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El segundo cumpleaños de los pequeños Oliver y Louis Conway había llegado.
El rubio corría eufórico por todo el jardín siendo perseguido por el tío Greco, mientras que Oliver jugaba con su prima Gina a colorear con crayolas.
—¡Ven aquí pequeño! —gritaba Greco persiguiendo a Louis.
—¡No! —exclamó riendo mientras miraba hacia atrás, cosa que hizo que cayera al suelo al chocar con algo.
—¡Louis! —gritó Horacio tomando en brazos al pequeño.
—Lo siento, tío Horacio —se sobó la frente por el golpe y el chico de cresta negó sonriente.
—No pasa nada cariño, solo ten más cuidado por donde vas. ¿Estás bien?
El rubio asintió y depositó un beso en la mejilla de su tío antes de que este lo dejara nuevamente sobre el césped para poder ir hacía donde estaba Greco tomando aire.
—Campeón, me he cansado —respondió agitado el comisario mirándolo con una sonrisa—. Ve a molestar a la tía Michelle.
—Vale —respondió sonriente el rubio y corrió hacia la mujer que lo recibió de brazos abiertos.
Una vez incorporado, Greco se dirigió a la mesa donde se hallaban la mitad de los invitados.
—¿Y Louis? —preguntó Serjay bebiendo un vaso de agua.
—Se lo he dejado a Michelle, ese niño saca fuerzas de cualquier lado —rio el comisario.
—¡Hola!
La voz de Yuu se escuchó a espaldas de los invitados, que se giraron a ver al oficial agarrado de la mano de su nuevo novio, Nikolai.
—¿Qué tal? —les sonrió Volkov mientras la pareja tomaba asiento.
—Todo en orden. No encontramos ni a Conway ni a Gustabo para saludarlos —respondió Nikolai quitando su chamarra.
—Fueron a buscar el pastel para los niños, porque les enviaron uno que no era el que Jack había pedido e hizo un escándalo como siempre —se encogió de hombros Ivanov.
—¿Y Segis? —le preguntó Yuu
—Fue a cambiar el pañal de Emilie.
—No puedo creer que todavía no conocí a tu hija —reclamó indignado Torrente.
—Pues no sé por qué —sonrió—. Igualmente, Segis y yo somos muy cuidas —rio Alexander—, Mira si el atrevido de Conway junta a su hijo con mi nena, no, no. Me niego.
—Pero... tienen dos años de diferencia y son unos niños apenas.
