Capítulo XXV

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❄🌙A & M🍁🍂

Visitamos cines...

—Que rico huele —saboreó Megan mientras traía los ojos cerrados y olfateaba con deseo.

—Sí, soy yo, es un nuevo perfume que me regaló mi novia —bromeé al oler el dorso de mi antebrazo.

Megan me da una mirada ladeada y suelta un suave puñetazo en mi hombro.

—El perfume no, tonto. Me refiero a las palomitas —aclara asiéndole referencia a que estábamos en la fila del cine, y a punto de comprar las palimitas—. Además ese perfume fue el más barato que encontré. —Expone al comenzar a reír.

—¡Ja, Ja, Ja! Que graciosa —suelto entrecerrando los ojos. Varias personas en la fila me observaron ante el exagerado gesto.

Megan ríe suavemente.

—Ya. No seas llorón —se quejó con un gesto de inferencia. Se dio la vuelta y me tiró su castaño cabello en la cara.

—Da, no deas dodon —traté de imitarla. Rió suave. Estaba de espalda a mí pero sabía que estaba riendo.

—Que infantil eres, Andrew —vociferó al negar aún de espaldas.

Le mostré los dientes pero obviamente no me vio, miré al frente y me di cuenta que una señora reía. Me sentí como un tonto. Quité la mirada y pero después yo también reí.

Me encantaba cuando teníamos estas tontas peleas.

—Ya. Bueno, pide las palomitas —le pedí cuando llegamos al final de la fila.

—Dos palomitas extra grandes, y dos Coca-Colas, una normal y una extra súper grande —hizo una pausa y me observó sonriente, me acerqué a ella.

—Te faltó el duper —le hablé al oído. Megan blanqueó sus ojos y volteó sonriente.

—La Coca-cola tiene que ser: extra duper súper grande. —hizo el pedido al chico. Y claro, la Coca-Cola extra duper súper grande era para mí.

Me di cuenta que el chico que atendía babeaba por Megan, el chico solo asentía sin problema cuando ella ordenaba.

A veces me molestaba que todos los chicos observaran a Megan de esa manera, pero a veces era gracioso.

—¿Tienes la noche disponible? —Le preguntó el chico mientras servía las palomitas en los baldes.

Megan me observó sorprendida, yo me encogí de hombro y levanté las manos en son de paz. Me sentía un poco celoso pero me daba igual.

Megan negó con la cabeza ante mi gesto, sonrió y se dio la vuelta para quedar reclinada sobre el mesón donde atenida el chico.

—¿Por qué lo preguntas? —Indagó de la manera mas coqueta posible.

El chico tartamudeó apenas y abrió la boca torpemente, seguramente pasaría por su cabeza algo así: Pensé que no me respondería porque soy un completo imbécil. O algo así parecido. Tampoco es que leo las mentes de los imbéciles.

El chico tragó, tomó una postura fuerte y segura de sí mismo. Megan sonrió y ladeó la cabeza. Me encantaba ver cuando jugaba con las personas.

Tomé las palomitas que el chico ya había servido y comencé a disfrutar de Megan coqueteando falsamente. Me di la vuelta y me alejé un poco.

El chico sonrió divertido. 

—Porque quería invitarte a salir, no sé, podríamos ir a—

—Un cine —terminó Megan por él.

SUICIDE NOTE -∆-Where stories live. Discover now