f o r t y f i v e.

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—¡Macho macho man! —cantaban a todo pulmón Ivanov, Leónidas Horacio y Gustabo en los vestuarios de la comisaría.

Luego de una semana de reposo, se le había otorgado al chico de cresta un permiso para retomar su labor tomando denuncias y el menor, siendo un excelente amigo, decidió colaborar con la causa quedándose con él y ayudándolo con los civiles. Pero, ninguno de los dos sabía lo aburrido que sería aquello, por lo que se pusieron a hacer el capullo en los vestuarios, llevándose consigo a el oficial y al comisario

—¡I've got to be, a macho man! —la música frenó de golpe sobresaltando a los cuatros hombres en la sala.

Conway se encontraba de pie en la puerta de brazos cruzados, y a un lado de él estaba Volkov admirando la escena.

—Mira, que, de Horacio, Gustabo y Leónidas me lo imagino, pero, ¿Ivanov? —hizo una pausa el superintendente haciendo sonreír al comisario—, mentira, de ti también lo esperaba.

—Pero...—Horacio fue interrumpido.

—¿Qué cojones hacéis sin camiseta? —preguntó Viktor levantando una ceja.

—Es que...—Gustabo también fue interrumpido.

—Es que mira, ni me importa. Volved al trabajo súper nenas, antes que os dé con la porra a todos, incluido tu —señaló a su novio y este hizo un pequeño morrito asintiendo.

Jack junto a su colega salieron de allí dejando a los oficiales colocarse su respectiva camiseta de trabajo.

—Hay que ir a un bar el mañana por la noche —propuso Justin.

—Si a todo —respondió Ivanov.

—Pues claro hombre —sonrió Gustabo—. ¿Puedo llevar a unos amigos?

—Si es Emilio sí, ese sujeto me hace reír mucho con su acento —rio Alexander antes de volverse a ubicar su cinturón con sus respectivas armas.

—Si, a Emilio y Segismundo —respondió esta vez Horacio, quien había conocido al gallego hace unos días atrás.

—¡Segismundo! —carcajeó el comisario—. Ostia le tengo que decir a Conway.

—¡No! —se apresuró a suplicarle Gustabo—. Que si se entera me va a hacer una escena.

—Es mi mejor amigo, es como si yo te pidiera que le ocultes algo a Horacio —se encogió de hombros—, te quiero, pero la lealtad a los panas está primero.

Ivanov salió del lugar sin dejarle contestar a Gustabo quien resopló; ya se veía venir una discusión con su pareja. Horacio colocó una mano en su hombro dándole apoyo.

—Hablaré con Volkov para que cuide de que Conway no se ponga tan loco.

—No es eso...solo que no quiero pelear con él —admitió haciendo una mueca.

—No creo que él contigo si —lo hizo recapacitar su amigo—. Tal vez solo tiene miedo de que lo dejes por Segismundo.

Y es que Horacio no estaba tan errado (...)

La salida al bar con la gran parte de la malla estaba arreglada; algunos nuevos alumnos habían aceptado sin dudarlo para no desaprovechar la ocasión de llevarse bien con sus nuevos compañeros y otros simplemente aceptaron por el alcohol y el pequeño receso del trabajo.

Conway había dado la clara orden de que esta vez, en caso de emergencia, llevaran el taser a pesar de que en el club hubiera giardías con armas, no iba a correr el riesgo de perder a Gustabo de nuevo. Por lo que supuso que con la pistola de descarga eléctrica bastaría.

Estarían bastante alertas a cada movimiento, pero también disfrutarían de la noche ya que no solían salir a un bar todos los días, y menos teniendo un jefe tan estructurado como Conway.

Greco e Ivanov habían estado efusivos durante toda la semana planeando el horario donde sería la reunión; y acordaron que el viernes a las once de la noche en el bar 'Bahama Mamas' serían el lugar y hora perfectas

Fue el jueves por la noche que Jack accedió a que Segismundo vaya, y no fue por otra cosa más que las insistentes suplicas de su novio, quien ya le estaba hartando con el tema.

—Como lo vea sobrepasándose lo taseo —amenazó Conway sin despegar su vista de la televisión.

Era por la noche de jueves que la pareja se encontraba en el sofá disfrutando de un café caliente y de un filme antiguo que tanto le gustaban al mayor.

—No seas así —refunfuño Gustabo—, es solo mi amigo.

—Eres tan inocente, bebé —murmuró el mayor bebiendo un sorbo del café.

—¿De qué hablas?

—De que tu "amigo" —hizo énfasis en la última palabra—, te quiere follar.

—Cariño —Gustabo rio sin creer nada—, son imaginaciones tuyas.

—Ajá —dio otro sorbo—. Yo solo te aviso que si lo veo excediendo los limites le doy con el taser, y no me va a temblar la mano.

—Tranquilo, Don celos —se burló Gustabo tomando su mejilla obligando a mirarlo—. Yo tengo bastante en casa para andar mirando afuera.

Conway sonrió ladino y besó con dulzura a su novio; realmente disfrutaba de cada roce que tenía con él, lo quería tanto.

Tenía miedo que el menor se dé cuenta de la gran diferencia de edad y lo abandone yéndose con otra persona más joven como Segismundo, el cual, quizá y solo quizá, podría ofrecerle una vida más plena.

Decidió apartar esos malos pensamientos y dejar la taza sobre la pequeña mesa del salón antes de acurrucar a su pareja en su pecho y comenzando a dejar caricias en la parte baja de su espalda. Si de algo no se iba a cansar nunca Gustabo, era del tacto de Jack; lo relajaba de una manera sobrenatural y lo hacía sentir que en sus brazos todo estaría bien.

 Si de algo no se iba a cansar nunca Gustabo, era del tacto de Jack; lo relajaba de una manera sobrenatural y lo hacía sentir que en sus brazos todo estaría bien

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es algo cortito pero tengo cosas que hacer so,, si puedo actualizo más tarde

por cierto, por si les interesa, subí un one-shot grecostabo que pueden encontrar en mi perfil ♡

besitos para ustedes y disculpen la longitud del capitulo:(

𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐢𝐬𝐬𝐮𝐞𝐬 ; intenaboWhere stories live. Discover now