Capítulo 49

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Volvimos a casa, pero tenía una sensación de malestar por todo el cuerpo. Algo no andaba bien. Todo había sido demasiado fácil.

"Yo pienso lo mismo" Me sobresalté. Estaba tan ensimismada en mis pensamientos que se me olvidó que Rei estaba conmigo. "Todo ha sido demasiado fácil. Los demonios son astutos y no se dejan atrapar tan fácilmente. Alguien nos lo ha servido en bandeja. Ahora la pregunta es: amigo o enemigo?"

Yo tampoco tenía respuesta a esa pregunta. 

Pasaron los tres años sin incidentes importantes. Yo practicaba todos los días mis nuevos poderes y los dominaba a la perfección. Rei había descubierto algunos nuevos: sanación, ocultación, invocación de la espada sagrada y control elemental: agua, aire, fuego y viento. 

Al principio le costó bastante aprender a controlar sus nuevas habilidades. Recuerdo que una noche nos despertamos con la cama y toda la habitación flotando en el aire. Poco a poco, fue habituándose a canalizar sus nuevos poderes. 

Mi madre y la de Rei ya habían fijado una fecha de la boda y faltaban dos días para esta. Al principio intentaron convencerme de realizar la ceremonia en el palacio de Volh. El abuelo también había ofrecido su casa y los monarcas de Lunaria afirmaron que seria un honor que la ceremonia se realizara en su palacio. Me costó decidir, especialmente porque Rei no fue de ayuda. Según él el lugar de la ceremonia no es importante, de modo que me tocó a mi pensar. Al final me decidí por el ducado de Kirkvarb. Era el hogar donde había nacido y donde tuve una familia por primera vez. 

De las invitaciones se encargaron nuestras madres. Sarah se encargó de decorar todo el recinto, mientras que Rachel y yo nos encargamos del mobiliario y el servicio. Todo estaba quedando perfecto. 

Mi vestido lo tenía desde hacía cuatro meses. Era de color azul nocturno, con toques dorados y espalda descubierta. Mi peinado iba a hacerlo Sarah. Mama quería que contratáramos a la misma demonio que se lo hizo a ella, pero se que a Sarah le hacía ilusión hacerlo; y la verdad es que es muy buena en estas cosas. Todo estaba casi listo. 

Ya hacía dos meses que habíamos abandonado mi antiguo apartamento y lo echaba de menos. Había vivido momentos muy felices en él, especialmente cuando Rei vino a vivir conmigo. A las mellizas les pasaba lo mismo. Ellas también habían vuelto a vivir en el ducado de kirkvab, y aunque sus compañeros también vivían aquí, y no era lo mismo. Rei había vuelto a la casa que compró en Lunaria. 

"Luana... podemos hablar?" No me había dado cuenta de que Sarah estaba en la puerta.

"Claro. Que necesitas?"

"Bueno yo... Rachel y yo queríamos hablar contigo sobre algo..."

"Si, adelante"

"Nosotras... queremos mudarnos" 

"Pero seguiremos trabajando para ti. Solamente viviremos separadas" Sharh lo afirmó inmediatamente.

"Esta bien. Lo entiendo. De hecho yo también me iré a vivir con Rei. Es normal que queráis vivir con vuestros compañeros"

Las dos suspiraron y se relajaron.

"No está muy lejos de la mansión del príncipe Reinald. De hecho está a diez minutos volando. Hemos comprado a las afueras del pueblo dos casas."

"¡Si! Nos encantaría mostrartelas"

"Claro! ¿Por qué no vamos ahora? Todo está prácticamente preparado y siendo sincera necesito salir de aquí y despejarme un poco"

"Pero... ¿Estás segura? La boda..."

"Todo está preparado. A demás estar aquí me pone más nerviosa."

"Esta bien"

Volamos sobre la ciudad, hasta un terreno boscoso situado en una colina. Allí había dos casas independientes, pero una cerca de la otra. Eran iguales en tamaño, de dos plantas; pero decoradas de forma distinta. Una estaba adornada con tonos alegres, mientras que la otra tenía una decoración más discreta. No hacía falta que me dijeran de quíen era cada una: la primera pertenecía a Sarah y la segunda a Rachel. 

"¿Qué te parecen?" 

"Me encantan, son de vuestro estilo. Y... ¿Cuándo queréis mudaros?"

"En realidad..." Rachel miró a Sarah, buscando confirmación "queríamos hablar contigo, pero la idea era después de la boda." 

"Y a demás... queríamos pedirte algo..."

"Claro. ¿Qué necesitáis?"

"Esto... Roar me ha pedido que me case con él, y Lorca se lo ha pedido a Rachel. Queríamos sabes si podrías casarnos tú"

"¡Yo!"

"Si. Gracias a tí estamos vivos, tu nos presentaste y nos diste un refugio. Por eso queríamos que fueras tu la que realizara nuestro matrimonio."

"Sera un placer."

Entonces sonrieron y volvimos a casa. 

Me acosté en la cama e intenté dormirme, pero como me pasaba últimamente no podía dormir bien. Me había acostumbrado a estar al lado de Rei y le echaba de menos cuando estaba lejos. 

Hola princesa... todavía te cuesta dormir.

Sabes que si. Te echo demenos... cuéntame ¿Qué has hecho hoy?

En realidad... tengo una sorpresa.

¿Qué? ¿Y eso?

Encuéntrate conmigo y te lo enseñaré.

Salté por la ventana y me transformé. Él me estaba esperando en el cielo. 

"Hola mi princesa" Y le abracé. Estábamos en forma de dragón. "Sígueme"

Volamos hasta una hermosa laguna de agua cristalina. A unos pocos metros había una preciosa mansión moderna. Era espaciosa, luminosa y con una vista increíble . 

"Si aceptas, es nuestra"

Me sorprendí. Era perfecta, exactamente como la describí. 

Hacia dos años, mientras hablábamos de la boda, me dijo que tenía una casa en Luanaria; que la había comprado para estar mas cerca de mí. Hablando de eso, él me preguntó cual seria mi casa perfecta y yo se la describí; con el laguna incluida.

"¿Y tu casa?"

"Esta en venta. Vamos a empezar una nueva vida, la cual espero que sea muy larga. Quiero que seas feliz y vivías en la casa de nuestro sueño."

"¡¿Nuestro sueño?!"

"Para mí cualquier lugar donde tu estés es perfecto."

Entonces le besé. Subimos a verla y estaba perfectamente amueblada y decorada. A demás, tenia tres habitaciones perfectamente ambientadas para la comodidad de mis tres familiares. La iban adorar. Finalmente, y lo que más me impactó, estaba en la parte trasera. Había unas enormes fuentes termales naturales y bajando unas escaleras, había una piscina inmensa de tierra fina. Esta ayuda a limpiar las escamas y relaja el cuerpo. 

Realmente estaba soñando. 

Al cabo de un tiempo volví a mi casa. Nos separamos en el mismo lugar donde nos encontramos. Mientras volaba, iba soñando en como seria nuestra vida cuando viviéramos allí. Entonces... sentí una presencia muy poderosa y oscura detrás de mí. Me giré de repente, pero era demasiado tarde. 

Todo se volvió negro. 

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