cayendo

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Aún no entendía porque estaba tan molesto.

Luego de correr al moreno de su casa se quedó mirando la puerta sin saber que esperaba y aunque no pasaron ni veinte minutos, al escuchar que alguien tocaba a su puerta, corrió a abrir.

- sé que estás ocupado, pero tenía que decirlo - se apresuró Phichit a hablar - me llamo Leo, puedes creerlo, yo aún no - entro ya que Seung se hizo a un lado permitiéndole ingresar - se disculpó en nombre de Guang por lo de buscar su libro, al parecer en verdad no perdió nada, solo quería reunirnos a saber con qué plan.

- suena a complot - se acercó al chico.

- lo sé, deberíamos tener cuidado con ellos al menos hasta que ent.....pero aun no me cuadra, si Guang cree que tú eres heterosexual y que yo también, ¿a que nos quiere juntar?...¿a hablar de mujeres? o ¿qué?.

- no se... - lo acorraló - tal vez ya sospecha de ti ...

- oye, yo sé que soy apuesto, tanto para volver gay a cualquiera, pero de eso a esto, o ¿será qué sospecha algo de tí?

- eres muy vanidoso y se nota a que lado apuntas tú - colocó sus manos en su cadera y lo sintió temblar.

- no...no....creo...

- solo mira - bajo sus manos a su tracero y lo apretó.

- ahh - no pudo evitar sentirse perdido ante esas manos recorriendo su cuerpo.

- aquí - soplo en su cuello y cuando el moreno movió su cabeza aprovecho para besar su cuello.

- no - murmuró tan bajo que él mismo pensaba que no dijo nada.

- eres sensible - siguió besando su cuello, sus manos bajaron a sus muslos y de un rápido movimiento lo subió para apresarlo contra la pared y que sus piernas rodearan su cadera.

- ahhh - no podía negar que le gustaban todas esas sensaciones que producía en su cuerpo ese hombre.

- Phichit - dejo su cuello y atrapó sus labios en un beso apasionado.

- mgn - intento separarse - a....a...aguarda...

- bien - con bastante maestría lo sostuvo para llevarlo hasta la habitación.

- esto no - no termino de ablar ya que rápidamente Seung lo beso mientras le quitaba la ropa.

Entre besos llenos de pasión ambos quedaron desnudos y a disposición del contrario que se deleitaba al recorrer con sus manos el cuerpo expuesto del otro.

Gemidos resonaron en la habitación cuando Seung tocaba el cuerpo del moreno, tocando hábilmente los puntos que lo volvían loco de gusto, teniendo como recompensa la mejor sinfonía jamás escrita de gemidos y palabras inentendibles.

Tal vez solo eran dos amantes dejándose llevar por el deseó.

Pero una vez que comenzaban nada podía detener las súplicas, los gemidos y palabras de gozo.

Si bien Seung nunca se caracterizo por ser un amante tierno y dedicado ya que todas sus conquistas eran para una noche, había algo en ese tailandés que despertaba un gran interés en su ser.

Tal vez solo era por su rebeldía contra él, o que tenía muy buen culo, a lo mejor era que compartían un secreto, pero se negaba a creer que podía haber algún sentimiento escondido.

Beso su piel canela y degustó con su lengua ese lugar que muchos pensarían asqueroso, él incluído, pero había algo que le incitaba a continuar su labor de meter su lengua en ese lugar, dejando entrar sus saliva ya que la nesecitaria para continuar dilatando lo.

No quiero NADAWhere stories live. Discover now