Capítulo 9

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"Ten mucho cuidado. Avísanos si necesitas algo. Te quiero" Mama no dejaba de abrazarme. "Cuídate mucho pequeña. El abuelo estará cerca de ti si lo necesitas"
"Está bien abuelo. Hace mucho que se cuidarme sola. En cuanto lleguemos llamaré para decir que estoy bien". En este mundo, aunque no tan avanzado como mi planeta anterior, tiene algunos dispositivos de comunicación similares a los teléfonos. Son piedras mágicas que se conectan entre si. 

Para ir más rápido, me transformé en mi forma de dragón y me dirigí a la academia, junto a Kitsu y las mellizas. Sarah y Rachel eran demonios, de modo que ellas también decidieron ir volando por su propia cuenta. En cuanto llegamos, nos registramos y nos asignaron nuestras habitaciones. Yo había reservado un ático en el ala femenina y la habitación doble muy lujosa para ellas. Las tres estábamos puerta con puerta. Al principio se negaron, ya que era una de las más caras; pero les dije que las quería cerca. Así que aceptaron." 

La habitación de Sarah y Rachel estaba muy elegantemente decorada y tenía un tamaño considerable. El salón era grande y estaba conectado a una cocina moderna. Justo en los laterales del pasillo había dos puertas, una delante de la otra y al final un cuarto de baño de invitados. Las habitaciones eran iguales. Tenían una cama king, con un cómodo colchón, y mucho espacio de almacenamiento. Al lado había una elegante puerta que conectaba a los baños, con una enorme bañera, una letrina y un doble lavamanos con estantes para colocar productos.

Las habitaciones se activaban por la huella mágica. Se aplica magia en el pulgar para poder abrir la puerta y solo aquellos que han sido registrados pueden entrar. Dejé que Sarah y Rachel se instalaran y me fui a mi habitación. Cuando abrí la puerta me gustó lo que vi. Estaba decorada de un estilo moderno y elegante. El salón era  espacioso y luminoso, con dos grandes sofás. El salón también estaba conectado a la cocina, moderna y espaciosa. Había una puerta que conectaba a un enorme baño de invitados con una elegante ducha, una letrina y un lavamanos. En una esquina del salón había unas escaleras caracol que llevaban al segundo piso. Este era grande y tan espacioso como el salón. En medio había una enorme cama king, muy cómoda, con dosel. El techo era de cristal, con un mecanismo mágico que permite controlar la entrada de luz a la habitación. Dejé mis maletas encima de la cama, y me dirigí a comprobar el baño. Este tenía un tamaño considerable, con una enorme bañera y al lado una gran ducha. Al lado de la cama, había unas puertas acristaladas, igual que las del techo que daban a un gran balcón. Era más grande que yo en mi forma dragón. Me instalé tranquilamente y después llamé a mi familia para contarles que estábamos todos bien. 

Kitsu se acomodó rápidamente encima de la cama y se durmió. Yo decidí darme un largo baño. La ceremonia de entrada era al mediodía, así que teníamos 3 horas para relajarnos. 

Cuando llegó la hora, Kitsu se subió a mis hombros y fui hacia la ceremonia junto a Sarah y Rachel, las cuales ya me estaban esperando en la puerta. Las tres nos dirigimos hacia los asientos que estaban vacíos. La verdad es que no queríamos llamar la atención de nadie, de modo que fuimos discretamente. Mientras íbamos a los sillones, oí un grito de fondo "Hermana! Te he echado de menos!". Menuda pesada. Les dije a Sarah y Rachel que fueran rápidas, antes de que nos pudiera alcanzar. Entré la primera y me senté en un sillón que daba en la punta. Insté a las mellizas que se sentarán a mi lado para que no pudiera ocupar ese lugar. Las dos pusieron cara de fastidio cuando la vieron. Durante estos años, ellas me han ayudado con mis negocios, de modo que han visto de primera mano la clase de persona que es Anastasia. 

Intentó llamar mi atención un par de veces más, pero estábamos comenzando la ceremonia y el resto de los estudiantes la hicieron callar. Especialmente porque iba a hablar el príncipe heredero. "Buenos días a todos. Mi nombre es Karleston Dokman Fernis, y es un honor hablar ante todos ustedes hoy. Vamos a comenzar una nueva etapa, en la que nos vamos a desarrollar como personas y sobre todo haremos importantes conexiones. Al igual que ustedes tengo 16 años de edad y acabo de entrar en la academia, pero si necesitan mi ayuda pueden venir a consultarme. Adiós y bienvenidos". Seguidamente, bajó del escenario donde una tropa de nobles le esperaban. Entre ellos estaba Anastasia. Vi que una chica intentó acercarse a él, pero sus seguidores se lo impidieron. "¿Quién te crees que eres para hablar con el príncipe heredero? No eres más que una patética plebeya"  la empujaron. Antes de que la chica cayera al suelo, la recogí y la ayudé a estabilizarse. 

"Un discurso muy motivador, se me saltan las lágrimas principito. Pero si quiere ser creíble, espere a salir de la sala antes de empezar a maltratar a los estudiantes. ¿No cree?" Mi voz no pudo sonar más sarcástica. La pandilla que le acompañaba se pusieron rojos de ira. Por otro lado el príncipe frunció el entrecejo y me miró. 

"Hermana, ¿Cómo te atreves hablarle así a su alteza real?" Me miraron sorprendidos. Todos conocían nuestra historia y sabían que mi familia estaba relacionada con la familia real de uno de los reinos más poderosos. 

"En primer lugar, no te atrevas a llamarme otra vez hermana, porque no lo somos. Yo soy una Kirkvab y tú una Derman. Y en cuanto al hombre que me engendro... el día en que muera no te molestes en avisarme, porque no asistiré. Puedes quedarte con todo lo que le pertenezca tierras, propiedades, dinero, título... no tengo nada que ver ninguno de ustedes. Ahora deja de molestarme. Acabo de desayunar y siento que voy a devolver la comida solo con mirarlos. Adiós"

Ni siquiera me molesté en preguntar los nombres. Nunca me ha gustado recordar cosas inútiles. Todos esos nobles pertenecían al reino de Terrania. El título de príncipe heredero es poderoso, pero en cuestiones de fuerza y raza, sigue siendo el más débil. Junto a las mellizas y la chica, nos dirigimos a la cafetería. "Gra-gra-gracias duquesa, por su ayuda" La chica no se atrevió a mirarme a los ojos desde que se reveló mi identidad. "Olvídalo. Aquí no hay príncipes ni plebeyos, solo estudiantes. No te dejes impresionar por esa gente. Si estas aquí es porque tienes un gran potencial mágico. No desperdicies tu valioso tiempo persiguiendo cabezas huecas. Ha sigo un placer conocerte chica. Soy Luana. Ya nos veremos." Sarah y Rachel también se presentaron y despidieron. "J-jen. Encantada. Y g-g-graacias".

Cuando se alejó me giré hacia Sarah. "¿Doy tanto miedo?"Sarah y Rachel rompieron a reír "jajaja no es que des miedo. Lo que pasa es que tu título es demasiado imponente y las personas que no te conocen dejan llevar por los comentarios. Ya sabes. Dragón malo que come y mata gente...". "Insolente" "Te encanta que lo seamos. Fue uno de los requisitos para trabajar para ti. ¿Recuerdas?" Sarah parecía deleitarse de echarme en cara mis propias palabras. 'Ah. Definitivamente tengo que morderme la lengua de vez en cuando' Aun así, en mi rostro, no pude evitar poner una sonrisa. 

Kitsu había estado gruñendo desde que ese cretino se presentó. Por suerte solo nosotras tres podíamos verle y oírle. Había puesto un hechizo de ocultación sobre él. Le acaricié asta que se calmó.

Acto seguido me despedí de las chicas y me dirigí a explorar. Hacia tiempo que habían descubierto que hay veces que me gusta estar y actuar sola, así que no se extrañaron en absoluto. De hecho estaba segura de que Sarah iría derecha a la biblioteca, mientras que Rachel inspeccionará la escuela.  

Hora de reconocimiento del territorio.

Reescribiendo mi propia historiaNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ