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Lauren

Toque la puerta y espere que una linda Camila abriera pero en cambio abrió alguien más.

-¡Lolo!- grito la pequeña lanzándose a mis brazos e instintivamente la atrape.

-hola pequeña Sofí- sonreí.

-¿vienes a jugar?- pregunto entusiasmada y antes de que pudiera responder alguien nos interrumpió.

-Sofí no puedes abrirle la puerta a extraños- regaño una mujer de estatura promedio y Sofí se soltó de mi abrazo.

-pero mami- chillo –ella es Lolo, es amiga de Mila y yo la quiero- se acercó a ella y tiro de su pantalón -¿puede quedarse a jugar? ¿Sí? ¿Sí? ¿Sí?- suplico.

-está bien- dijo al fin –puedes pasar…- me miro confusa.

-oh- entendí –lo siento, soy Lauren Jauregui- extendí la mano y ella la tomo.

Sonrió –mucho gusto, Lauren. Yo soy Sinu-

Esta vez sonreí yo –el placer es todo mío-

-déjame llamar a Camila, aún debe estar durmiendo- se adentró en la casa y aproveche para revisar mi reloj las 10am: ¡vaya!

-¡Camila!- grito y escuche a Camila quejarse.

-¿Qué pasa?- respondió la chica.

-Lauren está aquí- escuche a Camila gritar y después un golpe; Sofí rio.

-mija, ¿estás bien?- pregunto en español.

-solo voy a tomar un baño rápido- respondió sin aliento.

Sofí se acercó a mí.

-¿quieres ver las caricaturas conmigo?- sonrió.

-me encantaría- tomo mi mano y me sentó en el sofá; estaba viendo Bob Esponja, ¡me encanta!

-¿quieres algo de desayunar, Lauren?- pregunto Sinu amable.

-no, gracias- respondí en español y esta abrió los ojos ampliamente.

-¿Cómo es que sabes español?- pregunto asombrada.

-mi madre, ella me enseño todo lo que se- sonreí.

-me gustaría conocerla alguna vez- dijo y yo no pude evitar desviar la mirada, ella entendió rápidamente.

-lo siento mucho- dijo apenada.

-está bien, mantener el dolor dentro no sirve de todas formas- le regale una media sonrisa y ella asintió.

-lamento haber llegado sin avisar, espero no haberlas despertado- dije apenada.

-para nada. Su padre debe ir temprano al trabajo y yo siempre lo acompaño mientras desayuna, luego Sofí baja y no me deja volver a dormir- reímos.

-¿entonces Camila duerme todo lo que quiere?- pregunte divertida.

-así es. Duerme bastante- sonrió y luego se adentró a la cocina.

-¿Lauren?- pregunto con una adorable voz.

-¿Qué sucede?- la mire.

-¿te gusta Bob Esponja?-

Realmente no entendía la razón de su pregunta.

-claro que sí, yo lo amo- respondí feliz –tengo un gran peluche de él-

-yo también- agrego la pequeña –no puedo dormir si no lo abrazo-

-¿puedo verlo?- asintió y subimos a su cuarto.

No era muy grande pero tenía lo necesario y estaba decorado de la manera que cualquier niña pequeña decoraría el suyo.