Una trajedía azota a la familia Katsuki cuando secuestran a su hijo primogénito, lo buscan desesperadamente durante años.
Al fin encuentran a su hijo, ¿pero qué consecuencias traerá todo esto?
Un encuentro y un matrimonio por conveniencia con una em...
Regresar a su rutina era lo único que Yuuri quería, ver a sus compañeros, estudiar mucho, preparar la comida con Phichit y esas salidas nocturnas con su novio era lo único que nesecitaba.
Regresar a su rutina.
Aunque ahora su hermana le mandara mensajes a cada momento de día, con preguntas sobre si desayuno y que fue lo que desayuno, sí ha comido, de cómo le gustaría comer juntos y alguna foto adjunta de lo que ella comía, respetaba su horas de estudio pero por la noche llegaban de nuevo sus mensajes de que había echó esa noche, si acaso saldría de fiesta o si se iría como niño bueno a la cama.
Al principio le asustó la cantidad de mensajes recibidos, luego se vio a sí mismo respondiendo y mandando aún más mensajes con el mismo entusiasmo.
Era gratificante tener a su hermana al menos de ese modo.
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Esa día no tenía clases pero tenía que conseguir un libro para su clase, desidio que iría solo al centro comercial, después de todo sus amigos estaban en su clases y no iba a molestarlos por una cosa tan simple, perfectamente podía ir en autobús.
Caminar entre la gente no era algo que le agradará, por eso evitaba los lugares muy concurridos, camino a toda prisa a la biblioteca sin querer pasar más tiempo del debido.
Simplemente nunca fue bueno con las personas y solía disculparse mucho si chocaba con alguien, le incomodaba estar entre tantas personas se sentía apresado y sofocado.
Aún así no podía vivir siempre entre cuatro paredes se dió ánimo a caminar, camino más rápido cuando escuchó su nombre ser pronunciado y en un ataque de pánico que intento controlar camino hasta que sintió alivio de no escuchar más esa voz.
Estaba frente a la biblioteca a un paso de entrar cuando su brazo fue sujetado.
- Yuuri - lo miro con ternura - estube llamandote.
- ¿qué haces aquí? - pregunto sorprendió.
- quería verte y bueno te seguí...
- ¿qué haces en París Victor? - no lo grito por respeto al lugar donde estaba pero si lo dijo enojado tanto como podía estar con ese hombre.
- si conoces a mi primo es lógico que es porque estudian juntos, fue fácil dar contigo después de eso, ya solo tuve que esperar....nunca estás solo.
- me has estado siguiendo - era una afirmación - no quiero verte Victor y estoy con Yura ahora respeta mi decisión.
- pero yo aún te amo...
- jamás me amaste y si lo hicieras me dejarías ser feliz con Yura - se güiro y entro al biblioteca.
- pero... - lo siguió.
- vete - susurro al adentrarse por los pasillos en busca de su libro.
- hablemos, te invito a comer, donde quieras - trato de susurrar y seguirle el paso.
