SUICIDE NOTE -∆-

Capítulo XXXVIII

La luz entra a través de la ventana de mi habitación consiguiendo así romper mi sueño. Ya es de día nuevamente. Mis ojos están y se sienten pesados, no pude dormir absolutamente nada, cada vez que cerraba los ojos o trataba de dormir solo podía ver y pensar en Megan.

Cada recuerdo, cada sentimiento, sensaciones...

Me senté en la cama para tomar aire.

Cada palabra que ella había escrito en la nota me hacía negar con enojo y disgusto. Ella no escribió nada sobre mí. Yo solo quería algo que dijera que fue mentira, que fue un mal entendido, pero... No era así, todo era real. Fue cierto.

Me sentí mal al saber que mientras más pensaba más me daba cuenta que ella era alguien sin sentimientos...

Llevé mis manos a la cara y la froté con frustración.

Todo esto es una mierda.

Ella me mintió...

—¿Qué diablos estoy pensando? —me reclamé.

Ella ya no estaba, ya tenía que olvidarla, ¿hasta cuándo la iba a llevar en mi cabeza? Tenía que olvidarla, ya.

Cada recuerdo y faceta fue una mentira.

Yo tenía...

Tengo que dejar de pensar en ella.

***

Bajé y comencé a cocinar la comida de las chicas. Subí para levantarlas a todas y después ir a bañarme. Cuando me vestí y después fui a la cocina ya estaban las chicas comiendo. Otra vez la misma rutina, solo nosotros cuatro.

—Buenos días —saludó Anne desde su lugar en la mesa apenas me vio bajar por las escaleras. Se llevó la cuchara con cereal y leche a la boca como si fuese la mejor comida de todas. Era tan linda esa pequeña inocente.

Noté como Alison me observaba con la cabeza ladeada y un tanto sonriente.

—¿Qué ves? —Inquirí al pasar a la mesa y tomar un sándwich.

Alison sonrió y bajó la cabeza para concentrarse en su sándwich.

—Nada. Solo que estabas sonriendo, y es raro cuando sonríes —confiesa al darle una mordida a su sándwich.

—Ja, ja, ja —reí falsamente. Ella frunció sus ceño y sonrió—. Y eso fue una risa falsa por si no lo notaste —bromeé mientras pasaba en dirección a la cafetera.

Alison rió suavemente.

—Te lo digo en serio. Es muy raro cuando sonríes, pareces... No sé, alguien que no sabe sonreír —explicó sonriente sin saber cómo explicarlo.

—Gran explicación hermana —opinó Alianna que estaba concentrada en su tarea.

Sonreí por el comentario.

—¿Acaso crees qué soy un robot qué no sabe sonreír? —Pregunté hacia Alison al servirme café.

Alison abrió la boca para decir algo pero la interrumpieron.

—Eres como una especie de robot... No, no, mas bien eres como un androide —explicó Alianna al intervenir en la conversación.

Alison se quedó con expresión de confusión.

—¿Y? —Dudó Alison.

Reí por lo extraño que eran los comentarios de Alianna.

La hermana del medio apartó su sándwich a un lado y simuló acomodarse unos anteojos invisibles.