Capítulo XLIX

29 10 20
                                    

—¿Que harás hoy en la noche? —Pregunto cuando vamos saliendo del Parque.

Juliet sube a la bicicleta, mira y su vista se queda perdida en el fondo, como si pensara muy bien lo que hará esta noche.

—Tengo que terminar algunos exámenes finales y... —Especula. Y la entiendo, yo también tenía muchos exámenes finales muy pronto—. Pero mañana podremos salir a donde tu quieras.

—Claro, yo también debería preocuparme más por las actividades del instituto.

Ella sonríe y asiente antes de empezar a darle pedal a su bicicleta. Sinceramente por momentos pensé fue un destello del paso... Pero ¿Cómo podía pensar que ella estaba mal cuándo era increíble? Tan ella.

—Espérame —digo al verla con una larga ventaja.

Su risa crece y se siente como una burla de mal gusto.

—Tú eres Mc Queen ¿acaso lo olvidas? Puedes alcanzarme —se burla de mí. Lo sé—. Solo no te olvides de frenar.

Mc Queen nunca frena —trato de defenderme.

Pero curiosamente me había vuelto inofensivo delante de Juliet. Ya no servían las bromas y los gestos de malhumor que yo solía desprender. Los había perdido frente a ella. Ya no se enojaba, solo... reía.

—¡Por eso eres Mc Queen genio! —Escucho cuando cruza en la calle del Parque y se pierde de mi vista.

Bueno me había dejado, claro está. Pero poco a poco la alcanzaré... Cruzo en la cuadra, no soporto más y entro en modo Velocidad Enloquecida.

—¡Te alcanzaré, Tortuga!

La adrenalina de la velocidad me lleva impulsado. El cosquilleo en mi pecho me hace sonreír al pensar en sus ojos. Pero la emoción se pasma al ver del otro lado de la acera pasar una chica...

El corazón se me detiene al darme cuenta que es ella; su aroma a flores junto al del chocolate. El tono castaño de su cabello, con destellos rojizos. Todo mezclado. Es ella...

Megan.

Giro la cabeza al frente, mis manos tiemblan, siento mis labios palidecer y extrañamente un seco hundir en mi pecho.

Estaba aquí. Justo aquí.

Dejo salir un suspiro pesado, y busco sus ojos grisáceos pero no los veo en ningún lado. Vuelvo a fijar y la chica que confundí; tiene el cabello oscuro, de ojos tan marón como su cabello, y...

No era ella...

No estaba aquí...

Sacudí la cabeza para eliminar todos y cada uno de los restos de sus recuerdo que yacían aún en mí.

«No es ella, no lo es» pienso y dejo de pedalear. La brisa se siente fría en esta Tarde/Noche tanto así que seca el sudor nervioso de mi frente.

Ella no estaba aquí.

¿Dónde estará?

¿Qué hará?

¿Estará bien?

¿Estará con vida?

Aprieto mis mandíbulas hasta que me duelen los dientes, ¿aún no la olvidaba? ¿Aún dolía? ¿Aún la quería? Me tenso al saber muy bien la respuesta de esas preguntas.

Yo...

Empiezo a acercarme a la espalda de Juliet, ella mira por encima de su hombro y sonríe, pero se le borra la emoción lentamente con cada linea que avanzo hacia ella.

SUICIDE NOTE -∆-Where stories live. Discover now