Regreso a Hogwarts

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Regreso a Hogwarts.

Orion y Walburga estaban complacidos de deshacerse de Sirius, casi tanto como él estaba de deshacerse de ellos, de Regulus y Kreacher. Dejaron a Sirius sin cuidado en una esquina en la estación de King's Cross y se fueron antes de que él montara su baúl en el carrito para ir a la Plataforma 9 y ¾. Él bufó con indignación y luchó con el pesado baúl, sin poder levantarlo. De repente, el baúl se movió con facilidad y él alzó la vista para encontrarse con James Potter en el otro extremo del baúl.

-Hey, Black –lo recibió James con una sonrisa. Detrás de él, Sirius pudo ver a los padres de James llevando su baúl a otro carrito junto con la jaula de Bubo. James miró a Sirius de pie a cabeza- Caray, amigo, ¿qué diablos cargas puesto?

Sirius había pasado el último mes del verano recolectando artículos de ropa muggles cada vez que era capaz de escapar de casa. Había adquirido una peculiar colección de prendas. Pantalones rasgados, viejas camisetas con logos de bandas que en realidad nunca había escuchado, y una chaqueta de cuero que realmente le gustaba y usaba muy frecuentemente.

-¿No es maravilloso? Moda muggles. Ellos lo llaman punk rock –le informó a James- Es bastante rebelde.

-Luce como si te hubieses caído y rasgado el pantalón –dijo James, señalando el agujero en la rodilla de Sirius.

-No, no, son cortados así a propósito –explicó Sirius- Es cool.

-Si tú lo dices –respondió James, encogiéndose de hombros.

-Todos los muggles lo usan –respondió Sirius.

Dora se acercó a ellos, seguida de Charlus con el carrito.

-¿Este es tu amigo? –preguntó Dora sonriente.

-Mamá, este es Sirius Black –dijo James.

-Hola, Sirius –dijo Dora- He esuchado mucho sobre ti.

-¡Demasiado! –Agregó Charlus, sonriendo- Un placer conocerte –extendió una mano, la cual Sirius estrechó.

-También es un placer conocerlos, señores –sonrió Sirius.

Charlus guió el camino hacia la estación, mientras Dora intentaba desesperadamente disminuir el volumen del cabello de James mientras caminaban, sus manos cubiertas con poción.

-¡Basta, madre! –se quejaba James, alejando la mano de Dora- Ya has puesto demasiado de eso en mi cabello.

-¿Qué es eso? –preguntó Sirius, arrugando su nariz cuando el olor de la poción impregnó sus fosas nasales.

-Eso, mi muchacho –dijo Charlus, deteniéndose en la plataforma para darse la vuelta y mirar a Sirius- es la Poción Sleekeazy.

-Oh, santo cielos –susurró James, rodando los ojos dramáticamente. Sirius tuvo la impresión de que James había esucchado aquella historia más de una vez.

-La poción Sleekeazy es una mezcla muy especial que yo inventé en el trabajo en el Departamento de Utilidad Magica y Patentes Útiles en el Ministerio –dijo Charlus- Se utiliza para aplacar los rizos del cabello, si se usa correcta y regularmente –añadió mientras James corría sus dedos por su cabello, intentando volver a desordenarlo como estaba antes- Está basado en una magnifica esencia muggle llamada gelatina de petróleo. ¿Sabes lo que es eso, Sirius?

-No, señor.

-Charlus Fleamont Woodrow Potter –exclamó Dora, con un tono de voz que sonaba más de una madre regañando a su hijo que el de una esposa- Por todos los cielos, este niño no necesita una clase de química. ¡Vámonos antes de que pierdan el tren! –Empujó ligeramente a James para que comenzara a caminar- Tu primero, cariño.

Los Merodeadores: Segundo AñoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt