f o r t y s i x.

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La noche de viernes había llegado junto a varios agentes emocionados por ese motivo; pues hoy irían a descansar después de una ardua semana de trabajo. Al parecer toda la ciudad había conspirado contra el CNP haciendo que el trabajo de aquellos siete días sea realmente hostil.

Gustabo, por su parte, se encontraba extrañamente emocionado. Presentía que hoy sería una buena noche.

Llegó junto a Jack del trabajo y ambos se decidieron por bañarse juntos, y cuando se hablaban de bañarse juntos, era simplemente eso.

Los dos se desnudaron casi a la par y se adentraron a la caliente agua artificial que caía por la regadera. Gustabo miró a Conway quien cerró sus ojos al sentir el tacto de la lluvia buscando relajarse.

—Ha sido una semana difícil —comentó el menor comenzando a enjabonar su cuerpo.

—Estoy harto de los jodidos gilipollas de esta puta ciudad —murmuró entre dientes el azabache aun con los ojos cerrados.

—Eres el superintendente, no sé qué haríamos sin ti.

—Estarían jodidos —afirmó el mayor. Gustabo rio.

—Tienes razón.

Intercambiaron lugares siendo el rubio quien estaba bajo el agua ahora. Jack untó shampoo en su mano y lo colocó en la cabeza de Gustabo comenzando a masajear su cabello con suavidad.

—Amo que hagas eso —sonrió el ojiazul cerrando los ojos con temor a que el producto entrara en sus ellos.

Conway solo sonrió ladino y siguió con el proceso de lavar el cabello de su bebé; eran simplemente momentos adorables que ambos procurarían atesorar en sus corazones.

—Abajo del agua, anda —le dijo el mayor haciendo que el blondo le hiciera caso automáticamente.

Cerró sus ojitos azules y arrugó la nariz mientras Jack enjuagaba el shampoo con olor frutal. Volvieron a intercambiar lugares, pero esta vez el superintendente comenzó a lavar su propio cabello.

Luego de varios minutos entre caricias y bromas, ambos salieron de la ducha secando sus cuerpos con una toalla.

—Que pereza elegir la ropa de verdad—bufó Gustabo colocando su ropa interior y lanzándole unos calzoncillos negros a su pareja.

—Ponte lo primero que encuentres, para mi estas hermoso siempre —le contestó Conway colocándose la prenda y haciendo sonrojar al menor.

—Últimamente estas demasiado cariñoso —el rubio se giró en su dirección y lo miró—. ¿Qué pasa?

—¿Por qué debería pasar algo? Es normal que sea así contigo, capullo.

—No lo sé, es más que de costumbre. ¿Dónde está mi hombre? —Gustabo frunció su labio inferior en un dulce morrito haciendo sonreír a Jack.

—Está todo bien, confía en mí.

—Jack —insistió—, a pesar de estar apenas unos meses juntos te conozco más que a mí mismo como para saber que te sucede algo. Soy tu novio, puedes decírmelo.

—Bien —bufó el mayor sentándose sobre la cama—. Tengo miedo, ¿vale?

—¿Miedo?

—Nunca fui desconfiado de mí mismo y mucho menos alguien con bajo autoestima. Pero desde que apareció tu amiguito, tengo miedo de que caigas en la cuenta de la diferencia de edad y decidas irte con él porque es más...para ti.

Gustabo sonrió enternecido y se sentó en el regazo de su novio colocando ambas piernas a sus costados mientras lo tomaba por el cuello obligando a mirarlo.

𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐢𝐬𝐬𝐮𝐞𝐬 ; intenaboWhere stories live. Discover now