Capítulo XLI

26 11 15
                                    

—¡Andrew!

—Uhm... —musito cuando no puedo ni abrir los ojos gracias al sueño.

—Andrew... Levantate —dice esa voz a la distancia.

—No quiero.

—Anda, tenemos que ir al instituto —recuerda y me siento pesado.

—No quiero.

Escucho su risa por toda la sala y después un cojín se estampa contra mi cara.

—Aug —me quejo sin aún abrir los ojos.

—Bueno, tendrás que irte solo. Ya es tarde y no quiero que me llamen la atención porque mi hermano no quiso mover su pesado trasero del sillón... —se detiene y siento como me olfatea de cerca.

—¿Qué rayos haces? Me siento olfateado —murmuro con cansancio.

—Hueles horrible, Andrew —comenta con una risa y eso me hace abrir un ojo y observarla. Parecía que lo decía en serio.

—Claro que no.

Ella alza una de sus anchas y delineadas cejas.

—¿Cuándo fue la ultima vez que te bañaste? —Pregunta sin dejar esa mueca graciosa.

—Ehm... Ayer —digo cuando vuelvo a pegar los ojos. Escucho una risa que me hace sonreír—. Te lo digo en serio.

—Ya, anda a bañarte —demanda y me levanto lentamente.

—Prepara café —suelto cuando voy subiendo al baño.

***

—¿Y cómo te fue en tu primer día de trabajo? —Pregunta cuando ya vamos caminando al instituto.

Que por cierto, era demasiado temprano. Aún estaba oscuro.

—Me fue bien, supongo —informo. Froto mis manos una con otra por el frío que hace en la mañana—. Hace un frío terrible.

Alison resopla y eso me hace mirarla.

—Eso pasa cuando te bañas, así son todas las mañanas —explica ella con seriedad.

—Claro que no.

Los dos nos quedamos mirando y después reímos.

—¿Y cómo te fue a ti? —Pregunto al darle un sorbo a mi café.

Ella ladea la cabeza y se forma una sonrisa tonta en su cara. Mira hacia el suelo y sus mejillas van ruborizándose poco a poco.

—No puede ser... —digo porque solo puede ocurrir una sola cosa para que ella esté así—. Te gusta un chico.

—Yo... No —Alison me mira y abre mucho los ojos como si tuviese miedo que alguien me escuchara.

Eso provoca que se cree una sonrisa de mí parte. Ella me da un puñetazo y consigue hacerme reír más.

—Está bien —aclaro al verla tan severa encima de mí.

—Eres un tonto.

—Pero yo no he dicho nada, solo dije que te gustaba un chico —recuerdo en suaves risas.

—Sí, por eso eres un tonto.

No sé por qué pero me causa gracia verla de esa manera.

—Vamos Alison, no te pongas así.

El silencio se crea entre nosotros cuando ya estamos a pocas cuadras del instituto. La miro y ella va concentrada en su destino, no dice nada.

Quiero decir algo pero no sé, pienso que no hice nada...

SUICIDE NOTE -∆-Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu