La Rebelión de Sirius

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La Rebelión de Sirius

-Evans ha estado escribiéndome –dijo Sirius. Era de noche, muchas semanas pasado el inicio del verano, y James y él estaban en sus camas con sus varitas iluminando el interior de sus sábanas, hablando a través de sus espejos encantados.

James, quien había estado mirando a otro lado hacía un momento, volteó abruptamente su cuello y miró a Sirius con ojos saliéndose de sus orbitas.

-¿Disculpa? ¿Evans? ¿Lily Evans? ¿Por qué?

Sirius se encogió de hombros, sonriendo. Sabía que eso molestaría a James y fue precisamente por eso que decidió comentárselo. Sin importar cuantas veces lo negara, era evidente que James gustaba de Lily Evans.

-Porque yo le escribí primero, supongo –dijo Sirius.

-¿Y para qué le escribirte? –preguntó James rápidamente, los celos haciéndose notar en su tono de voz.

Sirius se encogió de hombros de nuevo.

-Le escribió a todo el mundo, literalmente. Excepto a Quejicus, claro. ¡Me aburro, James!

James asintió, intentando estar relajado al respecto.

-Entonces, ¿qué le dijiste? ¿Qué te dijo ella? ¿Cómo ha estado su verano?

Sirius sonrió.

-Dice que ha sido horrible. Parece que Quejicus la ha estado ignorando.

-¿Ignorando?

-Sí.

-¿Cómo demonios podrías ignorar a Lily Evans? ¿Es eso posible? –preguntó James, incrédulo.

-Ella dice que ha estado ocupado –dijo Sirius.

James rodó los ojos.

-Sí, ocupado pasando tiempo con Malfoy y esa gente. Probablemente aprendiendo un montón de magia oscura.

-Es lo más probable –concordó Sirius- Ella dijo que yo podía usar su escoba para las audiciones de Quidditch, también.

James alzó sus cejas.

-Eso es amable de su parte.

Sirius asintió.

-Claro que sí. ¡Debo tener una gran posibilidad de entrar al equipo si no uso una de esas viejas escobas de la escuela todo el año! –sonaba bastante emocionado con el prospecto.

-Eso estaría bien –dijo James- ¿entonces Lily no adicionará?

-No sé. ¿Sabrá jugar Quidditch? –Dijo Sirius- Lo dudo mucho.

-La mayoría de los hijos de muggles no saben antes de entrar a Hogwarts, pero ella tiene su propia escoba.

-No sé –repitió Sirius- Tal vez pueda encontrar la forma de conseguir un poco de dinero de mi madre para comprar mi propia escoba –sinceramente dudaba que Walburga considerara darle dinero, dado que apenas le prestaba atención por cinco minutos, a no ser que quisiera recordarle que era una decepción para la familia.

-Tal vez –dijo James, pero sonó tan dudoso como Sirius se sentía.

Habían hablado muchísimo sobre los padres de Sirius. Sirius tuvo un gran enfrentamiento con su madre cuando ella se apareció en su habitación y descubrió que él había puesto montones de banderines de Gryffindor en las paredes y había cambiado con magia el color de su edredón a rojo granate en lugar de verde, como había estado antes. Cuando Walburga encontró las decoraciones de Gryffindor, no dudó en llamar a Sirius un amante de muggles y traidor de la sangre. Él se lo contó a James y, para llevar su rebelión a otro nivel, le pidió a James que le enviara vía lechuza montones de cosas muggles. La próxima atestada de revista de carros, motocicletas y música muggle había vuelto loca de ira a su madre y le prohibió el acceso a Adolf, la lechuza de la familia. Ellos simplemente comenzaron a utiliza a Bubo y no había nada que Walburga pudiese hacer al respecto. Sirius, viendo la ira de su madre, se convirtió en un fan obsesionado por la moda "punk rock" y las motocicletas, y Lily le envió un disco de un muggle llamado John Lennon. "Juro que él es magia", había escrito Lily en una nota que había sido enviada junto con el disco, "A pesar de que no es un mago". Sirius se memorizó una canción del disco llamada Imagine y la reproducía regularmente, a mucho volumen para el disguste de su madre. Con respecto a las revistas, había rasgado las páginas y las había adherido a las paredes de la habitación, cubriendo la pared entra con fotos de motocicletas. Los pedazos de su pared que no estaban cubiertas con cosas de muggles, estaban cubiertas con cosas de Gryffindor o cartas de sus amigos (los otros amantes de muggles, sangre sucia y traidores de la sangre que tanto detestaba su madre)

Los Merodeadores: Segundo AñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora