Extra (Marcus)

35 9 17
                                    

(Noche que Megan huyó.)

Marcus.

La veo clavada de pronto en el medio de calle, mirando hacia alguna parte, pienso que es por la discusión que acabábamos de tener con mamá y papá pero no es por eso.

—¡Vamos Megan! ¡Maldita sea, muevete! —Ella estaba paralizada en el medio de la calle, no se movía, como si estuviese hipnotizada. Articula una palabra y da un paso hacia atrás del auto, miré hacia ese lugar y ahí estaba él, Andrew, tirado en la calle—. ¡Megan no arruines todo lo que planeaste por él, moriremos si lo haces!

Ni se inmutó por lo dicho, estaba como perdida en lo que hacía, en sus pensamientos, en lo tanto que sentía por él.

—¡Megan! ¡Tenemos que irnos ya! —No obtuve respuesta alguna de su parte, solo su ansioso caminar por su decisión.

Salí del auto al ver que no se detenía. La lluvia me empapó rápidamente, pero no quería verla morir, no por culpa de ese maldito de Chuck.

Corrí y pasé por el frente del auto para detener a Megan, pero me encogí por el golpe que tenía en el abdomen.

—Megan... —mascullé del dolor pero aún así mi hermana ni me miró. Fijé la vista hacia donde ella lo hacía y ese chico decía su nombre, suplicaba desde el suelo por Megan.

«Pobre...» Pensé al verlo tan derrotado y lastimado. Claro, Megan había dañado su relación por mí. No di ni un paso más, me quise morir y dejarlos vivir tranquilos como debieran hacerlo. Pero nada de eso sería posible si Chuck permanecía aquí.

Así que sostuve mi abdomen y soporté el dolor hasta que llegué Megan, que ni movía un músculo, pero era más que evidente que nada transmitía seguridad en sus ojos.

—Tenemos que irnos.

Mi hermana negó muy lento. Dudando, ella estaba dudando del su plan, de lo mismo que su maravilloso cerebro había planeado.

—Megan... él estará mejor si tú te vas. Su vida será más segura —comenté pero no expresó nada, solo su estática respuesta—. Vamos Megan, es ahora o nunca. Este es el único momento en el que podemos escapar.

Megan negó y sus lágrimas que no había notado se unieron con la lluvia. Unas gotas oscuras parecieron salir de lo más profundo de sus grises pupilas.

«Nos matarán» aseguré al entender un poco la situación que ocurría en este momento...

—Lo lamento Andrew —musitó mi hermana y el pecho me ardió. Ella lloraba, sufría por ese chico de cabello azabache y mirada adormilada.

Pasé la mano por mi cara para quitar las gotas de agua, e intentar entender muchas cosas sin abrumarme también. Pienso en Chuck, ¿cómo podimos haber dejado entrar a ese maldito a nuestras vidas? Nos robó la vida. Ahora mi hermana sufre como jamás pensé, como nunca creí verla fragmentada por sus acciones.

Dio un paso y después ella sorprendentemente avanzó hacia Andrew, corrió... Vi sus zancadas alejándose de mí, desplegándose de su larga vida por un amor, por algo que podría recuperar en cualquier momento... “Nunca estuve tan equivocado en algo como en eso último”. Corrí detrás de ella, la abracé y conseguí detenerla. Megan soltó un gritó furioso y desesperado, pero los dos sabíamos que no era más que impotencia y frustración.

—¡Vamos Megan, es por su bien y el nuestro!

Mi hermana no se movía, solo lloraba con todas sus fuerzas, tanta impotencia siendo demostrada por sus ojos y lágrimas. Porque muy en el fondo entendía que era lo correcto. Negué porque no podía verla así; tan rota y hundida en arrepentimiento. Pero eso era lo único que nos salvaría a todos, tanto a ella como a mí, y como a ese chico.

SUICIDE NOTE -∆-Where stories live. Discover now