Capítulo 10

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Inspeccionamos con calma. Teníamos tiempo, ya que las clases no comenzaban asta dentro de 2 días. La idea era que los estudiantes se familiarizaran con el entorno y socializara.

El bosque que había alrededor de la academia era espeso y muy hermoso. Kitsu y yo estábamos inspeccionándolo cuando oímos unos murmullos y rugidos. 

"jajaja vamos a sacar un buen dinero en la subasta por estas bestias". Eran cazadores furtivos. Como los contratos debían ser aprobados por ambas partes, se prohibió la caza de bestias místicas. Algunos pensaban que podían obligarlas, de modo que las compraban en subastas ilegales y en el mercado negro. 

"Dejad en paz a ese grifo inmediatamente" Me dirigí lentamente a ellos. Había seis. Cuando me acerqué vi que el grifo era una hembra, ya que detrás había un huevo. Cuatro de ellos la estaban atacando. Las heridas parecían muy serias, pero aun así aguantó para proteger a su cría. Los otros dos estaban al lado de una jaula, donde dentro había un cachorro de tigre alado. Supongo que mataron a la madre y se llevaron al cachorro. Vaya, parece que se creen depredadores. Vamos a ver como reaccionan cuando se conviertan en presas. Mis presas. Estaba imaginando el castigo que debería darles por molestar animales indefensos.

"Jajaja una mocosa, ¿Crees que nos podrías hacer algo?"

"¿Por qué no nos la llevamos a ella y a esa bestia que la acompaña? Sacaremos mucho dinero por ellos"

"Muñeca, no solo vamos a llevaros a ti a ese huevo, sino también al zorro que te acompaña"

"Definitivamente hoy ha sido un día muy pro-" No pudo terminar la frase, ya que le corté la lengua de un golpe.

"¿Habéis terminado de hablar? Estáis ensuciando mis oídos." Entonces los seis se echaron sobre mí. Este no era mi primer combate múltiple. Estos no sabían con quien se metían. Pero después de ver el estado de los animales una furia me invadió. La grifo acababa de caer al suelo por las heridas y aunque Kitsu la estaba intentando sanar, eran demasiado graves. Con una fría calma que me invadía antes de asesinar, les mutilé. Cuando se dieron cuenta de que no tenían ninguna posibilidad en mi contra, me suplicaron piedad, pero no me detuve. Dejé solo a uno para que me dijera donde planeaban llevar a los animales. Al principio intentó negarse. Usando una sonrisa aterradora me acerqué a su oído. "Esperaba que dijeras eso. Vamos a ver que es lo que se siente cuando el cazador se convierte en la presa". Este era el líder, ya que es el que dio las órdenes. No podía dejarle ir tan fácilmente ¿Verdad?. 

"Bien empecemos". Le quité los calcetines sucios y se los puse en la boca. No quería que nadie le oyera y estropeara el interrogatorio.

Antes que nada, después de dejarlo atado y preparado, me acerqué a la grifo e intenté curarla con mi magia. Las lesiones eran internas y muy severas. Ni la magia podía curarlas. De pronto abrió los ojos "Eres un dragón¿Verdad? Gracias por proteger a mi cría, estoy en deuda. No me queda mucho tiempo, así que por favor llévalo contigo y protegerlo. Yo ya no puedo hacerlo."

"Está bien lo prometo. Cuidaré de él"

"Gracias. A cambio te entrego mi pluma sagrada. Es el núcleo de mi poder. Se transformará en un arma poderosa cuando la invoques y se mantendrá escondida dentro de tu alma. Solo en caso de que la entregues voluntariamente, como hago yo a hora, te podrá ser arrebatada."

De pronto levantó la cabeza con sus últimas fuerzas y se despidió de su cachorro. 'Bebe. Mama va a volver a los cielos, pero te seguirá a donde vayas.' Entonces se desmayó y se desintegró en partículas de luz. Con toda la furia de mi corazón ardiendo en busca de venganza, me acerqué a la jaula y liberé al cachorro de tigre. También estaba herido, así que le dije a Kitsu que los protegiera a los dos (Huevo y cachorro). Cuando finalmente todos estaban seguros, me centré en el tipo que tenía atado. Usando la pluma, la convertí en una espada. Ellos habían matado a la grifo, así que una parte de ella se vengó de sus asesinos. 

Después de trabajar sobre su cuerpo, el hombre finalmente me confesó que debía llevar a las bestias al Blackstok. Era un casino, donde había una sala que se podía alquilar para eventos especiales. Me confesó que en la parte trasera tenían todos los objetos robados, incluyendo personas. 

Al principio afirmaba no saber nada y que le dejara ir. Ahora solo me pedía que le matara. Cuando obtuve la información que necesitaba, finalmente acabé con su miseria. 

Sin ni siquiera mirar el reguero de cadáveres, me acerqué al tigre. "Hola pequeñín". Las heridas eran severas, pero como tenían intenciones de venderlo, se aseguraron de que no fueran permanentes.  Kitsu había podido curar una infección en la pata, pero él también era un cachorro, de modo que sus poderes eran limitados. Conseguí sanar el resto de las heridas. "Ya está. ¿Cómo te encuentras? Esos tipejos no volverán a molestarte, así que eres libre".

'Yo... ¿Puedo quedarme también contigo? Ellos mataron a mi mama y no tengo donde ir. ¿Podemos hacer un contrato?'

Me lo imaginé, ya que las bestias místicas son muy protectoras con sus crías. 'Supongo que no pasará nada por tener dos más.' Sinceramente no quería dejarle solo, así que me los llevé. En forma dragón entré por el balcón a mi habitación. Dejé a Kitsu junto al tigre y puse el huevo en el centro de un nido de mantas. Seguidamente, llamé a Sarah y Rachel para que vinieran inmediatamente. Kitsu parecía encantado con su nuevo 'hermano' y los dos no paraban de mirar el huevo. 

'Crees que falta mucho para que se abra?' Los dos no dejaban de tocarlo y mirar si se movía. El pequeño tigre se acercó a mí y me tendió la pata. 'Podemos hacerlo ya?' Suspirando, cogí un cuchillo y he hice un corte en la mano. El cachorro lo lamió y tal como pasó con Kitsu una luz nos envolvió y un tatuaje en forma de diamante se materializó en su frente y en mi abdomen, justo al lado del otro tatuaje. 'Gracias por aceptarme. Me llamo Liger'. Poco después Sarah y Rachel llegaron.

Cuando les conté los eventos, las dos se enfadaron. Les dije que esta noche iríamos a esa subasta y que liberaríamos a todos los prisioneros. También les pedí que pusieran en alerta a los Demonios Plateados, para que se encargaran de toda esa gente. En este mundo, igual que el anterior, tomarse la justicia por la mano es ilegal; pero había demasiada corrupción como para confiar en las autoridades. Ante el mundo, especialmente ante aquellas especies que son más propensas a ser vendidas como esclavas como los cambia-formas, las leyes no permitían la esclavitud; pero en la realidad los mercados negros sobornaban a los poderosos para mantener el negocio. La razón: falta de comunicación entre razas. La mayoría de ellas se centraban en su propio reino y cerraban los oídos al resto del mundo. Eso propiciaba que no supieran que pasaba con los suyos.

Preparándome para esa noche, les dije que saldríamos una hora antes de que empezara la subasta.

Les dije a Kitsu y Liger que cuidaran del huevo, que volvería un poco tarde. En mi forma de dragón me dirigí hacia mi destino. La muerte y la destrucción me acompañaban.

Reescribiendo mi propia historiaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin