LIBRO 2 - CAPÍTULO 17

Depuis le début
                                    

—¿Lo estaba haciendo?—Preguntó él genuinamente sorprendido, sobándose la nuca.

Rodó los ojos. Ni siquiera lo había notado, pero era usual ya que no lo notara.

—Bueno, da igual, Akemi. Solo tengo ojos para ti y lo sabes—continuó, besándola en la frente con cariño—, así que no te molestes por eso, o por lo menos no conmigo.

Ella suspiró, asintiendo. Ya no hablaron más de eso, solo se regresaron al auto para esta ves sí dirigirse a la casa, en donde se encontraron a Mai y al Abuelo Zen cubiertos de tierra. Al parecer estaban practicando sus habilidades de jardinería juntos.

—¡Mis chocolates! ¿Me compraron mis chocolates?—Preguntó la pequeña Uchiha, dando saltos con emoción mientras observaba las bolsas que se dejaban en la encimera de la cocina.

Le recordó que ya había comido mucho el día anterior y que era dañino comer tanto, a lo que comenzó a gimotear y por lo menos esta vez su prometido no intervino.

...

—Shun y Sumiko se van a casar.

Ya era de noche cuando Akemi recordó que no le había contado a Shisui esa noticia, se le había olvidado por completo hacerlo. Él, que estaba acostado del otro lado de la cama, la miró sorprendido. La única luz en la habitación provenía de la lámpara posada sobre su mesa de noche.

—¿En serio?

Ella se giró sobre la cama para poder tener una mejor vista de éste. Ya era bastante tarde, pero no tenía sueño y al parecer su prometido tampoco, a diferencia de la pequeña niña que dormía profundamente entre ambos.

—Sí, me lo ha dicho temprano. Pienso que es genial—musitó mientras acariciaba el cabello de Mai, era liso y sedoso. Por reflejo, se fijó en su anillo de compromiso. Desde que se había enterado de esa noticia no podía dejar de pensar en que ese anillo llevaba cinco años en su dedo—. Los dos se ven bien juntos.

—Asistiremos, ¿no?

La pregunta la tomó por sorpresa. Se mordió el labio, no había pensado en eso. Era la boda de sus mejores amigos, obvio que tenía que asistir, pero era una idea que no le gustaba. No había vuelto en muchos años y solo de imaginarlo le causaba ansiedad.

—Sí, lo haremos, pero me asusta—admitió—. No sé cómo será todo cuando volvamos, ¿qué tanto habrán cambiado las cosas?

En particular no sabía nada de su familia, no preguntaba por ellos en las esporádicas conversaciones con Sasuke y él tampoco los mencionaba. Lo único que sabía, y gracias a Shun, era que Yami había sido internada en un centro psiquiátrico y tres meses después dio a luz a un niño, bebé que pasó a estar bajo la tutela de su padre, Itachi.

—Todo estará bien, ya verás—la tranquilizó Shisui, sonriendo suavemente—. No te agobies tanto, Akemi. Solo piensa en lo positivo, irás a tu tierra natal y verás a tus amigos. Eso es lo importante.

Le devolvió la sonrisa, asintiendo.

—Tienes razón. Además, apenas acaban de anunciarlo, seguro se tomarán su tiempo.

Así como nosotros nos lo hemos tomado, agregó en su mente.

Después de un rato hablando, Shisui decidió apagar la lámpara y la habitación se sumió en la oscuridad. Cerró los ojos, escuchando la respiración de su prometido y de su hija.

...

—El mes que viene.

Akemi miró a su mejora amiga, Sumiko, boquiabierta. Finalmente podía hablar con ella a través de una videollamada del tema de su compromiso.

Vous avez atteint le dernier des chapitres publiés.

⏰ Dernière mise à jour : Aug 16, 2020 ⏰

Ajoutez cette histoire à votre Bibliothèque pour être informé des nouveaux chapitres !

Deseos ProhibidosOù les histoires vivent. Découvrez maintenant