Capítulo 34

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Partimos hacia el territorio de las hadas oscuras. 

Cuando llegamos, pudimos dos hermosas lunas que iluminaban todo el paisaje. A diferencia del territorio de las hadas de la luz, este estaba cubierto por vegetación, hielo y lagos. A la luz de las lunas parecía que estaba cubierta de diamantes. Realmente espectacular.

Rei también pareció ensimismado, igual que yo. Seguimos al guía asta una hermosa torre de hielo. 

Cuando aterrizamos, nos transformamos y se despidió con una inclinación y se fue. Entoces, otra hadas nos indicó que entraramos.

En el centro de la gran sala, una joven nos esperaba sentada en una silla de hielo. Tenia los mismos rasgos que Prisci, pero las diferencias residian en el pelo y ojos. Los de Prisci eran verdes y pelo rubio, mientras que el hada ante nosotros tenía el pelo blanco y ojos azules. 

"Me presento. Mi nombre es Cira, reina de las hadas oscuras. Bienvenidos a ambos a mi hermoso reino."

"Es un placer reina Cira. Mi nombre es Luana y él es mi compañero sagrado, Reinald. Estamos aquí para buscar ayuda."

"Si... eso parece. Mi hermana ya me ha contado vuestra situación. Por suerte para ustedes, mi mano derecha, Lanchen, es capaz de invocar a los Grim reaper. Pero se los advierto: no son muy comunicativos. Cuando se hace, hay que pasar una prueba. Si no se supera, pueden absorber vuestras almas. Ahora... ¿Estáis dispuestos a aceptar el desafío?"

Los dos nos quedamos lívidos. Rei se adelantó para ofrecerse, pero me negué. 

"No, Rei. Esta es mi lucha. Te lo dije cuando te acepté: te quiero más que a nadie, pero no voy a renunciar a quien soy. Te dije que si querías estar conmigo tenías que aceptarme completamente. No me escondo y jamás dejo que nadie pelee por mí."

Sentí un gran enfado y preocupación saliendo de él. Sabía que tenía un lado muy sobreprotector, pero yo he crecido librando mis propias batallas. No iba a reprimir mi ser por nadie, ni siquiera por él.

"Si algo te ocurre yo..." 

Me abrazó con furia y me besó del mismo modo.

"Estaré bien. Te prometo que si algo ocurre, dejaré que me castigues" y le guiñé el ojo. Él solo negó con la cabeza con una pequeña sonrisa. 

La reina nos miraba con una sonrisa en el rostro. 

"Bien, vamos. Les acompañaré al templo."

Fuimos asta un templo de hielo. Allí yo acompañé a Lanchen al centro, mientras la reina, sus súbditos y Rei se quedaron en un rincón. Yo sentía la preocupación y el sufrimiento de Rei, pero necesitaba hacer esto. 

Me tumbé en el cuelo y empezó con el ritual. Empecé a sentir sueño y al momento siguiente me encontraba en mi antiguo mundo.

"Que es esto... donde estoy"

Un hombre de bata blanca se acercó a mi. 

"Señorita... usted ha estado en coma durante dos años. Sufrió una conmoción y quedó en ese estado..."

¿Eso no podía ser... que estaba ocurriendo? Tenia que ser parte del hechizo. Me pellizqué y me dolio. Como podía ser!.

'¡No, no, no, no!"

"Rei, mama, abuelo... ¡Todos son reales! ¡Sé que lo son!"

Salí del hospital. Tenía que encontrar la salida.

"Hola, Blake"

"Reconocí esa voz."

"¿Qué quieres, Cobra?"

Reescribiendo mi propia historiaWhere stories live. Discover now