t h i r t y n i n e.

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—Debemos hablar de lo que pasó...—mumuró el mayor.

—Me voy —Gustabo se levantó de la mesa agarrando su abrigo.

—¿A dónde cojones vas, anormal?

—Al hospital —respondió algo obvio mientras se colocaba una sudadera.

—¿Y te crees que te voy a dejar solo?

—Creo que ya me molestaron bastante como para que vuelva a sucederme algo. Aun así, ven conmigo, pero apúrate, quiero ver a Horacio.

—Ajá —respondió Jack levantando una ceja sin moverse de su lugar.

El rubio lo miró exaltado: —¡Vamos, apúrate!

—Cariño —se puso de pie tomándolo por los hombros—. No sabemos qué pasará con Horacio. No esperes que esté despierto para cuando llegues, lleva un proceso.

—Lo sé, es solo que quiero verlo. Estuve al borde de perderlo.

—Pero no pasó —lo cortó Conway—. Espera que voy a buscar mi abrigo y vamos.

—De acuerdo...

El superintendente llegó a la sala con un jersey negro y ambos salieron de la casa montándose al coche del mayor. Nadie hablaba en el camino, el conductor solo acariciaba la mano de su novio dándole su apoyo.

Por segunda vez en el día, llegaron al hospital dirigiéndose a la recepcionista quien los miró sonrientes.

—Buenas noches, ¿en qué puedo ayudarlos?

—Hola, buenas noches. Buscamos las habitaciones de Horacio Pérez y Yuu Yagashaki —respondió Gustabo.

—Por supuesto, un minuto por favor —comenzó a teclear rápidamente en el ordenador—. La habitación del señor Yagashaki es la 108, y la habitación del señor Pérez es la 306, lo que sí, el señor Horacio está siendo atendido por un médico ahora mismo, no se va a poder a ingresar al cuarto de inmediato.

—¿Está bien? —preguntó preocupado el rubio mientras Jack tomaba su mano.

—Es solo revisión por protocolo.

—Vale, muchas gracias señorita.

—No es nada —les sonrió y la pareja se alejó en busca de la habitación de Yuu.

Tocaron la puerta escuchando una aprobación, adentrándose en la habitación.

—Buenas —saludó en un susurro Gustabo a Diego quien se encontraba a un lado de la camilla tomando la mano del rubio.

—Hola —les sonrió.

—¿Te han dicho algo? —preguntó Conway.

—Está estable y consciente. Solo se volvió a dormir porque estaba cansado.

—Me alegro.

—¿Horacio...? —preguntó con temor el alumno.

—¡No! —se apresuró a contestar el ojiazul sin despertar a Yuu.

—¿Está bien? —volvió a cuestionar Diego incrédulo.

Jack asintió: —Nos dijeron que todavía no podíamos verlo, pero estábamos en camino. Suponemos que no estará despierto.

—Qué alivio —susurró sonriente el castaño.

—Os dejamos tranquilos, solo queríamos ver como estaba.

—¿Te quedas tu? —indagó Conway

—Si. Esperaré a que despierte —contestó Diego.

—Vale, cualquier cosa avisa.

—10-4

Saludaron al alumno con un agite de manos antes de volver a salir del lugar encaminándose a la habitación de Horacio, pero mayor fue la sorpresa al ver a Volkov dormido en una silla frente a la puerta.

Cuando le iban a despertar, el sonido de la puerta los alarmó haciendo que Viktor despertase de un salto. Una enfermera salió de allí con una sonrisa.

—Ya pueden pasar.

oaaaa lxs asusté eh

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oaaaa lxs asusté eh.

como pueden pensar que puedo matar a Horacio siendo el mejor de todo el rol¡! 

no podía dejar al niño sin su merecido final feliz con el cabeza de hormiga <333

ya dejen de odiarme :( ,, besitos pa' ustedes muakis muakis.

𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐢𝐬𝐬𝐮𝐞𝐬 ; intenaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora