El Tributo de Bilius Weasley

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El Tributo de Bilius Weasley

Toda la escuela estaba completamente eufórica. Cuando volvieron a entrar al castillo, el Gran Comedor estaba decorado con brillantes banners con el escudo de Hogwarts y sus colores, y las personas no paraban de acercarse y palmear a James en la espalda mientras las mesas se llenaban con el festín de fin de año, preparado desde las cocinas por los elfos domésticos. La diferencia en la sala de la noche anterior a esa noche era increíble –la actitud sombría ante la pérdida que había caído pesada en sus pechos fue reemplazada por un orgullo unificado que parecía envolver a casi todos (excepto los de Slytherin, claro). Honraron la memoria de Derek Bell en la forma más perfecta posible para él. Todos parecían emocionados por la victoria de Hogwarts.

Todos, claro, excepto Bilius Weasley.

Bilius había vuelto a la mesa de Gryffindor, pero se sentó en el final de la mesa, apartado de todo el mundo, y mientras los demás hablaron e hicieron que James volviese a contar la historia de cómo voló por encima de todos en el partido y el destello en la campana de la torre, Bilius solamente tenía la mirada clavada en el plato, empujando de un lado a otro su cerdo con papas con su tenedor, sin siquiera comer nada.

Lily volteó y notó la actitud callada de Bilius y eligió un momento para alejarse de la multitud de Gryffindor, ruidosos por la euforia de haber ganado, y se sentó junto a él.

-Hola, Bilius –lo saludó.

-Hey –dijo él, en voz baja.

Lily sonrió un poco, una sonrisa triste.

-El partido no estuvo nada mal, ¿eh?

-Sí, nada mal –respondió Bilius.

-Lamento lo que pasó –dijo Lily en voz baja- Sé que era tu mejor amigo.

Bilius asintió, apretando sus labios en una delgada línea y empujando del todo su plato. Dejó el tenedor en la mesa.

-Sí, desde que éramos niños. Realmente no recuerdo un tiempo antes de conocer a Derek... -la pierna de Bilius se movía debajo de la mesa, temblando con nerviosismo mientras intentaba contener sus emociones. Tomó una respiración profunda- A él le habría gustado el partido de hoy.

-Sí, le habría gustado mucho –acordó Lily- Y si Alice estuviese aquí, estaría rodando los ojos ante toda la importancia que le dimos al torneo el año entero.

Bilius asintió.

-Sí –rió... Y luego pareció darse cuenta de lo que hizo y su boca rápidamente volvió a la delgada línea en la que estaba entes, con una expresión casi de culpa plasmada en sus ojos.

-Está bien sonreír, Bilius –dijo Lily en voz baja.

Él negó con la cabeza.

-No lo entiendes.

-Tienes razón, no lo entiendo del todo, pero sí tengo una idea firme. Alice era mi amiga y ya no está, y mi mejor amigo en el mundo es Severus Snape, a quien todos en Gryffindor odian y todos los Slytherin me odian a mí, así que, básicamente, estamos separados todo el tiempo, y luego está mi hermana, Tuney, quien me odia porque soy una bruja –Lily se encogió de hombros- Ninguna de esas cosas es lo mismo que perder a tu mejor amigo, como te pasó a ti, pero... Sí comprendo lo que es la pérdida.

-Creo –habló Bilius en un susurro- Creo que Derek murió por mí... Quiero decir, para protegerme.

Lily miró a Bilius a los ojos.

-No, eh... No puedo recordar mucho. Me golpeé la cabeza con una roca y... Me siento horrible porque los últimos minutos de Derek están perdidos. Me he perdido lo último de él. Pero recuerdo que hubo chispas verdes. Recuerdo que algo me empujó. Y creo... Creo que fue él. Creo que Derek tomó el hechizo que estaba destinado a golpearme a mí. Creo... -los ojos de Bilius estaban llenos de lágrimas a ese punto y resopló su nariz- Debería ser yo quien esté muerto, no él.

Los Merodeadores: Segundo AñoWhere stories live. Discover now