𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐢𝐬𝐬𝐮𝐞𝐬 ; intenabo

t h i r t y s i x.

—Como se os ocurra tocarlo, os vuelo la cabeza —advirtió Nadando recargado en una mesa de madera. Ramen estaba a un lado suyo y Macaco con David se encontraban frente a él.

—Vamos hombre —sonrió Macaco—. Es solo diversión.

—No. Hay ordenes que seguir —contestó Ramen con seriedad.

—¿Desde cuándo seguimos ordenes de alguien? —bufó el castaño rodando los ojos

—¿Cuál es el plan de tenerlo aquí tanto tiempo? —se atrevió a preguntar David antes de que se generara una discusión.

—El calavera está manejando este trabajo, seguimos sus órdenes porque colaboramos con él y nos da la jodida pasta. Tiene algo pensado para esto, ahora cierra la boca y acata las ordenes —Nadando ya estaba perdiendo la paciencia—. Vamos a tenerlo aquí el tiempo que le salga de los huevos hasta que recibamos ordenes de disparar a matar.

—Vas a tener que explicarnos el plan nuevamente —habló Juanjo entrando al lugar con un cigarro en la boca.

—Joder... vamos a ver —aclarósu garganta—. Es el jodido CNP con el que estamos tratando, es obvio que van avenid a por nosotros, pero supuestamente élse iba a hacer cargo de dar el alto al fuego para negociar con Conway cara acara, solo necesitamos confiar en que no vamos a morir. (...)

Habían pasado tres días enteros desde la desaparición de Gustabo; Conway estaba al borde de perder la cabeza sintiendo que todo pequeño rastro de su novio se escapa de sus manos, el aura de felicidad característico de Horacio se había esfumado, el chico no sonreía y pasaba todo el día patrullando en busca de su mejor amigo.

Toda la comisaria estaba sumida en un silencio sepulcral; donde antes solían estar los agentes charlando sobre las bobadas del día, ahora se encontraba desolado. Cada uno estaba inmerso en encontrar al pequeño rubio de ojos celestes y suplicando que no sea en el peor escenario; temían por la vida del menor. Toda la malla le tenía un gran aprecio que no se solía conseguir a la ligera.

Conway refregó sus ojos antes de ponerse de pie. Por obligaciones de Volkov se había acostado a dormir unas horas en todos estos días. Y es que cuando un ser querido está en peligro; lo que menos puedes hacer es dormir y menos cuando eres el superintendente de la ciudad.

El sonido del teléfono fijo en su despacho lo alertó de manera brusca y lo cogió con rapidez.

—¿Quién? —preguntó al levantar el tubo

—¿Cariño? —la suave y temblorosa voz de Gustabo sonó a través de la línea siendo música para sus oídos. Él estaba bien.

—¡Gustabo! ¿¡Dónde estás!? —preguntó alterado. Un suspiro de alivio se escuchó de parte del menor.

—Yo... —pero una interferencia aguda hizo que hiciera una mueca disgustado.

Otra voz totalmente desconocida se escuchó en la llamada: —Vaya, vaya, Superintendente.

—¿Dónde mierda tienes a Gustabo, anormal? —preguntó con ira haciendo carcajear al sujeto.

—¿Y te crees que te lo voy a decir? —el hombre negó haciendo un sonido de desaprobación—. Vera, superintendente, tengo una propuesta para hacerle.

—Habla.

—Usted está familiarizado con los códigos 3, si no me equivoco —hizo un chasquido con la lengua—. Pues esto será igual, pero aquí no habrá persecución. Será como si rompiéramos negociaciones, pero con la negociación.

—Explícate, anormal —gruñó.

—Vamos a ver —aclaró su garganta antes de continuar—. Yo le voy a proponer cosas, lo que no acepte, será un disparo en Gustabo en el lugar que su padre elija. La recta final sería un tiro entre ceja y ceja, ¿Qué le parece? —exclamó feliz.

No podía dar crédito a lo que oía, realmente esta gente estaba demente.

—Negativo —contestó Conway.

—¿Negativo? Pues bien.

Un disparo se escuchó a través de la línea junto al grito desgarrador de Gustabo haciendo que el corazón de Jack se paralizara por unos instantes. Su sangre comenzó a hervir y apretó el tubo con fuerza.

—No estoy para tus juegos de policía corrupto —escupió con enojo el sujeto a través de la línea—. Llamaré en una hora, espero que tengas claras tus prioridades.

Comenzó a sudar y escuchó el pitido del teléfono haciendo que cuelgue inmediatamente y se eche a correr en busca de Volkov. (...)

Ya había pasado la hora; Conway, Serjay, Torrente y Volkov se encontraban en el despacho esperando la llamada del hombre, mientras que todas las unidades restantes esperaban indicaciones del superintendente.

Serjay tenía conectado un ordenador satelital que les permitiría rastrear la llamada telefónica cuando el 'atracador' llame.

El aparato sonó alertando a los presentes y Jack le hizo una seña a Tovara para que comenzara con el rastreo.

—Quiero suponer que lo ha pensado bien usted, señor Superintendente —la voz sonaba ironica haciendo que el enojo en su cuerpo aumentara en grandes cantidades.

—Si. ¿Qué cojones quieres?

—Joder, para empezar...—se lo pensó unos segundos—, pasta no vendría mal.

—¿Cuánto quieres?

—500 mil euros.

—Vale.

—¡Joder que fácil! —rio el desconocido—. Excelente, después hablaremos de la transferencia.

Serjay le hizo una seña a Conway de que tenían la ubicación; el plan comenzaba a ejecutarse.

—Me siento algo indispuesto, procede a negociar el comisario Volkov —informó Conway pasándole el tubo a Viktor quien asintió. Mientras que la persona detrás del teléfono sonreía maliciosamente y levantaba el pulgar indicándole a sus compañeros que todo estaba saliendo según lo planeado.

—Aquí Comisario Volkov —habló el ruso al teléfono.

Jack salió apresuradamente de allí seguido por el subinspector; se dirigieron a la armería en busca de las carabinas y se colocaron el chaleco antibalas.

—Informo, se encuentran en Rockford Hills a unos 800 metros de 'G&B', no sabemos la cantidad de hombres allí. Es un galpón amplio no va a ser difícil de distinguir, los que no portéis GEOS venid ahora a equiparse, los demás haced perímetro manteniendo una distancia considerable para que no os vean exceptuando Tovara y Leónidas, que vais a haced perímetro con Pegaso. A mis órdenes vamos a entrar, quiero a todos allí en menos de 10 minutos.

bueno,, tengo pensado muchas cosas y creo que voy a realizar una maldad, espero que tengan sus pañuelos descartables a mano 👀