No quiero NADA

aprobechar la oportunidad

Yuuri ya hablaba más con sus padres, Mari estaba feliz de que todo estuviera en paz, al menos por fuera ya que Hiroko no podía levantarse de la cama y se notaba más demacrada.

El señor de la casa había dejado su empresa en manos de algún amigo o socio para poder pasar más tiempo en casa con su esposa, pero las desveladas y las preocupaciones le hacían estar descuidandose.

Mari ya estaba de vacaciones y no era un problema el estar ahí, pero era difícil ya que no se permitía mostrar otra cara más que una con una sonrisa aunque por dentro estaba angustiada, su madre pese a lo que habían hecho con su hermano, no merecía algo así, ella sabía que su padre estaría triste y no sería lo mismo.

Ella perdería a su mamá, aunque tuviera a su padre y a su hermano, su mamá era importante en su vida, nadie la remplasaría.

Minami la visitaba cuando podía, y estaba al pendiente de ella, cada que tenía tiempo la llevaba por un helado por algunos minutos, así se encargaba de que ella despejará su mente al menos un ratito.

Yurio tomaba su parte como su cuñado y la molestaba un poco para que riera de verdad y no falsamente como lo hacía.

- no ha venido tu novio - se burlaba el rubio.

- no es su novio - se molestaba el de lentes.

- somos amigos - bajaba la mirada la chica, pensando que ese era el día en que salían por un helado.

- que lento es - se burlaba el rubio - mejor anímate a pedírselo tú.

- pero que dices, aún es una niña - el celoso hermano no quería eso, aunque Minami era buen chico.

- yo...yo...

- ho...Mari él es un buen chico, pero no apresures nada, aunque me gustaría verlo - tosió un poco y miro a todos a su alrededor - me gustaría verlo todo, tu primer novio, tu primer viaje, tu graduación, tu boda, no he podido verlo ni en mi niño - miro a Yuuri.

- mamá - dijo bajito la chica antes que una sirvienta llegara para avisarle que la buscaban y salió rápido para evitar llorar frente a todos.

- creo que se puso nerviosa - el hombre beso la frente de su esposa y acariciaba lentamente su brazo.

- es solo que me gustaría tener más tiempo - dijo bajito, ya no podía ni hablar muy fuerte.

- pero al menos sabe que estoy con Yuuri y que lo voy a cuidar con mi vida - el rubio apretó la mano de su novio fuertemente.

- es un consuelo tenerlos aquí - trato de sonreír.

Mari regreso en menos de veinte minutos y se notaba un ligero rubor en sus mejillas.

El celoso hermano mayor fue a ver a Minami, pese a todo era su amigo y aprovechaba para hablar con él cuando podía.

Aún le estaba muy agradecido por lo que había hecho por él.

Hablaban sobre la escuela y sus planes a futuro, sobre el maestro Celestino que aún se preocupaba por él.

Definitivamente la vida parecía poner a personas realmente amables y bondadosas en su vida.

Se acercó su novio por atrás para abrazarlo y le murmuró que tenía una idea para hacer feliz a su mamá, al menos en el tiempo que le quedaba.

No le dió importancia y solo dijo que sí.

Hablar con el nuget con catsup era interesante pues tenía varias anecdotas sobre sus prácticas y algunos casos que estudiaba con su mentor.

Luego de eso fueron al departamento en que se estaban quedando, el japonés era demaciado terco y no aceptaba  ayuda para quedarse en otro lugar menos.....simple.