Conway admiraba con minuciosidad la casa de su agente. No era la gran cosa, pero tampoco estaba descuidada, y dio por sentado que el único que la mantenía así era Gustabo.

El reciente mencionado se giró en dirección a su superior y soltó una risa: —Sé que no es la gran casa como a las que debe acostumbrar ir usted, pero me esfuerzo por mantenerla.

Jack solo asintió y se giró en busca de una habitación: —Quiero creer que aquella es tu habitación, mariconetti —comentó señalando una puerta entre abierta que dejaba ver una cama matrimonial. El chico negó.

—No, señor. Es la habitación de mi padre.

—Y entonces, ¿tu donde coño duermes?

La pregunta lo incomodó, mas no podía negarle respuesta alguna a Conway: —En el sótano, es una habitación pequeña, pero me la arreglo.

—Joder —soltó el mayor en un susurro sentándose en el sofá.

—Ya le traigo el trago, señor.

Y sin más, Gustabo se adentró a la cocina. En ese momento, Jack aprovechó para enviarle un mensaje a Volkov.

Otaku

¿Cómo está?

Enviado 23:17

Horrible, lo has dejado inconsciente pero bien.

Los médicos dijeron que debería quedar internado un par de días a ver si despierta.

Recibido 23:18

Joooder. 

Estoy con Gustabo, esta preocupado por su padre.

Enviado 23:18

Normal, es su padre por muy idiota que sea.

En comisaría se lo ha llevado a rastras, no lo ha dejado ni despedirse de mí. Se le veía apenado.

Recibido 23:18

Que hijo de puta.

Vale, ya puedes irte a tu casa. Era solo para que lo acompañaras y me digas su estado.

Enviado 23:19

10-4

Hasta mañana, Conway.

Visto 23:20

Justo para el momento en que había dejado de hablar con Volkov, Gustabo había llegado con una cerveza y un whisky. Dejo ambas bebidas en la mesa frente al sofá.

—Aquí tiene.

—Gracias —murmuró para luego dar un gran trago.

—Joder, que le pasa como agua —rió el menor dándole un trago a su botella.

Ignorando el comentario del rubio, Jack lo miró: —Gustabo.

—Dígame, Superintendente.

—He hablado con Volkov recién, me ha dicho que lo más probable es que tu padre deba estar varios días en el hospital.

—Ostia —habló Gustabo con una aire de tristeza. Conway lo notó enseguida.

—Yo me haré cargo de ti en su ausencia —comentó con naturalidad, aunque en su interior estaba inquieto ¿Por qué coño actuaba sin pensar? Gustabo, quien justo estaba dándole un trago a su cerveza, se ahogó instantáneamente. 

—¿Cómo ha dicho?

—No me hagas repetirlo, anormal.

—Conway, perdón, Superintendente —se corrigió apresuradamente logrando soltarle una leve sonrisa al mayor quien disimuló tomando la bebida—. Tengo veinte años, puedo cuidarme solo.

—Corrección, diecinueve. Y me importa una puta mierda que creas que puedes con esto tú solo.

—He estado solo desde los catorce, prácticamente. He limpiado, cocinado, trabajado y todo para mantener mi casa, mi bienestar y el de mi padre. Lo siento, pero no necesito alguien que me cuide.

—Muy bien —se levantó del sofá dejando el vaso en la mesa—. En hora buena crack. Ahora ábreme la puta puerta.

Gustabo no dijo ni una palabra, solo se levantó al igual que Jack y se dirigió a la puerta para luego abrirla.

—Mañana a las nueve en mi oficina, con tus dos cojones.

Sin más que decir, salió y se subió a su vehículo para acelerar y desaparecer, rápidamente, de la visión de Gustabo.

Joder...

𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐢𝐬𝐬𝐮𝐞𝐬 ; intenaboWhere stories live. Discover now