El Almacén de Slughorn

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El Almacén de Slughorn

Sirius estaba sentado en el suelo con cuatro kits de ingredientes para pociones abiertos a su alrededor en el dormitorio, contando moscas crisposas muertas.

-Veintiuno –dijo Sirius- Eran veintiuno, ¿no es así, James? –miró a su amigo, quien se encontraba en la cama mirando la hoja titulada La Poción de Cambio en Liberando al Animago Interior.

-Sí –confirmó James- Veintiuno.

Sirius alzó la copa.

-Aquí los tenemos –se puso de pie y posó la copa sobre el escritorio, junto a las demás copas y bolsas que ya habían separado del kit- Esto es lo último de lo que tenemos –dijo, dándose la vuelta- ¿Qué es lo que tenemos que conseguir, entonces?

- Polvos de cuerno de bicornio, fluxweed y piel de boomslang cortado en tiras –respondió James.

Sirius asintió.

-Bueno, no es más de lo que pensé que necesitaríamos buscar.

-Tenemos que encontrar donde mezclar todo esto. No podemos simplemente hacerlo en la sala común –señaló James.

-Sí. Bueno –Sirius frunció el ceño- Cruzaremos ese puente cuando tengamos todos los ingredientes, supongo. ¿Tal vez en el túnel de la Sala de Trofeos?

-¡Brillante! –exclamó James, sonriendo.

-Tendremos que mantener a Remus lejos del túnel por el mes.

-No debe ser tan difícil.

La puerta del dormitorio se abrió y Peter atravesó el umbral, cargado con una bolsa llena de comida de la cocina. Era muy entrada la noche, el día después de San Valentín. Remus estaba en la Casa de los Gritos, lo cual le dio a los chicos tiempo para comenzar con el plan. James y Sirius habían comenzado animadamente a hacer listas y horarios, mientras Peter había ido a conseguir comida para mantenerlos a todos enérgicos mientras trabajaban.

-Traje sándwiches –anunció- Y cervezas de mantequilla, huevos cocidos y galletas con chispas de chocolate.

Sirius siguió a Peter hasta el escritorio, donde Peter estaba dejando la comida que había conseguido y Sirius animadamente tomó una botella de cerveza de mantequilla, lanzándosela a James, quien la atrapó con facilidad desde su cama, y tomó una botella para sí mismo.

-Buen trabajo, Peter –dijo Sirius con alegría, tomando un largo sorbo de la cerveza de mantequilla- Ah, esto es perfección.

-¿Ya averiguaron lo que necesitamos del almacén de Slughorn? –preguntó Peter, mirando los ingredientes que Sirius había ordenado en uno de los otros escritorios. Hizo una mueca al ver los insectos muertos.

-Claro que sí –dijo James. Sirius dijo algo que parecía muy similar a lo que dijo su amigo, pero era difícil saberlo dado que su boca estaba completamente llena de sándwich- Oigan, pasen uno para acá –dijo James, extendiendo su mano.

Peter le tendió un sándwich.

-¿Iremos hoy? –preguntó.

-Por supuesto –dijo Sirius, tragando el pedazo de sándwich con la garganta seca- Si no lo hacemos hoy, Remus hará preguntas sobre qué estamos haciendo y arruinará la sorpresa. Tenemos que comenzar con esto mientras él no esté o comenzará a sospechar.

-Sí –dijo James, quitando las orillas de su pan- Todo lo que tenemos que hacer es averiguar cómo mantenerlo alejado del pasadizo en la Sala de Trofeos por un mes hasta que la poción esté lista.

Peter resopló.

-Bueno, ese será un trabajo difícil, ¿no es así? –negó con la cabeza.

Sirius miró a James, preocupado, luego miró a Peter de nuevo.

Los Merodeadores: Segundo AñoWhere stories live. Discover now