t w e n t y o n e.

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𝓐viso: este capitulo contiene escenas sexuales a partir del siguiente símbolo (⚠) . se recomienda discreción y si no es de tu agrado, esperar la pronta actualización. gracias.

Unos pequeños rayos de sol se colaban tras las cortinas del ventanal de la habitación del superintendente

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Unos pequeños rayos de sol se colaban tras las cortinas del ventanal de la habitación del superintendente. Gustabo se removió entre las sabanas con pereza y abrió los ojos poco a poco acostumbrando su vista a la luz. Quiso voltear, pero el brazo de Jack se aferraba fuertemente a su cintura impidiendo el movimiento. Sonrió ante esto y, como pudo, quedó cara a cara con Conway quien dormía plácidamente.

Comenzó a acariciar su cabello negro con algunas canas que le daban ese aspecto de señor mayor que a Gustabo le fascinaba. Lo admiró con una sonrisa plasmada en su rostro por varios minutos mientras sentía su corazón dar un vuelco de felicidad; verlo tan tranquilo hizo que le dieran ganas de despertar así siempre.

No quiso molestarlo, pues sabía que no solía dormir bien hace bastante tiempo y tal parecía que esta vez podía hacerlo. Trató de sacar muy delicadamente el brazo del mayor buscando no despertarlo, pero no contó con que Conway siempre estaba alerta ante cualquier movimiento, por lo que se levantó sobresaltado.

—Lo siento, lo siento —se disculpó Gustabo agachando la cabeza apenado.

—No ha sido nada —negó con la cabeza algo adormilado—. ¿Que hora es? —preguntó refregando sus ojos.

—Las diez —respondió el menor mirando el móvil—. ¿Debes ir a trabajar?

Los ojos del rubio pedían suplicantes que dijera que no; y no es algo que haya pasado de alto para Jack.

—No lo sé —se sentó en la cama de espaldas al chico—. Tal vez puedo pedirle a Volkov que me reemplace.

Gustabo sonrió ampliamente ante la respuesta: —Vale, voy a hacer el desayuno.

Pero al levantarse de la cama; sintió un dolor punzante en la cintura.

—Joder —susurró adolorido.

Se levantó la remera y observó que la venda que le habían colocado en el hospital hace unos días y que Claudio le había obligado a no quitarse, se encontraba repleta de sangre. Al parecer no había cicatrizado del todo; cosa que preocupó al mayor.

En menos de un segundo, Jack cargaba a Gustabo estilo princesa y lo llevó hasta la cocina sentándolo arriba de la encimera; haciendo que las mejillas del menor se tiñan de color rojo. El superintendente se apresuró en buscar el botiquín de primeros auxilios en una de las alacenas, y cuando lo halló, comenzó a sacar los objetos necesarios para desinfectar la herida y parar el sangrado.

𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐢𝐬𝐬𝐮𝐞𝐬 ; intenaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora