R. O. T. B. A. S. |4|

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-¡Por supuesto!

Todos estuvieron de acuerdo con entusiasmo.

-¿Hay otros productos para el cuidado de la piel además de la máscara facial? —preguntó otra mujer.

-Kouzi ofrece todo tipo de productos para el cuidado de la piel, y estoy segura de que cada uno de ellos es más efectivo que cualquier otro producto para el cuidado de la piel del mismo tipo en el mercado —dijo Gu Ning— Les sugiero que lo prueben primero antes de pagarlo.

-Aunque todavía no los hemos probado todos, hemos visto el gran efecto de la máscara facial y creo que los otros productos no podrían ser malos —dijo una mujer.

-Estoy de acuerdo, y confío en la señorita Gu —dijo otra mujer.

-Mm, ¿tiene algún efecto secundario? —alguien preguntó con preocupaciones.

Gu Ning sonrió. 

-Creo que es mejor que lo pruebes antes de comprarlo, tengo varias muestras conmigo y puedes compartirlas; una vez que los productos se entregan aquí, también puedes tener un cheque. En cuanto a los precios, establecemos los precios tan altos como esas famosas marcas internacionales, para que pueda comprarlos si cree que valen la pena; si no, puede elegir no comprarlos, todo depende de usted.

De hecho, los clientes de esta tienda eran todos ricos, podrían permitirse joyas de jade extremadamente caras, por lo que un conjunto de productos para el cuidado de la piel de alta gama no era nada.

Gu Ning dijo eso solo porque no quería obligarlos a comprarlos.

-Bueno, creo que si son efectivos y seguros, valen tanto dinero.

-¡Exactamente!

-Estoy de acuerdo.

Todos ellos ya estaban acostumbrados a comprar famosas marcas internacionales de cuidado de la piel, y no les importaban los precios.

Después de darles muestras, Gu Ning y Leng Shaoting se fueron juntos.

Esas mujeres, por otro lado, se quedaron en la tienda comprando joyas. ¡Podrían tener un 20% de descuento hoy después de todo!

Vinieron aquí para comprar joyas, como podrían tener un gran descuento hoy, muchos de ellos decidieron comprar más; además, algunos clientes potenciales tampoco dudaron en comprar las joyas debido al buen descuento.

Cuando salieron de la joyería, Leng Shaoting miró a Gu Ning con los ojos llenos de amor. 

-Eres realmente buena para hacer negocios.

-¡Ja, ja, por supuesto que sí!

Gu Ning se sintió muy feliz hoy, y no se molestó en ocultar su orgullo en sí misma.

Al ver a Gu Ning tan emocionada, Leng Shaoting también se sintió feliz, y había una sonrisa en sus labios.

Justo en este momento, dos transeúntes lo notaron y quedaron atónitos ante su encantadora sonrisa.

-¡Wow, es tan guapo!

-Siento que estoy enamorada ahora.

Gu Ning se volvió para mirar Leng Shaoting de inmediato, y luego dijo: 

-Deja de sonreír. ¡Las chicas no pueden avanzar un paso gracias a ti! 

Al escuchar eso, Leng Shaoting puso una cara inexpresiva sin demora.

-Prometo que solo sonreiré frente a ti —dijo Leng Shaoting.

-Excelente. —Gu Ning estaba satisfecha.

Cuando estaban en el automóvil, Leng Shaoting preguntó: 

-¿A dónde vamos ahora?

-Al hospital —dijo Gu Ning.

-No hay problema. —Leng Shaoting arrancó el auto y se fue al hospital.

En poco tiempo, llegaron al hospital.

En su camino hacia la sala, Gu Ning se encontró con los ojos de una mujer cuando caminaban uno hacia el otro; la mujer pareció sorprendida al principio, luego se enojó mostrando un fuerte odio.

Gu Ning no entendía por qué la mujer la fulminó con la mirada y frunció el ceño, porque nunca la había visto antes; Leng Shaoting también estaba disgustado, y le dio a la mujer una mirada fría, lo que la asustó, y ella giró la cara de inmediato. 

No se atrevió a mirar a los ojos de Leng Shaoting.

Gu Ning la ignoró y pasó junto a ella con Leng Shaoting.

Esta mujer era Lu Qiuting, ella miró a Gu Ning con fuerte odio debido a Feng Xueqin; pensando en las palabras de Liu Xinqi y la advertencia de Feng Pinghui, ella no tuvo el coraje de abofetear a Gu Ning. 

En realidad, a pesar de que quería devolverle el dinero a Gu Ning, estaba condenada al fracaso y no podía soportar las consecuencias de ello.

Hablando de Feng Xueqin, estaba en una peor condición en este momento, porque luchó mucho durante la desintoxicasión y las heridas en su rostro se desgarraron, lo que causó mucho sangrado. 

Torturó a Feng Xueqin más que nunca, y sintió que se estaba muriendo.

Al final, Feng Pinghui tuvo que enviar a alguien a comprar algunas drogas del club Earth Night para que se calmara.

Gu Ning ya escuchó la noticia de que Tang Jiayang había regresado, pero no lo conoció hasta que se reunieron en el hospital alrededor de las 6 de la tarde.

Tang Jiayang también había oído hablar de Gu Ning y había visto su foto. 

La admiraba mucho y estaba ansioso por conocerla en persona, finalmente, tuvieron la oportunidad de conocerse.

-¡Oye, Jiayang, ha pasado un tiempo! Te ves más fuerte ahora. ¿Quieres tener una competencia?

Cao Wenxin estaba en el hospital antes de Tang Jiayang, por lo que caminó hacia él una vez que apareció, como si fuera a pelear con él.

Tang Jiayang frunció el ceño y retrocedió un paso. 

-Escuché de Jiakai que dejaste de intimidarlo. ¿Qué, planeas intimidarme ahora?

Era obvio que no podía vencer a Cao Wenxin en una pelea.

-¡Eso es porque tengo un ayudante que puede vencerla! —Tang Jiakai dijo con orgullo. 

Él vino aquí junto con Tang Jiayang.

-¡Eres un cobarde, y recurriste a una chica en busca de ayuda! —Cao Wenxin se burló de él.

-Tú... —Tang Jiakai estaba enojado, pero no sabía qué decir.

-Vamos, golpéame si estás molesto. —Cao Wenxin disfrutó la sensación cuando Tang Jiakai estaba enojado pero no se atrevió a pelear con ella.

-Muy bien, deja de discutir, ya no son niños —dijo Cao Ruihua y criticó a Cao Wenxin.

Cao Wenxin hizo un puchero y cerró la boca.

Después de eso, Tang Jiayang saludó a la generación anterior antes de que su vista cayera sobre Gu Ning. 

-Hola, encantado de conocerte, soy Tang Jiayang. 

Era un joven maduro y estable, así que no mostró mucha emoción en su rostro.

-Encantada de conocerte también, soy Gu Ning. —Gu Ning sonrió y le estrechó la mano.

Ambos habían oído hablar el uno del otro antes, por lo que no era necesario que se presentaran el uno al otro.