Capítulo 28: Cara de culo.

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Nomar se da cuenta de quién se trata y se tensa inmediatamente. Esperemos que no explote como si fuera dinamita. Antes de terminar de llegar, él se detiene.

— Creo que es hora de irme —dice, extendiéndome el peluche de cerdito.

Lo tomo.

Nomar tiene la mandíbula apretada y los puños de igual forma. Sé que está conteniendo su rabia o celos, lo que sea, lo está conteniendo y eso me alegra y me da cierto grado de tranquilidad.

— Gracias por la charla —agradezco, dándole una sonrisa de medio lado.

— Cuando quieras —esas palabras hacen que las mariposas revoloteen en mi estómago—. Buenas noches, Nat.

Se da vuelta y comienza a caminar por el mismo lugar por el donde veníamos. Suspiro, fue genial hablar con él, nuestra cita fue todo un éxito, creo. Fue divertida y nadie salió herido, así que sí, fue todo un éxito. Si bien no hubo besos, ni nada parecido, creo que sirvió para conocer parte de nosotros mismos que ninguno de los dos conocía.

Dejando a Nomar a un lado. ¿Qué hace Mikhail a esta hora en mi casa?

Me acerco a ellos.

Se dan vuelta y me sonríen —bueno, solo Aisha lo hace—, la primera en hablar es Aisha.

— ¡Hola! —chilla acercándose y dándome un abrazo— ¿Dónde estabas? Vinimos a buscarte para ir a cenar.

Frunzo el ceño.

— ¿Cenar?

Mikhail asiente, parece irritado.

— Sí, te enviamos cientos de mensajes —me explica Aisha al ver que Mikhail no habla.

— Yo —mierda, no he visto en toda la noche mi celular—...no he revisado mi celular.

Ella sonríe, comprensiva.

— No te preocupes, te esperamos. Ve a cambiarte.

Asiento un tanto confundida.

— Ah, por cierto, lindo peluche —señala el cerdito que tengo en mis brazos y yo le sonrío.

— Gracias... —comienzo a abrir la puerta— ¿Quieren pasar?

Decido ser cortés. Sería de muy mala educación dejarlos ahí de pie esperando.

— ¡Sí! —acepta Aisha.

— Paso —zanja Mikhail. Su tono es frío. ¿Qué le pasa?—. Estaré en el auto. No tarden.

Con eso, se retira hacia el auto. ¿Qué mosco le pico? No entiendo su extraño comportamiento.

Frunzo el ceño y niego con rapidez.

— Pasa —le digo a Aisha, ella pasa encantada y yo cierro la puerta tras nosotras— ¿Qué tiene Mikhail?

Se cae de hombros y comienza a revisar su celular.

— Supongo que te vio con el chico con el que venías —responde de lo más relajada. Me quedo estática—. Le dije que se calmara, que de seguro es un amigo.

Carraspeo. Mierda. Nos vio.

¿Qué demonios haces? ¿En serio te preocupas por Mikhail? Lo de ustedes es falso, recuerda.

Cierto. Lo había olvidado, pero aun así es mi novio falso. ¿Acaso no debo darle una explicación falsa o algo?

— Si...el chico con el que venía es mi amigo...gay.

Ella deja el teléfono a un lado y me mira, está inspeccionando a ver si hay alguna mentira en mis palabras.

— ¿Amigo gay? —pregunta con confusión.

Estrella Fugaz © [Completa ✔] Where stories live. Discover now