LIBRO 2 - CAPÍTULO 7

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CAPÍTULO 7: SILENCIO

Nota: Por un error de Wattpad, el capítulo anterior al publicarse no notificó a muchas personas de ello, así que si no lo han leído, vayan a hacerlo. Je, je.

No olviden votar, ¿sí?

Akemi sintió como todo a su alrededor se derrumbara. Una punzada de dolor atravesó su cabeza, al punto que cerró los ojos y se dejó caer junto al teléfono. Se llevó una mano a la cabeza, múltiples imágenes a gran velocidad aparecían.

Imágenes del accidente, las vueltas en el auto, los vidrios rompiéndose y los múltiples golpes.

Y los recuerdos sobre lo que sucedió antes también regresaron. Podía recordar la conversación por llamada con Shun, la discusión con Shisui y...

Abrió los ojos, llenos de lágrimas. En el suelo habían pequeñas gotas de sangre que se estaban deslizando desde su nariz, hasta caer.

Gimió, haciéndose una bolita. Lo poco que había recordado la había destrozado. Se llevó una mano al vientre, sollozando. Estaba embarazada, podía recordar la consulta a la que había asistido con Sumiko, también sus emociones en esos momentos, todo sobre ese día.

Incluso, el beso con Itachi. Apretó los labios, sintiendo el enojo calentar sus venas. Lo había hecho apropósito, la había besado para hacer que Shisui y ella se molestaran, pero no podía entender el motivo, o al menos no lo recordaba todavía. Se sentía asqueada, había sido besada por él, un hombre que decía ser su hermano mayor y que prometía cuidarla. No podía comprender la razón de hacer eso, los hermanos no se besaban.

También se trataba del culpable de la pérdida de su hija, si él no hubiera actuado así, ese accidente nunca fuera pasado y todavía estuviera embarazada. Ahora sabía qué era lo que con tanto afán su padre intentaba esconder. Pensó en su sueño, en Akari, lo cual hizo que su llanto aumentara. Hubiera sido una preciosa niña. Era cierto que no era su deseo ser madre tan joven, sin embargo, sabía que le habría terminado gustando porque iba a ser su hija, y de Shisui.

Probablemente Shisui no lo sabría, ella nunca tuvo la oportunidad de decírselo y en el Hospital no parecía saber qué se ocultaba. Tenía que hablar con él sobre eso, pero no hoy.

Hoy solo quería desahogarse llorando.

Por un lado, entendía que se lo ocultaran, después de todo decírselo a una persona con amnesia hubiera sido bastante fuerte, como en ese momento. Pero por otro, le hubiera gustado saberlo de boca de ellos, no por una llamada.

Se levantó, mareándose por el brusco movimiento. Se sujetó del escritorio y su vista se fijó en la foto enmarcada, donde aparecía junto a su familia en una fiesta de cumpleaños. Lo tomó entre sus manos y lo observó de cerca. Ella estaba abrazando el brazo de Itachi, ambos sonreían felizmente.

Lanzó el cuadro contra la pared, escuchando el vidrio romperse. Jamás lo perdonaría, ni aunque se arrodillara y suplicara por su perdón.

Se dejó caer en la cama y cerró los ojos con frustración. Necesitaba recordar todo lo que le hacía falta, para poder intentar entender.

No.

Basta de intentar entender las acciones de los demás, ya no valía la pena. Solo quería irse, alejarse de todos esos problemas. En esos momentos, necesitaba mucho de los abrazos tranquilizadores de Shisui.

—¡Ya estoy en casa!—Escuchó la voz de su madre, anunciando su regreso.

No se levantó, solo escondió su rostro en la almohada. Se sentía exhausta y mal, no quería tratar con nadie en ese momento.

Deseos ProhibidosUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum