Los Merodeadores: Segundo Año

Buena Compañía

Buena Compañía

Jack Scout y el resto del equipo de Ilvermorny eran, por supuesto, lo único de lo que los estudiantes podían hablar. La mayoría de las chicas de Hogwarts se sentían atraídas por el rubio cabello de Jack y su marcado acento, el cual (como aprendieron al cabo de una semana) era el acento de Texas. Jack era de una ciudad llamaba Austin.

Otras de las chicas de Hogwarts estaban más interesadas por el cazador de Pukwudgie, Eric Danes, quien aparentemente era descendente de Nativos Americanos y tenía una larga cabellera negra trenzada hasta la espalda y una piel muy bronceada. Los rumores decían que Eric vivía en Arizona y sabía muchísimo sobre las leyendas de los primeros magos americanos, que su madre estaba asociada al área de la medicina y era muy talentosa en adivinación. La mamá de Eric Danes era aparentemente famosa en Estados Unidos, lo suficiente como para que cuando el profesor Kostos Mopsus, instructor de la asignatura de Adivinación, escuchó que él era uno de los miembros del equipo de Ilvermorny, le pidió a Eric que hablara en una de sus clases de adivinaciones.

Los chicos, claro está, se volvían locos por Dawn Gleason, cuya piel perfecta y cabello plateado eran producto del intenso sol de la costa de California, el lugar al cual ella llamaba hogar.

Parecía que todos sabían todo lo que había que saber sobre los estudiantes de Ilvermorny –de dónde venían, estadísticas sobre su temporada en la escuela y más –y pasaban la información en conversaciones susurradas en cada pasillo y rincón del castillo. Cualquiera con información actualizada se convertía instantáneamente popular hasta que la información hubiese pasado por todo el cuerpo estudiantil.

Derek, por lo tanto, era visto casi como una figura hecha de oro, debido a que era el único que hasta el momento conseguía hacerse amigo cercano con cualquier estudiante de Ilvermorny, incluso aunque fuese sólo por ser el capitán del equipo rival. Derek pasaba una gran cantidad de tiempo con los estudiantes de Ilvermorny, enseñándoles tanto como podía del castillo y hablando sobre las reglas y trivialidades con ellos. Había un montón de cosas importantes que se habían establecido específicamente para el torneo y los dos equipos pasaron siglos en charlas sobre ello... Algo que molestaba a James por todo el tiempo que le tomaba, pero al mismo tiempo lo emocionaba dado que eso significaba que era inmensamente popular por ser una de las pocas personas que podía obtener información sobre las personas de Ilvermorny.

-Meg Johnson es de un lugar llamado Seattle –le dijo James a Sirius un día. Había sido emparejado con Meg en la última reunión para conocerla mejor, dado que ella era la Buscadora de Ilvermony. A James le parecía que el cabello de Meg, que era muy rizado y tan alborotado como un algodón de azúcar, sería un estorbo cuando intentara conseguir la snitch si había viento. Aunque, pensó él, tal vez la snitch se quedara enredada en su cabello, y tal vez esa era su ventaja- Estábamos hablando de cómo era todo en Estados Unidos y en realidad suena un poco rudo.

-¿Rudo? ¿En Estados Unidos? –Sirius sonó sorprendido. Estaban a mitad de camino en el puente de piedra y miraban a un lado en la profundidad de los peñascos, disfrutando el tiempo entre clases, esperando a Remus y Peter, quienes habían vuelto al dormitorio a buscar un libro que Peter había olvidado. Sirius estaba sentado en uno de los alfeizares de la enorme piedra que delimitaba el puente, con su espalda apuntando hacia el peñasco de abajo, lo cual ponía nervioso a James; una buena soplada de viento y Sirius se iría por el borde, pero Sirius parecía lo suficientemente cómodo con eso, así que no dijo nada- ¿Qué tiene de rudo?

-Bueno, supongo no son muy amistosos con los muggles allá –respondió James- Meg dijo que era lo contrario. Dijo que la mayoría de las personas no creían que los muggles y magos debían interactuar, y no debían interferir con uno con la vida del otro, ni siquiera para salvarlos. Se mantienen separados todo el tiempo.