33.

9.5K 476 39
                                    

Camila

-realmente espero que el año que viene sea mejor- mencione débilmente y Dinah me regalo un sonrisa cálida.

-vamos, Mila- animó –estoy segura que todo fue una clase de broma-

-¿broma? ¡Han pasado semanas y ella no vuelve!- eleve mi voz y atraje algunas miradas.

-Camila…- suspiro –algo como ustedes no termina así de sencillo- menciono Marissa.

-han pasado semanas y nadie sabe de ella, ¡ni siquiera tú!- recordé y note como una mueca de remordimiento apareció en su rostro.

Nos mantuvimos en silencio; nadie había tocado su almuerzo en todo el rato.

-¡chicas!- la voz de Hunter inundo la cafetería – ¡Lauren ha vuelto!- grito y una débil sonrisa se pintó en mi cara.

-¿Qué?- dijimos al unísono.

-¡sí!- dijo entusiasmado –acabo de verla saliendo de la oficina de su padre- continuo.

Rápidamente me pare de mi lugar y comencé a caminar a la salida.

-¿A dónde vas?- pregunto Dinah siguiéndome.

Me voltee a verla -debo hablar con ella- dije en un tono bajo –quiero arreglar las cosas-

Dinah solo asintió, me voltee y entonces choque con alguien… Luis, lo que provoco que cayera al suelo.

-vale, nuevita- sus idiotas amigos rieron –creo que deberías comenzar a fijarte por donde caminas- no respondí; estaba paralizada y eso me hacía sentir completamente humillada -¿no hablas?- rió.

Voltee a ver a Dinah y se veía molesta, su mano ya formaba un puño y yo deseaba con tantas ansias que le rompiera la nariz.

-déjala ya, Luis- susurro Dinah.

-¿eh?- coloco su mano tras su oreja haciendo como si no hubiera escuchado –bien, nuevita; ya tienes nueva guardiana… espero que esta no se la hayas quitado a un chico- me quede boquiabierta y todos en un rango cercano rieron.

Me llene de rabia y cuando estaba a punto de decir algo, Lauren llego y me dejo sin aliento pero entonces beso a Luis y mi corazón se partió en mil pedazos.

Se separaron -es un poco temprano para esto, ¿no crees?- comenzó a acariciar su brazo.

-es todo su culpa, ella ha sido una idiota y ha chocado conmigo- dijo en burla y Lauren negó con la cabeza.

-siempre ha sido un tanto despistada- dijo sin emoción alguna y todos alrededor rieron –ahora vamos, estoy muriendo de hambre y no quiero perder mi tiempo con estas personas- Luis asintió y Lauren comenzó a caminar lejos.

-has sido salvada por mi novia, al parecer le agradas, Gaybello- volvieron a reír –ten un buen día- dicho eso se alejó.

Suspire tratando de calmar las lágrimas que se aproximaban: ¿QUÉ CARAJOS HABIA PASADO CON ELLA?

Suspire de nuevo pero me mantuve quieta.

-¿Mila?- susurro Dinah tocando mi hombro.

-¡déjame- grite, me levante repentinamente y salí corriendo lo más rápido que pude en dirección al baño.

Las lágrimas no tardaron en hacerse presentes y mi corazón en mil pedazos no tardo en esparcirse por toda la escuela: cada maldito recuerdo y promesa… ¡Nada de ello había sido real!

Después de pasar aproximadamente 2 horas en el baño llorando y otras 6 en clases, la campana de salida había sido un gran regalo porque no solo significaba que llegaría a casa y lloraría a solas por el tiempo que quisiera sino que ya no la vería, ¿Por qué? Vacaciones de invierno; poco menos de un mes libre de sus penetrantes ojos verdes mirándome como si lo fuera todo o el olor de su perfume cuando paso a su lado o el latido de su corazón que cuando estábamos juntas y a solas, escuchaba claramente que latía al mismo ritmo que el mío. A la vez una bendición y a la vez, un infierno vivo.

Salimos de la escuela y me despedí de las chicas, prometiendo mandarles fotos y mantenernos en contacto.
Comencé a caminar a mi auto y la vi; recargada en la puerta del piloto, con una chaqueta negra de cuero y un cigarrillo en mano.

Suspire, esto no iba a ser bueno.

-¿Qué quieres?- pregunte con un tono de enojo y ella volteo a verme confundida.

-¡oh, vaya!- dijo con sorpresa –me equivoque de auto- rió.

-bien, ahora lárgate- dije enojada.

-vale- se quitó de la puerta y la abrió para mí –todo tuyo-

-puedo hacerlo sola… gracias-

Un gesto falso de tristeza se formó en su rostro.

-eres realmente mala conmigo- reí sarcásticamente.

-no sabía que fumabas…- me interrumpió.

-ayuda en el estrés, no es algo de qué preocuparse- guiño su ojo derecho y yo volví a reír.

-oh, realmente no me interesa si eso te daña. Puedes joderte todo lo que quieras, Lauren- mi enojo volvió.

-realmente mala- repitió.

-enserio, ¿Qué carajos quieres?- avente mi mochila dentro del auto.

-yo…- miro al suelo –quería…- la interrumpí.

-oh, ¿ahora no puedes hablar?- me burle -¿Qué carajos quieres?- repetí y por primera vez en este tiempo, me miro a los ojos.

-quería…- se pauso –quería desearte buenas vacaciones- continuó –y espero que todo salga bien con la beca- sonrió débilmente y yo reí.

-¿es toda la mierda que tiene para decirme?- dije frustrada -¿es tu puta forma de disculparte por todo?- continué riendo.

Suspiro y volvió a desviar la mirada –Camila, yo…- la interrumpí.

-no quiero escucharte más, Lauren- me pause –solo vete- entre en el auto y ella rápidamente tomo mi hombro.

-Camil…- lo quite con gran agresividad.

-¡DIJE QUE TE FUERAS!- grite.

Ella intento hablar.

-¡TE ODIO, LAUREN!- reí para evitar que las lágrimas salieran –no sé cómo en algún momento pude estar enamorada de ti…- sus ojos se cristalizaron.

-vale, adiós Camila. Felices fiestas- dicho eso, tiro el cigarro al suelo, lo piso y luego se marchó.

La observe por el espejo retrovisor hasta que no la vi más y entonces rompí en llanto: me sentía como mierda porque enserio la amaba y seguía enamorada de ella pero al parecer todo lo que alguna vez me dijo no fue más que eso: mierda.

 La verdad era que le había entregado mi corazón y mis sueños, a alguien a quien no le importaba. 

You found me.Where stories live. Discover now