar sus cuentas con la naturaleza.

Jungkook por su parte, no tuvo difícil el encontrar a Jackson. Estaba en la cocina, desparramado en una silla, con un vaso de ron puro en la mano. Con solo un vistazo supo que su amigo ya estaba vuelto mierda. Y no se refería solo a su estado de ebriedad.

—Ya mano, ¿vas a llorar? —le dijo Hoseok, en un intento vano de hacerlo sentir mejor—. Hoy es el día de tu hija, y tuyo. Suzy que mame guevo o no sé.