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49: La noche de la fogata

-¿ya tienes todo?- pregunto Dinah mientras se acomodaba el cabello; Camila asintiendo rápidamente.

-no puedo creer que me hayan convencido de esto- se tiró sin ganas sobre el gran sofá de su sala, Dinah sentándose a su lado.

-no es tan malo, ¿sabes? Considerando que en unas semanas todos no estaremos graduando. Esta es una buena forma para decir adiós- animó Dinah.

-no quiero decir adiós- susurro con tristeza –comencé el año queriendo que acabara lo más pronto posible y ahora no quiero que acabe en lo absoluto- una lagrima recorrió su mejilla –Dinah, quiero que esto dure para siempre. No quiero que nada cambie-

-Mila…- suspiró –todo tiene que cambiar ya sea para bien o para mal-

-no me estas ayudando- dijo Camila limpiándose la mejilla con la manga de su suéter.

-las cosas cambian y no hay nada que podamos hacer para evitarlo-

-Dinah, me estas deprimiendo aún más-

-¡déjame terminar!- demandó, Camila exaltándose de inmediato –las cosas cambian porque si no cambiaran entonces no tendríamos más que la pequeña porción de cosas que recibiremos en toda nuestra vida. Si no cambiaran tú y Lauren no podrían casarse, tener una hija y llamarla “Dinah”- la menor sonrió –si no cambiaran entonces no envejeceríamos y seriamos estúpidos adolescentes por el resto de nuestras vidas, cometiendo los mismos errores una y otra vez porque no hemos cambiado, porque no hemos salido de nuestra zona de confort- suspiró –te aseguro que ocurrirá esto mismo cuando termine la universidad, ¿y sabes por qué? Porque siempre van a haber cosas que queramos preservar una eternidad pero no podremos. No podremos porque aún nos esperan cosas mejores- Camila rápidamente se lanzó sobre Dinah, encerrándola en un fuerte abrazo.

-gracias- susurro.

Dinah sonrió –lo único que puede durar una eternidad es nuestra amistad, Mila- beso su mejilla en respuesta.

-te quiero, Dinah-

-y yo a ti, Mila-

El sonido del claxon inundo el lugar.

-¿lista?- pregunto Dinah mientras cogía su mochila del suelo.

-lista-

…

-¿Quién quiere comenzar?- pregunto Hunter mirando los rostros de cada uno de los presentes, los cuales, estaban desanimados –vale- dijo mientras se paraba de su lugar y se soltaba del agarre de Marissa –supongo que iré yo- tomo su cerveza y se dirigió al centro.

-chicos- trago saliva –supongo que los extrañare- sonrió burlón.

-vaya que eres profundo- comento Dinah.

-concuerdo con Dinah, podríamos no volver a vernos nunca ¿y es lo único que tienes para decir?- se quejó Brad, una mueca de dolor invadió el rostro de Hunter.

-no vuelvas a decir eso- dijo firme –no me importa si estamos en puntos infinitamente distantes en este puto planeta, nos volveremos a ver, quieran o no- Lauren sabía exactamente que estaba tratando se hacer y por la expresión en su rostro, no lograría controlarse; se soltó del agarre de Camila y corrió hacia Hunter.

-aún es mi turno- dijo fríamente.

-Hunter, no lo ocultes. Solo hazlo. Está bien- coloco su mano sobre su hombro.

-no puedo- trago saliva.

-por una vez, no seas el idiota que siempre eres y se tú mismo- con eso dicho, Hunter rompió en llanto agarrándose fuertemente de Lauren.
Todos alrededor se quedaron perplejos, incluso Marissa, nunca había visto llorar a Hunter;  lentamente todos se acercaron y volvieron un abrazos de dos, un abrazo colectivo.