Capítulo XXIX

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La Final

El sudor cae por mi cara, tomo mi camiseta y limpio el líquido cansado de mi rostro.

Los silbatos y gritos invaden mis oídos, no me dejan pensar con claridad. Miro a las gradas, veo todos los estudiantes del instituto de un lado, y los otros estudiantes del otro equipo juntos. Tantas personas esperando mi tiro.

Minuto 89 del partido...

—¿Vas a patear tú? —Pregunta Chuck a pararse a mi lado, se veía tan cansado como yo.

Un tiro libre desde afuera del área grande para desempatar el partido, tenía que asegurar el partido.

Asiento y acomodo el balón para pegarle.

—Anda a cabecear, cuando patee corre hacia el portero, ¿está claro? —Le explicó cuando me levanto y tomo impulso.

Asiente y se aleja de mi lado en la dirección del área para cabecear junto a cuatro jugadores mas de los nuestros. El entrenador dejó subir solo a estos cuatro, no quería arriesgase

Un tiro libre de 30 metros, está lejos, pero tanto practicar con mi padre con balones pesados me da una ventaja ahora, es hora de ver si todo valió la pena.

Recuerdo como mi padre me gritaba la forma en que debía poner el pie para que el balón tomara mas potencia y velocidad.

Miró las gradas y no hay nadie de mi familia, siento un nudo en mi estomago, pero eso ya no importa en este momento.

Tomó cinco pasos de impulsó y suelto mucho aire para calmar mi respiración y pensamientos alterados por los ruidos. Suena el silbato que indica que tengo que patear.

Todo se hizo silencioso, nadie hablaba, nadie nada.

Corro hacia el balón y me saltó un paso cuando voy en dirección a la esférica, lo impacto con mi pie derecho con todas mis fuerzas.

La barrera se abre y el balón pasa justo buscando al portero que está en el medio. El portero se arrodilla para capturar el balón que va a media altura. El portero espera el balón que va directo a si pecho, pero comete un error y coloca las manos suaves, el balón resbala de sus manos y pega en su pecho y sale hacia adelante, todos suspiran cuando el balón rebota de las manos del portero del equipo contrario.

El portero se levanta y corre en dirección al balón, pero ya era tarde, Chuck estaba a solos pasos del balón, amaga a patear, el portero se tira hacia un lado, y Chuck después patea hacia el otro.

Vuelven los gritos de alegrías de nuestro lado.

¡Gooool!

Miró al cielo y cierro los ojos.

—¡Somos campeones! —digo para mí con mis puños apretados. Rió y recuerdo lo que le había prometido a Dániel y de golpe saltan encima de mí gritando campeón.

Lo que puedo es sonreír con felicidad el silbato suena y me indica que todo terminó.

Todos chicos corren hacia donde estaba Chuck, y lo levantan, se ven tan felices.

Me pongo de pie, voy directo a la banca y el entrenador me abraza gritando eufórico.

Me siento, tomó una botella de agua y me la bebo con tranquilidad mientras todos saltan y se levantan con felicidad. Los estudiantes bajan de las gradas hacia el campo, todos gritando campeón. El campo se llena de felicidad.

Varios pasan y me felicitan, miro en dirección a las gradas y está Megan  sentada. Se sintió tan bien al verla ahí, no estaba tan solo después de todo.

SUICIDE NOTE -∆-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora