R. O. T. B. A. S. |4|

|785|

-La cuestión es que leí en un libro que las antigüedades que se sacan de tumbas antiguas siempre están cubiertas de Yin, una vez que un ser humano lo toca, él o ella pueden verse afectados por el Yin; a veces, la persona puede tener pesadillas y no puede dormir bien, y cuando empeora, la vida de la persona podría estar en peligro. ¿Ha oído hablar de eso antes? —Gu Ning preguntó.

Al escuchar eso, el hombre de mediana edad y el viejo pusieron una cara seria. 

-Lo he escuchado antes, pero aún no lo he visto en persona, así que no sé si es real o no.

-¿Siente frío cuando toca ese trípode de bronce? —Gu Ning preguntó de nuevo, pero fue con certeza.

Al escuchar eso, se pusieron un poco rígidos y mostraron expresiones de miedo; sentían frío cuando tocaban ese trípode de bronce, pero ¿Cómo podía saberlo?

¿Era verdad lo que dijo?

Pensando en lo que Gu Ning les acababa de decir, temblaron de miedo.

El hombre de mediana edad puso el trípode de bronce sobre la mesa y apartó las manos sin dudarlo, no quería creerlo, pero estaba realmente asustado.

-¿Quieres decir que este trípode de bronce podría estar cubierto de Yin? —preguntó el viejo.

-Sí —dijo Gu Ning en serio.

-¿Qué? —ambos estaban conmocionados.

-¿Cómo lo sabes? —preguntó el hombre de mediana edad.

-Tengo un bronce conmigo en este momento, y pueden compararlo con este —dijo Gu Ning, y fue a buscar su maleta.

Puso su maleta sobre la mesa y la abrió, el hombre de mediana edad y el anciano no se sorprendieron al ver tantas antigüedades, porque no sabían ni pensaban que todas fueran reales.

Gu Ning sacó un bronce y se lo entregó al viejo. 

-Por favor, siéntalo y échele un vistazo.

El viejo lo tomó, pero no se sintió incómodo en absoluto, luego comenzó a evaluarlo.

Después de mucho tiempo, el resultado estaba fuera; el bronce era real, lo que sorprendió al viejo.

-Por favor, deje este y sienta el bronce que acaba de comprar —dijo Gu Ning.

El viejo la escuchó y tocó el trípode de bronce que acababa de comprar.

En el segundo en que su mano tocó el trípode de bronce, sintió una frialdad incómoda y retiró la mano en un instante.

-Bueno... —el viejo quedó boquiabierto por un segundo. 

No podía creer que las antigüedades cubiertas de Yin fueran reales.

-¿C-cómo llegaste a saberlo? —el viejo le preguntó a Gu Ning.

-Lo siento, me temo que no puedo contarle muchos detalles. —Gu Ning, por supuesto, no les diría la razón— Los detuve porque sabía que este trípode de bronce les haría daño.

Como Gu Ning no estaba dispuesta a decirles, no insistirían.

-¿Qué debemos hacer ahora? ¿Deberíamos tirarlo? —preguntó el hombre de mediana edad.

-No necesitan hacer eso, si confían en mí, pueden dejarlo conmigo, y puedo quitar el Yin de este trípode de bronce, pueden venir y recuperarlo mañana; si no confían en mí, pueden elegir uno de las antigüedades reales en mi maleta como un intercambio —dijo Gu Ning.

-Confío en ti —dijo el anciano con celeridad.

El viejo lo había sentido él mismo, así que sabía que este trípode de bronce no estaba bien; si Gu Ning fuera realmente un mentiroso, no le importaría perder treinta mil yuanes. 

Por supuesto, también perdería varios millones de yuanes; sin embargo, en comparación con el dinero, se preocupaba más por su vida.

El hombre de mediana edad tenía dudas, pero no dijo nada ya que su maestro estuvo de acuerdo. 

Este bronce era de su maestro, no suyo.

-Ya que confía en mí, debería tranquilizarse. ¿Por qué no lleva este bronce consigo? Estos dos bronces tienen el mismo valor. —Gu Ning señaló el bronce sobre la mesa que el viejo acababa de evaluar.

-No hay necesidad, confío en ti. —el viejo lo rechazó.

El viejo entendió que Gu Ning estaba siendo amable con él, ella le había salvado la vida y él le debía un gran favor, por lo que incluso estaba dispuesto a enviarle este trípode de bronce como regalo.

Gu Ning sonrió y no dijo una palabra más.

-Oh, ¿puedo saber tu nombre? —preguntó el viejo.

-Mi nombre es Gu Ning —dijo Gu Ning.

-Creo que puedo llamarte chica Gu, mi apellido es Xiao, si no le importa, puede llamarme abuelo Xiao —dijo el maestro Xiao con una sonrisa amable.

-Claro, abuelo Xiao —lo llamó Gu Ning.

-Este es mi aprendiz, se apellida Chang, pero puedes llamarlo tío Chang —dijo el maestro Xiao.

-Mucho gusto, tío Chang —Gu Ning llamó al hombre de mediana edad.

En ese momento, escucharon muchos ruidos afuera, Gu Ning usó sus Jade Eyes y vio a varios matones entrar.

Supuso que podría tener algo que ver con la madrastra de Du Laifeng, en caso de que dañaran los productos, Gu Ning se excusó y salió de la oficina.

-Du Laifeng, ¿Cómo te atreves a comprar productos y administrar esta tienda de nuevo? —el líder de esos matones, Niu Ge, dijo con arrogancia.

-¿Qué quieres hacer? —Du Laifeng preguntó, pero esta vez no tenía miedo porque Gu Ning estaba aquí hoy.

-¿Qué queremos hacer? ¡Dañar tu tienda! —Niu Ge dijo— ¡Háganlo ahora! —dio una orden a sus compañeros.

Los otros cuatro matones corrieron a dañar los bienes a la vez.

-¡Deténganse ahora mismo! —una fría voz femenina sonó en ese momento.

Al escucharlo, todos se detuvieron y miraron a Gu Ning. 

Cuando sus ojos cayeron sobre el cuerpo de Gu Ning, quedaron atónitos y la miraron.

-Du Laifeng, no esperaba que escondieras tanta belleza en tu tienda. —Niu Ge caminó hacia Gu Ning— Oye, belleza, ¿por qué no eres nuestra chica? Du Laifeng está en grandes problemas ahora.

-Creo que tú estás en mayores problemas —dijo Gu Ning en un tono frío. 

Sin dudarlo, ella agarró el brazo de Niu Ge y lo arrojó sobre su hombro al suelo; ella también le dislocó el brazo el segundo antes de que cayera. 

Niu Ge gritó de dolor y su rostro se puso pálido.

Sucedió demasiado rápido, y todos quedaron boquiabiertos por la escena.