Extra #1

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Día en el que Mikhail y Natalie se conocen.

Mikhail.

— ¿En serio tenemos que rogarte, Mikhail? —Matt suelta un suspiro mirándome desde la silla giratoria de mi habitación.

— Esto es el colmo —Shawn se tira justo a mi lado mientras suelta un suspiro igual.

— Les dije que no quiero ir. ¿Es muy difícil para sus cabezas procesarlo? —inquiero, mirando con fastidio a mi hermano.

No sé quién mierda les dijo que yo tenía ánimos para ir a un club nocturno hoy.

Me siento totalmente asqueroso. Estudié ayer hasta tarde, no he podido pegar el ojo hoy y ellos insisten en llevarme a un club para que tenga sexo con alguna chica.

Justamente ahora creo que el sexo no puede arreglar mis problemas.

— Estoy cansado —bufo, acomodándome sobre la cama, listo para dormir.

— Deja de ser un imbécil, Mikhail, y levántate justo ahora —Shawn me lanza un cojín por la cabeza, haciéndome apretar la mandíbula. No existe nadie que pueda detener al intenso de Shawn acompañado del imbécil de mi hermano.

— ¿Por qué insisten en qué conozca a una chica? —alterno la mirada entre Shawn y Matt, quienes ya están listos para irse de fiesta. El único que falta soy yo.

— Porque debes tener telarañas en el pene, Mikhail. No sé desde cuando no tienes una erección provocada por una mujer —resopla Matt, mirándome con severidad—. No pareces un Gadaff, hermano.

— Matt, tú perdiste la virginidad a los diecinueve y tienes veintiuno —reprocho con una sonrisa divertida—. Si hubiera sido tan macho alfa como dices seguro la perdías a los quince.

— Mikhail, querido, no estamos hablando de pérdidas de virginidad porque si mal no recuerdo tuviste sexo con Enmy hace un mes —habla Shawn, lanzándome una camisa que recién sacó de mi closet.

¿Por qué nunca había visto esta camisa? Necesito hacer donación, ya no sé qué hacer con tanta ropa.

— Vaya, no sabía que te habías cogido a la rubia —espeta Matt con los ojos bien abiertos. Ruedo los ojos sacándome la camisa del pijama para ponerme la que Shawn me pasó.

Bien, tendré que ir con ellos. Sé que si no lo hago probablemente me sigan fastidiando hasta que me explote la cabeza.

— Moría por él, era justo que después de todo le diera lo que ella pedía —habla Shawn, mirándome con coqueteo—. ¿Qué tal se sintió?

Arrugo mi nariz y mis cejas en una clara negativa.

— No hablaré de sexo con ustedes —les digo, poniéndome de pie para ir en busca de un pantalón.

— ¿Con quién lo harás? ¿con tu psicóloga? —inquiere Matt, haciendo que mi mejor amigo estalle en carcajadas—. Soy tu hermano y Shawn es tu mejor amigo. Debes contarnos tus experiencias sexuales con la rubia.

Niego, tomando un pantalón del closet para luego ponérmelo.

— No diré nada —los miro a ambos son seriedad.

— Eres un idiota —Matt rueda los ojos, para luego ponerse de pie y mirar su teléfono.

— Ya cállate —espeto, caminando en busca de mis zapatos.

— Tienes cinco minutos, Miki miki —ruedo los ojos ante el apodo de Matt. Odio que me llame así—. Sino vendré por ti.

Estrella Fugaz © [Completa ✔] Where stories live. Discover now