Capítulo 51: Stripper.

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Venecia lleva un jogger color gris oscuro acompañado de una camisa corta color blanco que hacen que sus senos se vean inmensos, su cabello largo lo lleva suelto hacia ambos lados de su cara y sus labios pintados de un leve color rosado. Sus mejillas están sonrosadas imagino que porque estaba bailando y luce relajada, pero vamos, ese efecto lo causa el alcohol en todos.

— ¿Viniste a divertirte? —pregunta Venecia, moviéndose al ritmo de la actual canción.

— Eso creo.

— Bueno, estás en compañía de las mejores —asegura, tomándome de un brazo—. Vamos a bailar.

Isabella suelta una carcajada y nos sigue. A regañadientes comienzo a bailar junto a ellas, pero poco a poco el baile se va haciendo más relajado y mucho más espontáneo. Poco a poco me divierto con ellas.

Después de bailar unas dos canciones entre risas, nos encontramos exhaustas y con ganas de beber algo. Alessia se nos unió en la primera canción y ahora nos encontramos haciendo maniobras para intentar entrar a la cocina en busca de algo de tomar.

Durante todo el camino hacia la cocina intenté buscar a Mikhail o a alguno de los chicos con la mirada, pero no encontré a ninguno. Decidí que beberé algo en la cocina para hidratarme y luego les pediré ayuda a las chicas para ir a buscarlos.

Cuando por fin logramos entrar a la cocina, Marco —el novio de Alessia— nos sirve algo de beber a cada una.

— ¿No bebes? —cuestiona Alessia extrañada, mirando lo que me sirve su novio.

— Sí. Solo que no tengo ganas de embriagarme hoy —le hago saber mientras tomo el refresco que Marco me extiende.

— Qué aburrida —bufa Venecia, dándose un largo trago de lo que creo que es vodka.

— Seguramente tendrás una resaca asquerosa mañana —le hago saber mientras arrugo la nariz debido al olor de una mezcla con una gran variedad de alcoholes.

Venecia alza su vaso.

— Pero valdrá la pena. Te lo aseguro.

— Una resaca no se justifica con nada, Venecia —asegura Isabella, tomando un poco de su Coca Cola la cual creo está mezclada con ron.

— Pero eres Venecia y harás lo que se te pegue la gana —agrega Alessia, tomando un trago de su vaso.

Yo me mantengo en silencio tomando mi Coca Cola.

— Así es —acepta.

Cuando ya todos tenemos algo de beber, decido pedirles ayuda.

— ¿Me ayudarían a buscar a Mikhail? —les pregunto luego de haber acabado mi refresco.

Venecia asiente.

— Claro.

— ¿Dónde fue la última vez que lo viste? —cuestiona Isabella.

Tuerzo una mueca.

— Cuando llegué.

Alessia suelta una carcajada.

— Creo que me perdí cuando las vi a ustedes.

— Somos la perdición, lo sé —bromea Venecia, haciendo que Isabella ruede los ojos.

— ¿Hablas de los Gadaff? —el novio de Alessia interviene. Yo asiento con rapidez—. Los vi en el patio trasero, a un lado de la piscina.

Mi rostro se ilumina.

— ¿Me llevan?

Todos asienten y comienzan a guiarme a dicho lugar.

Después de atravesar lo que llamo el área congestionada, alias la sala principal de la casa, podemos por fin salir al patio trasero que es una locura al igual que allí adentro.

Estrella Fugaz © [Completa ✔] Where stories live. Discover now