Capítulo 43

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"¡Luana!"

Mi madre estaba llorando en brazos de Volh. Se separó y me abrazó. Al otro lado estaban mi abuelo, los padres de Rei, Sarah y Rachel abrazadas y llorando, Nich y Carl.

"Que... ¿Cuánto tiempo llevo dormida?"

"Cuatro días. Desde que esa... ¿Qué es lo que recuerdas?"

"Yo... recuerdo que Anastasia me lanzó un veneno. Rei la empujó fuera y a Rachel inmovilizándola, Sarah tú venías hacia mí y entonces... todo se volvió negro... por cierto ¿Qué pasó con ella?"

"Tranquila princesa. Esa zorra no volverá acercarse a ti. Después del golpe quedó inconsciente. La llevamos a la entrada de los apartamentos y la tiramos allí. Supongo que alguien la ayudará o se la llevará" sentí la furia de Rei.

"¡Esto no se puede quedar así! voy a hablar personalmente con el rey. ¡Nadie se mete con mi hija y se sale con la suya!" Yo me sorprendí. Sé que Volh me consideraba como una hija, pero nunca lo había declarado tan abiertamente. Eso me hizo feliz.

Siempre pensé que era una niña abandonada, no deseada. En mi antigua vida terminé como un bebé en la calle, pero después de descubrir la verdad... saber que mis padres me querían... creo que dentro de mí siempre quise saber la vedad.  

"Esperad un momento... tengo una idea mucho mejor. Dejemos pasar el asunto asta que se casen. Les voy a dar un regalo de bodas que no van a olvidar en su vida."

Todos se quedaron mirándome extrañados, así que les conté lo que pretendía. 

Mama se quedó estupefacta, mientras que Volh y el abuelo solo rieron. 

"Sabes hijo... me alegro de que tu compañera esté de nuestro lado. No la quisiera como contrincante" La reina estuvo de acuerdo con las palabras de su marido, mientras que Rei sonreía. 

"Sabes... eres una dragona bastante traviesa..."

"Cariño... no soy traviesa, solo cobro mis deudas. Así que ya lo sabes... pórtate bien si no quieres que me enfade" Y le guiñé el ojo. 

Después de eso llegó el médico y me revisó. Me dijo que solamente debía descansar y que en unos días estaría como nueva. 

Salí del hospital ese mismo día. Mama y el abuelo me pidieron que fuera con ellos, pero yo me negué. Tenía muy buenos recuerdos de mi apartamento, y ninguna lagarta me iba a echar de mi casa. Rei les prometió a todos que no se separaría de mí. Entonces sonreí. Parece que volver a casa también tenía más ventajas!.

Yo me encontraba en el sofá, acariciando a mis bebés. Ellos sintieron lo mismo que yo, ya que estamos conectados. Cuando me vieron se lanzaron sobre mí y no se separaban ni un momento. Rei tubo que gruñir les para que le dejaran sentarse a mi lado, y ni con esas. Al final tuve que sentarme sobre él. 

"Tú... hay algo que tengo que contarte."

Entonces le conté toda la conversación que había tenido con Serena. Me escuchó mientras me abrazaba. Cuando terminé de contárselo todo, nos quedamos en silencio. 

"Está bien. Creo que lo primero que deberíamos hacer es intentar contactar con la da... digo tu abuela. Tal vez ella sepa como entrenar tus poderes..."

El vínculo entre nosotros ya se había completado, de modo que ahora podía leer su mente. Estaba muy preocupado por el hecho de que un ser tan poderoso me tuviera como su objetivo. Quería encontrar una forma de protegerme. 

Entonces llamaron a la puerta. Los tres se pusieron en guardia y empezaron a gruñir.

"Chicos, calma. Es el conserje."

Reescribiendo mi propia historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora