Estrella Fugaz © [Completa ✔]

Capítulo 40: No es un error.

— ¡Felicidades, inteligente! —Enmy sale detrás de un sofá y se aproxima a él.

No la había detallado; tiene un pantalón alto de mezclilla común —que por alguna razón le queda como si se tratase de la mismísima Kylie Jenner— y una camisa blanca con un escote pronunciado que deja a la vista un hermoso bralette color negro.

Lo rodea con sus delgados y finísimos brazos. Por alguna razón mi estómago se encoge, pero solo me dispongo a caminar hasta donde mis amigas están de pie, una distancia prudente del aludido.

Mikhail le devuelve el abrazo con el mismo cariño, susurrando un gracias en su oído.

— Te traje un obsequio —recuerda ella, dirigiéndose al sofá y sacando una pequeña cajita de color blanco de su bolsa.

— No debiste —Mikhail le sonríe de lado, una sonrisa genuina que me remueve las entrañas.

Tiene el cabello castaño peinado levemente, una camisa negra con un pequeño dibujo de una carita feliz en su pectoral izquierdo, sus pantalones son negros y zapatos también.

— Creo que Mikhail pensó que esto era un funeral en vez de una fiesta —musita Rachell por lo bajo, solo para nosotras.

Sonrío de lado, sabiendo que yo también había pensado eso.

Mikhail abre la pequeña cajita y se encuentra con una pequeña pulsera de cuero color marrón bastante simple.

— Tenías una así cuando niños ¿recuerdas? —le sonríe, emocionada, y en sus ojos puedo reconocer algo...ella realmente está enamorada de Mikhail.

Ese pensamiento se siente como si un caballo me hubiese pateado en el estómago.

— ¿Te gusta? —suena expectante, Mikhail asiente inmediatamente.

— Muchas gracias, Em —la vuelve a abrazar y yo aparto la vista.

— ¿Qué pasa? ¿celos falsos? — bromea Naza, haciéndome girar los ojos.

Cuando terminan los abrazos y felicitaciones, la única que falta soy yo. Shawn ya me sirvió otra copa de champage y me encuentro bebiéndola con las chicas, Aisha y Caleb.

Mikhail se acerca a nosotros con una sonrisa amplia. Su mirada fija en mí, yo solo hago como si no lo noto.

— Hey —saluda Mikhail, adentrándose en el pequeño círculo.

— ¡Hey! Llegó el más inteligente de todos en esta sala —lo recibe Rachell, para luego beber de su copa.

Mikhail rueda los ojos.

— No es para tanto.

— Qué modesto —bromea Aisha.

— Felicitaciones —musito, decidiendo mirarlo.

Me sonríe mientras me mira con dulzura.

— Estás...radiante —suspira, ignorando completamente mi anterior comentario.

El sonrojo surca mi cara y la hace parecer un tomate.

— En serio, estás tan preciosa —me sonríe, mostrando sus perfectos dientes. Me mira de pies a cabeza sin perderse ninguna parte de mí.

Niego mientras bajo la cabeza. Estoy nerviosa.

— No es para tanto —aseguro, mirando mi vestimenta.

— Otra modesta en el grupo —agrega Aisha—. Estás hermosa, mujer.

— Ay, ya basta de charla ¡Vamos a bailar! —interviene Shawn, tomando a María de la mano y llevándola a la improvisada pista—. Todo el mundo escoja parejas. Milly, coloca una canción moderna para bailar.