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No importa qué, ya que la verdadera identidad de Tang Xinrui fue expuesta, Gu Ning tuvo que decirle a Quan Mingkai en este momento y dejarlo manejarlo; por lo tanto, llamó a Quan Mingkai de inmediato.

-Lady Ning, ¿puedo ayudar? —preguntó Quan Mingkai.

-Un amigo de confianza está vigilando de cerca a Tang Deming, y descubrió que Tang Deming visitó una casa hace un par de días; el dueño de la casa es Tang Xinrui, quien trabaja en el departamento de finanzas del Grupo Tanghuang —dijo Gu Ning.

Al escuchar eso, Quan Mingkai se sorprendió un poco, pero no estaba muy asombrado; sabía que Tang Deming tenía muchos ayudantes en el Grupo Tanghuang, que era una gran empresa, pero todavía se sorprendió al saber que Tang Xinrui podría tener una relación con la mente maestra.

Como ahora lo sabía, tenía que llevar a cabo la investigación; el departamento de finanzas era un departamento clave de una empresa después de todo.

Cuando eran casi las 6 de la tarde, Yu Zi fue al centro comercial Fengshang.

Rara vez iba a la tienda en estos días y pasaba la mayor parte del tiempo en la fábrica para diseñar y hacer vestidos.

Había dos formas de hacer vestidos, uno fue hecho a máquina y el otro hecho a mano; los vestidos hechos a mano fueron hechos actualmente por Yu Zi, y eran varias veces más caros que los hechos a máquina. 

A una máquina le llevó un poco de tiempo producir una bata, pero le llevó muchos días hacerla a mano.

Durante este tiempo, Yang Ziqian se mantuvo en contacto con Yu Zi, y a veces cenaron y vieron una película juntos; Yu Zi tenía una buena impresión de Yang Ziqian, por lo que estaba dispuesta a verlo una vez que estuviera libre. 

Esta vez, ella también vino aquí para encontrarse con Yang Ziqian.

Yu Zi ya compró un BMW blanco que costó setecientos mil yuanes, aparcó su auto, luego entró al centro comercial; sin embargo, Lin Tianyou apareció de la nada y la detuvo.

Yu Zi frunció el ceño y un toque de desdén brilló en sus ojos, ella lo ignoró e intentó alejarse; Lin Tianyou, sin embargo, atrapó su muñeca.

-¡Déjame ir! —Yu Zi luchó, pero no pudo deshacerse de su mano, ella lo fulminó con la mirada— Lin Tianyou, ¿Qué quieres?

-¿Estás saliendo con Yang Ziqian? —Lin Tianyou tenía una expresión maliciosa y cuestionó a Yu Zi, como si lo hubiera traicionado.

Yu Zi estaba enojada y se burló. 

-¡No es asunto tuyo!

-Eres mía, ¡así que es asunto mío! —dijo Lin Tianyou, y apretó su mano alrededor de la muñeca de Yu Zi. 

Yu Zi, en este momento, notó su reacción anormal.

Ella pensó que Lin Tianyou debía estar volviéndose loco, porque habían estado separados por más de un año.

-Lin Tianyou, no tengo ninguna relación contigo, ¡así que déjame ir ahora mismo! —Yu Zi luchó de nuevo.

-Yu Zi, ¿Cómo puedes lastimarme así? Ya prometí que te trataré bien por el resto de mi vida. ¿Por qué me rechazarías todavía? —dijo Lin Tianyou con una cara triste, como si él fuera la víctima.

-Lin Tianyou, ¿Quién te crees que eres? Solo me siento asqueada cada vez que te veo —dijo Yu Zi— Déjame ir ahora mismo, o llamaré a la policía. —Yu Zi perdió la paciencia.

Al escuchar eso, Lin Tianyou de repente se acercó a Yu Zi, lo que la asustó. 

-Lin Tianyou, detente ahí. ¡Déjame ir!

El grito de Yu Zi atrajo la atención de las personas a su alrededor.

Al ver a una mujer atrapada por un hombre, muchas personas caminaron hacia adelante, tratando de ayudar a Yu Zi.

Sin embargo, Lin Tianyou sacó un cuchillo con poca antelación y lo presionó contra el cuello de Yu Zi; Yu Zi estaba tan asustada que apenas podía moverse.

-¡No se acerquen o la mataré! —Lin Tianyou gritó a la multitud.

Para su asombro, el hombre se atrevió a usar un cuchillo para amenazar a una mujer en un lugar público.

-Jesús, ¿está loco? ¡Es un lugar público!

-Creo que lo meterán en la cárcel.

-¿Es esto un crimen pasional?

-¡Dejen de discutir! La mujer necesita ayuda.

-¡Llamemos a la policía!

Después de eso, alguien llamó a la policía.

Lin Tianyou, sin embargo, no prestó atención a la multitud, sino que siguió mirando fijamente a Yu Zi con un par de ojos inyectados en sangre. 

-Yu Zi, si no vuelves conmigo, te mataré.

-D-déjame ir primero. —Yu Zi no se atrevió a molestar a Lin Tianyou, en caso de que la matara una vez que perdiera el control de sí mismo.

-No, si no estás de acuerdo en volver a estar conmigo, no te dejaré ir. —Lin Tianyou amenazó.

-Claro, claro, estoy de acuerdo. —Yu Zi solo quería salvar su vida en este momento y calmarlo.

-¿De Verdad? ¿Lo dices en serio? ¿Me estas mintiendo? —Lin Tianyou no lo creía.

-Lo digo en serio —dijo Yu Zi.

-¡Pruébalo! —dijo Lin Tianyou.

-¿Cómo? —Yu Zi no sabía qué hacer. 

Se sentía tan indefensa en este momento.

-Yo-yo tampoco lo sé. —Lin Tianyou frunció el ceño. 

No sabía cómo hacer que Yu Zi probara su amor por él, porque inconscientemente creía que Yu Zi todavía lo odiaba; por lo tanto, incluso si Yu Zi descubriera una forma de demostrarlo, tampoco lo creería.

Yu Zi estaba desesperado.

Afortunadamente, la estación de policía estaba muy cerca del centro comercial Fengshang, por lo que la policía llegó al lugar en dos minutos.

Al ver a la policía, Lin Tianyou estaba asustado, y el cuchillo se sacudió en su mano y cortó el cuello de Yu Zi. 

Aunque el corte no fue profundo, Yu Zi gritó de dolor y la policía no se atrevió a avanzar.

R. O. T. B. A. S. |4|Where stories live. Discover now