CAPÍTULO XII

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Revelación

Me tambaleo un poco y logró estabilizarme con unas sillas mientras trato de superar el mareo que se desvanece muy lentamente...

«¿Que había sido eso?» Pienso al experimentar aquel recuerdo tan lúcido de cómo conocí a Megan.

Levanto cabeza y me encuentro con ella a unos metros, sosteniéndose del columpio, llorando y sola, como la primera vez que la ví.

"Cuida a Megan, ¿sí?" Se repitió en mi cabeza lo que me había pedido mamá. Por alguna extraña razón sentía que debía hacerlo.

Por alguna razón no lograba verla como otra cosa que no fuera esa niña con la rodilla golpeada en el parque, simplemente era...

-Ranita... -susurré por el recuerdo que paseaba por mi cabeza.

-¿Cómo es qué te acuerdas de eso? -replicó con rapidez.

Por un momento vi a la niña de grandes ojos lindos que llevaba coletas, un tutu naranja, y el raspón en su rodilla. Cerré los ojos para concentrarme en lo que sí estaba frente a mí. Los abrí y el raspón ya no lo tenía allí.

Claramente había sido herida de otra manera. Pasó sus manos sobre sus ojos consiguiendo limpiar las lágrimas que restaban en sus mejillas.

-No sé, yo solo... ¿Estás bien? -inquirí, obviando la pregunta que antes hizo para concentrarme en ella.

Tampoco sabía muy bien como explicarlo, simplemente fue un lúcido recuerdo que había sido olvido.

-Sí yo, bueno... -Miró al frente a una silla que estaba a unos metros para concentrarse en ella.

-Oye -Intenté que el momento fuera menos incómodo.

-Ni siquiera se porqué estoy llorando, esto es una tonteria -dice con una sonrisa para nada graciosa mirando al cielo estrellado.

Tomé aire, miré en distintas direcciones sin saber qué hacer... Traté de buscar una sola cosa por la cual debía quedarme con ella, y la encontré.

Di un paso para acercarme a ella, me senté en el columpio a su lado.

Ella olía tan bien, un tenue olor a flores me rozó la nariz, inspirandome a guardar silencio y disfrutar del tiempo.

Así que decidido tomé mi bebida y le di un sorbo, mientras la música de la fiesta sonaba ajena.

-Te estarás preguntado el por qué te mentí, ¿cierto?

Giré y ella todavía tenía los ojos cerrados y la cabeza elevada al cielo.

-Ahora que lo dices, quizás -dije al darle un sorbo con desinterés a mi bebida.

Entreabrió un ojo y me miró con el rabillo desde la misma posición, después soltó un resoplido seguido de una risa.

-¿Quizás? -Bajó su mirada y noté como soltó aire por su respingada nariz lentamente-. No todo lo que dije es mentira...

De mi parte sólo hubo silencio, quería escuchar el resto de lo que ella tenía que decir, de como iba a excusarse.

-En realidad Chuck y yo sí fuimos novios -confesó sin mirarme.

Me encogí de hombros porque no me sorprendió como ella seguramente pensó que pasaría, en realidad quería saber la razón de su reencuentro.

-Ya habíamos terminado, pero él me propuso volver, y yo acepté... -continuó.

-Que bueno.

Volvió a sonreír, no como burla, más por su insolencia.

-El día que le diste la golpiza, él se quiso vengar, me buscó y dijo que te enamorara e ilusionara, para después yo romperte el corazón y así tener su venganza o algo así.

SUICIDE NOTE -∆-Where stories live. Discover now