Capítulo 4: ¿Hace calor aquí?

17.2K 1.1K 686
                                    

— Mira, ahí están los chicos —informa Nazareth señalándolos y comenzando a caminar hacia ellos.

Mi cuerpo no reacciona y simplemente sigue con la mirada los pasos de mi amiga. Me siento fría, imagino que debo estar del color de un jodido papel. Mi respiración se entrecorta y siento la boca seca. Típicos efectos que hay en mí cuando veo a Nomar, efectos que claramente aborrezco.

— Vamos —me apresura Nai, tomándome de la mano y arrastrándome a mi propia perdición.

Nomar está de espaldas a mí por lo que no se percata que voy hacia él. Habla plácidamente con West y sus otros dos primos. Naza abraza a Nomar por la espalda, éste le devuelve el abrazo aún sin percatarse de mi presencia y la de Nairobi.

En este momento quisiera ser un ñandú y esconder mi cabeza bajo el asfalto, si hago eso probablemente quede con una enorme zanja en la frente y puntos de saturación en ella, así que me abstengo de hacerlo.

West ya se dió cuenta, lo sé porque una sonrisa maliciosa se apodera de sus labios. Él sabe todo acerca de mi estúpida obsesión y enamoramiento con Nomar, por eso pido a Dios que no se le ocurra hacer nada alocado y dejarme al descubierto.

Cuando ya estamos más cerca puedo escuchar su voz.

Siento que mis piernas se vuelven gelatina, mi piel se calienta y puedo asegurarles que no es por el sol precisamente.

De solo pensar en tenerlo cerca...ah, me hace temblar.

¿Qué me has hecho Nomar? ¿Un amarre? Porque creo que esta obsesión contigo no es para nada normal.

— ¿Donde está Nai? —pregunta Nomar al notar que falta su otra prima.

Trago saliva, mis nervios están al borde. De solo pensar que sus ojos me enfocarán con esa mirada coqueta con la que siempre me observa, siento que me dará un paro respiratorio en cualquier momento.

Sabe que me muero por él y lo utiliza a su favor.

Reverendo imbécil.

— Estoy aquí —informa la mencionada sin soltar mi brazo.

Todos se dan vuelta para mirarnos y bien...quisiera tener la capa de invisibilidad que le dan en navidad a Harry Potter en el primer libro.

Ay por Dios.

No lo miro, creo no sentirme lo suficientemente valiente para hacerlo. Tal vez, si llegara a hacerlo, me desmayaría apenas sus ojos oscuros enfocaran los míos.

Puedo sentir la intensidad de su mirada sobre mí, ya saben, como cuando sienten que alguien te mira fijamente. Bran, uno de sus primos, se acerca a mí y me enfunda en un abrazo que me toma por sopresa.

— ¡Prima! —me saluda mientras yo le correspondo el abrazo.

Me llama así desde conoció a Esther, quien es mi prima, creo que siente algo por ella pero mi prima no le da ni la hora.

— Hola —musito por lo bajo mientras me separo dulcemente de él.

Vuelvo al lado de Nai para sentirme muchísimo más segura, todos parecen observarme y eso está molestandome.

Edinson, el otro chico que mencioné, me mira y sonríe.

— ¿Qué tal, Edison? —lo saludo para no ser descortés.

«¿Ahora qué?».

No puedo sólo ignorar a Nomar, creo que sería más que obvio que algo pasa y además sería descortés no hacerlo.

Antes de que pueda abrir la boca para saludar a mi crush, West lo hace.

— ¿No piensas saludar a Nomar, Natalie? —insinúa West aguantando la risa.

Estrella Fugaz © [Completa ✔] Onde histórias criam vida. Descubra agora