Capítulo 39

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Volvimos a casa después de la comida. Nos reunimos en el comedor de Rei, mientras hablábamos de la situación. Antes de regresar les mostré los dos lugares en los que me encontré con el Imp, por si reconocen alguna huella mágica. Desgraciadamente, la mente maestra sabía esconderse muy bien.

"Bien... antes de nada, debéis saber el origen de todos nosotros." Nos miró y hizo que todos nos sentáramos en el sofá. En la la habitación solo estábamos los cuatro. Rei y yo nos sentamos delante del rey, mientras que su esposa se sentó a su lado. "En la antigüedad, las diferentes especies estábamos en guerra. Fue una época de caos. Los diferentes líderes de cada especie querían gobernar sobre las demás. Los demonios creían que con su poder y variedad, eran los indicados para guiar y adiestrar a las distintas razas. Los cambia-formas alegaban que ellos eran los indicados, ya que al tener las dos personalidades, tenían una mayor comprensión de los diferentes estados de ánimo de las especies. Las hadas y los elfos sellaron sus reinos porque decían que no se involucrarían con los demás seres. Los humanos creían que como ellos superaban en número a todas las especies tenían que ser ellos los que gobernaran. En esos tiempos, nuestra raza estaba gobernada por un dragón tremendamente poderoso. Se llamaba Darkness. Él creía que los dragones eramos las criaturas perfectas y que los demás seres solo debían servir como esclavos. La guerra duró durante generaciones, hasta que las distintas razas se hartaron de perder a sus seres queridos por una guerra absurda. Decidieron que lo mejor era hacer un pacto y que cada uno gobernara su propio territorio. Todas estaban de acuerdo, excepto Darknes. Él consideraba que el pacto era solo una forma de someternos. Todas las especies firmaron, excepto él. Las demás le consideraban una amenaza a causa de sus ideas, de modo que decidieron deshacerse de él. Se volvió paranoico. Temía que pudieran matarle en cuando bajara la guardia. No confiaba en nadie. Entonces decidió que la única forma de ganar era hacerse con el poder más grande del mundo: la inmortalidad. Buscó mil formas de volverse inmortal... entonces decidió hacer algo que ningún dragón había hecho antes: hizo un hechizo de atadura del alma. Este otorga la inmortalidad, pero a cambio pierdes todas las emociones positivas. El hechizo en si, requiere de una gran magia y poder. Solamente él pudo realizarlo con éxito. Después se volvió más despiadado que nunca. Engañar, someter y torturar. Los dragones en ese entonces le repudiamos. No podíamos seguir a alguien tan malvado. Mi abuelo era el segundo al mando de Darknes. Él vio en lo que se convertía y la forma que trataba incluso a sus semejantes. Se prepararon para sacarlo del poder. Reunió a los dragones más fuertes e hizo que las embarazadas y los niños se refugiaran. Todos los reinos fortificaron sus defensas y se unieron para derrotarle. ¿Curioso verdad? Siglos de batallas y al final se vuelven aliados para acabar con un solo ser. Aun así, a causa del hechizo que izo se volvió invencible. Entonces pidieron ayuda a los dioses. Normalmente estos no suelen interactuar en los problemas de los mortales, pero dada la situación... decidieron intervenir. El dios que intervino era Dramin, dios soberano del poder. Envió a su mejor legionaria, Serena, para pelear contra él. Ella consiguió debilitarle, pero no matarle. Antes de que pudiese hacerlo desapareció. Asta ahora nadie ha sabido nada de él. Todos dieron por hecho que había muerto, pero mi abuelo no. Él conocía demasiado bien a Darknes, y sabía que se encontraba escondido para que los dioses no le encontraran. Cuando terminó la guerra, los dragones firmamos la paz y mi abuelo se convirtió en el rey de los dragones. Él siempre fue consciente de que Darknes podría regresar en algún momento y consultó a una poderosa adivina. Este, con su magia, pudo descifrar una profecía: Cuando el equilibrio entre los vivos y los muertos se encuentre en peligro, el dragón oscuro volverá alzar sus alas negras al cielo. Solamente el tesoro que los dioses dejaron atrás podrá terminarlo. Nadie sabe de esto. No queríamos que el odio y el miedo volviera a nacer. Durante siglos, mi abuelo, mi padre y yo hemos buscado el tesoro de los dioses, pero se encuentra escondido. También intentamos preguntar a la dama de la montaña, pero ella nos dijo que solamente el elegido puede saber la respuesta."

Todos nos quedamos pensando. Si este ser era tan poderoso como para engañar a los mismos dioses hay que ir con cuidado. Pero hay algo que me molestaba, ¿Por qué se ha interesado en mí? Yo solamente tengo diecisiete años de vida, no existía cuando paso todo. 

"Pero... ¿Que tengo yo que ver en todo esto? Ni siquiera había nacido"

"Eso es lo que yo quería averiguar, por eso te dije que quería información antes de actuar. Mis rastreadores no pudieron  encontrar nada, pero nuestra adivina sí. Ella no supo decirme quien estaba detrás de todo, pero si pudo leer las intenciones. Está buscando rehacer su ejército, y para eso pone a prueba aquellos a los posibles integrantes de este"

"¿Y qué podemos hacer, papa?" Rei parecía nervioso, igual que yo.

"En estos momentos solo podemos intentar encontrar el tesoro del que habla la profecía o buscarle antes de que recupere su poder o ejercito."

Se hizo de noche, así que nosotros volvimos a nuestro apartamento. Mientras volábamos Rei me detuvo.

"Antes de volver... desearía llevarte a un lugar"

Yo solo asentí y le seguí. 

Fuimos a la laguna. Hoy hacia luna llena y esta se reflejaba en el agua. Era precioso.

"Sabes... quería esperar para traerte aquí,  pero con lo que mi padre ha contado... puede que estemos en guerra dentro de poco." Rei parecía nervioso. Me cogió la mano y me llevó a la orilla del lago. Nos sentamos en el banco y nos miramos. Todo era muy romántico y perfecto "Sabes... siempre he sentido algo especial por ti, pero desde que te volví a encontrar... el cariño se convirtió en amor. Cuando te vi morir delante de mí... solo quería ir contigo, incluso si eso significa la muerte. Cuando te despertaste... volví a vivir. Entonces entendí algo: eres lo que más me importa en el mundo. Deseo compartir mi vida contigo." Entonces se levantó y se arrodilló delante de mí. Yo estaba en shock. Nunca había vivido una situación semejante, pero tampoco puedo decir que no me gustaba. "Luana Kirkvarb Vande. Me harías el honor de convertirte en mi esposa y compañera?"

Reescribiendo mi propia historiaWhere stories live. Discover now