otro encuentro

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- ¿cuando llegaremos? - se quejó Phichit otra vez.

-ya cállate - le dijo el rubio aunque sin gritar.

- pero no has querido decir a donde vamos ¿tú lo sabes Mila? - siguió preguntando.

- no - ella siguió revisando algo interesante en su teléfono sin prestarle mucha atención.

- ¿porqué rentamos un auto? ¿a dónde vamos? ¿qué pasó con el hotel? - insistió en preguntar.

- ya cállate o te dejo en media carretera - le dijo ya cansado de ir discutiendo ya por más de una hora de camino.

- ¿Yuuri tú lo sabes? - el japonés solo negó con la cabeza y no le quedó de otra que guardar silencio el resto del viaje.

Fue para todos una gran sorpresa llegar a esa casa.

No sé imaginaban salgo así, Yuuri estaba nervioso y se notaba en toda su cara, pero aún así sonrió de manera dulce.

Un hombre mayor los atendió y los hizo pasar, luego se enteraron que ese hombre era el abuelo de Yurio y que pasarían ahí la noche.

No solo hablaron de un rubio travieso durante largas y tortuosas horas también comieron delicioso gracias a Nicolai.

No siempre tenía visitas y eran pocas las veces que su nieto lo visitaba debido a sus estudios, por esa razón el hombre mayor se dedicó a darles un buen trato a los amigos de su adorado nieto.

Nada podía hacerlo más feliz que descubrir lo buenas personas que eran los amigos que tenía ese rubio gruñón.

Pero parte de ser abuelo era molestar a su nieto con divertidas anécdotas sobre su niñez.

Historias que jamás olvidarán los chicos y con las que lo molestarian toda la vida.

Se quedaron esa noche pero salieron temprano.

Fue una vista rápida pero llena de nostalgia, era difícil despedirse pero ahora Nicolai sabía que su pequeño estaba en buenas manos.

Fue una vista rápida pero llena de nostalgia, era difícil despedirse pero ahora Nicolai sabía que su pequeño estaba en buenas manos

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*
Mila estaba completamente feliz y realizada, mirar su obra en Yuuri era lo mejor del mundo.

No es que nesecitara de mucho maquillaje, solo realzó su belleza natural, maquillaje tenue que dejará ver su belleza.

El peinado era hacia atrás pero de una manera alborotada cayendo algún mechón sobre su cara, le daban un aspecto divino.

Yurio había mandado sus medidas exactas y ya tenían un traje a su medida, que se señia a su cuerpo como una segunda piel.

El traje se veía simple, pero lo hacía lucir como todo un Adonis.

El set donde grabarían era serrado con poco personal extra y eso les daba una mejor idea sobre cómo trabajar.

Yuuri estaba más relajado de ver que pocas personas lo verían de esa manera pues aún estaba muy nervioso.

Yurio estaba encargado de la cámara y como todo un profesional indicaba la iluminación que debía tener y los ángulos que nesecitaba para grabar.

Era complicado, para tener que hacer un comercial de algunos segundos, el tiempo invertido era incomparable.

Yuuri se acomodó la camisa, con ambas manos peino su cabello mostrando su Rolex, dió un último vistazo en el gran espejo para enseguida ponerse perfume, mostrandolo a la cámara, dió un par de pasos y tomo su saco, antes de salir por la puerta miro a la cámara con todo el erotismo que su cuerpo y que su ser poseía.

La escena fue perfecta.

Pero nesecitaban una segunda toma.

Para Yuuri nada podía ser más tedioso que eso.

Regresar al baño quitarse el saco y poner su mejor cara de galán, suspiro, acomodó nuevamente su camisa, peino un poco su cabello, sacudió sus manos sonrió a su reflejo mientras tomaba la botella de perfume para rociarse, se puso su saco y vio el perfume otra vez antes de ponerse un poco más, al dirigirse a la puerta solo güiro para coqutear con la cámara.

- no te muevas - pidió el rubio cuando el pelinegro aún tenía esa sonrisa en el rostro.

Tomó su cámara y comenzó a tomar fotos de ese lado salvaje y encantador que desprendía aquel japonés.

Para el lanzamiento también tenían que hacer una sección de fotos, pero con las tomas realizadas ya podía concentrase en fotografiar ese lado erótico de Yuuri, su Yuuri.

El día fue más que agotador.

Pero ya estaba todo finalizado.

Yurio entrego las grabaciones y las fotos las editaría un poco antes de entregarlas al presidente.

Pero esa noche la tenían libre.

Phichit dijo que quería ligar a alguna rusa esa noche, nadie noto que simplemente entro en pánico cuando la pelirroja se le le insinuó descaradamente.

Nada fuera de lo normal el cazador iba de casería, además tenía el número de sus amigos por si se perdía.

Mientras los Yuri's iban a visitar a Minami.

Ya era su hora de salida y que mejor que una salida sorpresa entre amigos o futuros amigos ya que Yurio aún lo consideraba un enemigo.

Al llegar al local esperaban ver a Minami serrando el lugar, lo abordarían e irían a cenar a un lugar tranquilo, pero no esperaba verlo acompañado y mucho menos de esa persona en particular.

Yuuri no podía creerlo, se quedó sin habla al verlos sonreír juntos, una mirada cómplice y él simplemente no sabía si irse o quedarse a ver eso.

Pero si sabía que dolía.

Y mucho.

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Alguien que le diga a Yuuri que se llaman celos...

Bueno ya lo descubrirá por sí solo...

Y creo que es obvio quien es esa persona...

No quiero NADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora