Deseos Prohibidos

CAPÍTULO FINAL

CAPÍTULO FINAL

No se olviden de votar, ¿sí? 🥺

Abrió los ojos, una luz brillante la molestaba. Estaba en lo que parecía ser un campo, rodeada por una gran vegetación. El viento soplaba fuerte, moviendo su cabello en un suave compás.

A lo lejos había una niña con un vestido blanco mirándola fijamente, no parecía ser mayor de los seis años. Era hermosa, de cabello y ojos oscuros, su piel pálida brillaba bajo la luz del sol.

—¿Hola?—la saludó dudando, buscando a sus padres en la cercanía, pero no había nadie más—. ¿Estás pérdida?

La niña le sonrió divertida, inclinando la cabeza.

—Creo que la que está pérdida eres tú. —Su voz era dulce, como una melodía.

¿Estaba pérdida? Miró nuevamente el lugar, era hermoso y tranquilo. Sin embargo, no sabía que hacía ahí, pero tampoco recordaba dónde se encontraba antes.

¿Dónde estaba? ¿Qué estaba olvidando?

Sintió un dolor palpitante en su cabeza, que se alejó cuando una pequeña mano rodeó la suya propia.

—¿Quieres dar un paseo conmigo?—preguntó, sus ojos llenos de inocencia.

No pudo decirle que no, algo se lo impedía. Caminaron hasta que llegar a un enorme lago, sosteniendo la mano de la otra. De repente, la niña soltó su mano y se acercó corriendo, miró su reflejo en el agua y luego la llamó, haciéndole señas con una mano. La obedeció, sentándose sobre sus talones a su lado.

Ambas se miraron en el reflejo del agua.

—Somos parecidas, ¿no crees?—preguntó, con voz risueña.

Sí, había un gran parecido. El mismo tono de cabello y ojos, incluso la misma nariz. Era casi como si fueran hermanas o…

—¿Quién eres?—Dejó de ver su reflejo para mirarla, su cabello se ondeaba con el viento—. ¿Dónde están tus padres?

La pequeña no la miró, su vista fija en el reflejo. Pero algo en sus ojos había cambiado, ya no estaban alegres y se sintió culpable. Finalmente, después de unos minutos en silencio volteó a verla, esbozando una sonrisa triste.

—Soy Akari.

—¿Akari?—repitió, para luego sentir nuevamente ese dolor en su cabeza. Soltó un gemido, inclinándose hacia delante y colocando una mano sobre su cabeza.

Akari.

¿Qué estaba olvidando?

¿Por qué estaba ahí?

Una mano se colocó sobre su mejilla, fue obligada con suavidad a ver a la propietaria.

—Todo estará bien—le aseguró, ahí estaban esos ojos alegres otra vez—. Deberías volver.

—¿Volver a dónde?

Ella no respondió, se levantó y sus brazos le rodearon el cuello. Era cálida y olía a flores.

—Adiós, mamá—susurró en su oído.

Luego ya no podía verla, no podía sentirla. Otra vez estaba la oscuridad y quiso llorar, no quería alejarse de ella.

Volver.

Quería volver a su lado.

Entonces abrió nuevamente los ojos, pero esta vez no estaba en ese campo y no había una preciosa niña mirándola. Eran paredes frías y blancas, había maquinas a su alrededor, algunas conectadas a ella.

—Gracias a Dios, por fin despiertas. —Una sonriente mujer vestida con un uniforme blanco apareció a su vista—. Llamaré al doctor enseguida, no te muevas. Todos estarán muy contentos al saber que despertaste, Akemi.

—¿Akemi?—murmuró, sentía su garganta seca. Tenía mucha sed—. ¿Akemi soy yo?

La sonrisa se desvaneció, mostrando preocupación.

—Llamaré al doctor.

Y desapareció por la puerta, dejándola sola. Se sentía desorientada, no comprendía que estaba sucediendo. Lo único que había en su mente eran recuerdos de aquella niña que la había llamado mamá.

No había nada más.

Levantó una mano, era pálida y tenía algunos cortes y moretones, como si hubiera tenido algún tipo de accidente.

¿Quién soy?, se preguntó mientras la observaba.

FIN DEL LIBRO 1

No me maten, por favor. 😂 Les prometo que las recompensaré por haberlas hecho sufrir tanto. 👀

Me gustó mucho escribir la escena de Akemi y Akari. Quizás a algunas le pareció bobo, pero yo me siento bastante conforme.

Gracias a todas por sus lindos comentarios, las amo mucho. Es gracias a ustedes que me animo a seguir escribiendo.

Subiré el libro 2 aquí mismo, para evitar que se pierdan. ❤